Capítulo 14

84 12 11
                                    

Narra Tara

Luego de lo que la confesión de Toby con aquel tono siniestro que había hecho temblar mis piernas en la manera que no debería, la sensación de peligro era excitante, nos besamos por un rato más y nos tocamos casi en todo momento, incluso olvidé que iría por algo de comida para Harley y para mí, pero ninguno volvió a meter las manos bajo la ropa del otro, aunque por cómo estábamos pegado allí eso no hubiera importado.

La verdad era que... el hecho de que Toby fuera un asesino me inquietaba y atraía a partes iguales, tal vez había perdido la cabeza porque me había dado el mejor orgasmo de mi vida sin pedirme que lo tocara también, pero no sentía la necesidad de huir.

Me retorcí en la cama sin ánimos de levantarme, todavía tenía el abrigo puesto y con las botas que había querido me sentía prostituta, pero el sol que me estaba dando en la cara al entrar por la ventana, me hizo gruñir molesta por ello. Me volteé boca abajo, sabiendo que Harley aun dormía, y medité un poco... Se suponía que iba a hablar con Toby sobre nosotros, para intentar resolver cualquier problema antes de admitir que me gustaba y empezar algo, sin embargo, mis planes se habían ido por el caño cuando comenzó a provocarme.

Teniendo en cuenta que él había accedido a contestar mi pregunta, cumpliendo su parte del trato que le había propuesto, supuse que entonces yo había accedido a ser "su chica". Estúpido eufemismo para decir que quería que fuera su novia.

Quizá la palabra "novios" era demasiado para ambos.

Demonios, había olvidado preguntarle que edad tenía, podría haber preguntado cualquier cosa e incluso conseguir un cupo ilimitado para mis preguntas, pero su tacto tan intimo me distraía y fue lo único que pensé.

–¡Tara, arriba! –Algo duro me golpeó en la nuca y junto con la voz de Harley, supe que la rubia había despertado.

Era tan dulce para levantarme. Que se note el sarcasmo, por favor.

Recordé que le había prometido ir con Danielle y no me quedó más remedio que voltearme de nuevo, justo antes de que volviera a lanzarme otra almohada más, causando que gruñera cuando esta golpeó mi rostro.

–¡Angela! –Exclamé, regañándola y se me quedó mirando... No, miraba algo en mí, pero más debajo de mi rostro, cosa que hubiera preguntado, pero entonces ella señaló mi cuello y lo dijo.

–Tienes marcas en el cuello.

En ese preciso instante quise patear a Tobías en las bolas por dejarme marcada como una puta vaca y también hundirme en el colchón hasta que nadie pudiera volver a saber de mí, decidí que haría lo primero en cuanto lo viera.

–No, te lo estás imaginando –Repliqué tratando de cubrir las marcas con mi abrigo, no me gustaba jugar con su cabecita ya dañada, pero la verdad era que todavía no quería que alguien supiera sobre Toby y yo.

¿Era normal sentirme una fácil por dejar que me tocara como lo había hecho ayer?

Harley frunció el ceño y, en cuanto pestañeé, la tuve sobre mí tratando de quitarme el mendigo abrigo a la fuerza, causando que chillara, pero me resistí con tanta fuerza que acabamos rodando hasta el piso en medio de un forcejeo.

–¡¿Qué escondes?!

–¡NADA!

Entre chillidos y gritos, escuchamos golpes a la puerta. Entonces nos detuvimos, mirándonos fijamente en silencio hasta que la voz de Dione atravesó la entrada.

–¡Arriba, mocosas, Dani nos llevará a desayunar! –Escuchamos exclamar a mi amiga, antes de procediera a aporrear la puerta con más ganas, casi como si la quisiera tirar abajo– ¡Que se levanten, carajo!

©El Reformatorio ||Ticci Toby|| [PAUSADA]Where stories live. Discover now