Capítulo 19: ¿Felices para siempre?

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– ¡Draco, para! ¡No hagas eso!

Harry se retorcía bajo el cuerpo de Draco, por las cosquillas que le hacía; y no parecía querer detenerse pronto, sin embargo, lo hizo por la irrupción del guardia real.

– ¡Rey! ¡Lo necesitamos urgente!

Draco se levantó del piso alarmado y le dio una mano a Harry para que también se levantara.

– ¿Qué sucede? – Preguntó Draco seriamente

Harry se levantó y se posicionó al lado de su esposo, abrazándolo por la cintura.

– Hay un problema en la plaza de la central.

Draco no dudó en ponerse en marcha, tras el guarda. Se tomaba su nuevo papel como rey muy enserio y estaba consciente de que no todo sería como aquellas hermosas semanas que habían pasado en su luna de miel, alejados de todos.

Harry también estaba preocupado, no solían haber muchos problemas que requirieran de los reyes en persona. Sin embargo, ninguno de los dos preguntó, era mejor así, no se demorarían más en llegar. Aunque su mente se estaba preparando para lo peor. No se podía imaginar ni siquiera en sus sueños más locos que llegarían frente a una sometida y amarrada mujer.

– ¿Qué significa esto? – Preguntó Harry con horror, y casi por instinto apretó más a Draco a su lado

– Entró en La Central como si fuera su casa, el pueblo en persona la sometió...

Harry sintió a Draco zafarse de su agarre y retroceder. Cuando giró para mirarlo, vio su cara contorsionada por el terror y el horror mezclados, mientras observaba a la mujer.

– Draco, ¿estás bien?

Harry intentó acercarse, pero entonces ella habló.

– ¿Draco? ¿De verdad eres tú?... Así que los rumores son ciertos...

– ¡Cállese! ¡No le hable! - Espetó Harry

– ¿Tía Bella?

– ¿Tía? ¿A qué te refieres, Draco?

– Sobrino, pero que alegría verte de nuevo, la última vez que te vi eras un chiquillo...

– ¿A qué se refiere? No la conozco...

– Me acabas de llamar tía...

– Draco... ¿estás bien?

Harry se aproximó cuidadosamente y esta vez si lo dejó acercarse.

– Sí, solo... No sabía lo que decía, no sé por qué... Tal vez fue un hechizo. No la conozco, Harry. Te lo juro, te lo juro...

– Tranquilo, te creo...

Harry lo abrazó tratando de calmarlo.

– ¡Llévensela!

»»»»»»»»

– ¿Te encuentras mejor?

– Sí... creo

Harry se sentó cruzando las piernas junto a Draco en el suelo.

– Que calidad de rey soy. Me vuelvo demente frente al primer criminal que veo...

Draco bajó la mirada y Harry le sonrió con ternura, aunque no pudiera verlo.

– Cariño... no fue tu culpa, Bellatrix es peligrosa.

– ¡Maldición! Quiero volver a nuestra luna de miel. Aunque sea a tu secuestro en aquella cabaña...

El Paraíso EternoWhere stories live. Discover now