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Advertencia: escenas maduras. Leer bajo su propio riesgo y discreción. No comparto la relación tóxica de los herederos ni busco promoverla, al contrario. Que sirva de enseñanza para entender que no se debe cosificar a ningún individuo. También el tema del aborto será mencionado. Abstenerse de comentarios de mal gusto, pues hay quienes compartan o no la opinión de la princesa, así que seamos responsables con nuestras palabras.
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MIND, BODY AND SOUL
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El menjunje de ideas estaba calcinando el cerebro ajetreado de la princesa. Apenas podía concentrarse en su clase Transformaciones con el Profesor Dumbledore demostrando la serie de hechizos que validarían para pasar los EXTASIS. Tiempo había pasado ya desde la primera prueba, pero ahora que la segunda estaba tocando casi sus puertas, la Bringstone no dejaba de darle vueltas a su pista.
Las palabras de la carta eran engañosas. Se trataba de una rima con un significado ulterior que parecía imposible por partes. Ni siquiera Tom, cuyo apellido literalmente se traducía a "acertijo", pudo ser lo suficientemente capaz de desmembrar las oraciones.
Éste casualmente se encontraba perdido en sus apuntes, escribiendo furiosamente con tinta fresca sobre su pergamino, ignorando las palabras que Thantos Avery susurraba a su lado, al igual que las enseñanzas de Albus. Supo por parte de Victoria y America que había sido él quien salvó su pellejo en la primera prueba. Bastante desalentador para la princesa, quien creyó haber sido ella la que hizo estallar a la gárgola en miles de diminutas piedras. No obstante, fue lo suficientemente cordial como para agradecerle el gesto.
Desde entonces, las cosas no habían resultado muy naturales entre ellos. Tom pasaba la mayoría del tiempo estudiando o respondiendo a sus responsabilidades como Delegado. Y, por defecto, malgastando su compañía junto a Portia. Quien casualmente, se había sentado justo a la derecha de la princesa.
—Debe ser el Bosque Prohibido —soltó en un susurro.
Maxine giró a verla. Al igual que todos los Ravenclaw que había conocido, la morena portaba un característico aire de niña buena, cuya sonrisa ocultaba una personalidad altiva y ventajosa por sobre las serpientes y quizás el resto de las Casas. Portia no era correcta con sus modales o siquiera se molestaba en destacar en clase. Simplemente se limitaba a intentar ser la mejor académicamente. Y últimamente, la mejor bruja cuando se trataba de Tom a su alrededor.
