Ninety-Ninetale

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No puedo estar tranquilo en una escuela con ya conocidos amigos sin que me tenga que mudar por orden del gobierno o mis padres por su trabajo.

Mi padre es un científico, es reconocido gracias a ser uno de los mejores en la rama de creación de unas cosas especiales, no se, nunca me hablo de eso al respecto, pero tampoco me interesa. Lo único que se es que también está incluido en un tema de modificación de almas.

Mi madre es una abogada reconocida por ser la primera que nunca perdió un juicio desde que comenzó su trabajo, obteniendo logros.

Tengo una hermana menor, Emma, tiene actualmente solo 6 años la tierna, mi hermano del medio, Jeremy, aunque de cariño le decimos "Akane" tiene, en cambio, 8 años.

Yo tengo 13 años, como dije, otra vez nos mudabamos, está vez a la ciudad de la historia de los monstruos sellados.

Es pacífico, pero no me gusta tener que mudarme de nuevo.

Mi familia es bastante bien vista, a diferencia de muchos nosotros tenemos casi todos determinación, o bueno, un poco mi padre, mi tío, mi hermano Akane y yo. Casi no conozco a mi tío, lo recuerdo de cuando era niño, mi tío y mi padre están separados y alejados el uno del otro desde que tengo 7, no me interesa demasiado el tema para ser sincero, pero lo llego a extrañar.

Mis padres, en cambio, están casi divorciados, o eso espero, ya hace años que se peleaban y me es insoportable seguir soportando sus gritos, algunas veces hasta le pegaban a mis hermanitos o a mi por la rabia en sus peleas, no lo soporto, no me gusta ver a mis hermanos tristes, por eso los suelo cuidar más que a mi mismo, prefiero yo recibir un golpe a que ellos se los den a los pequeños, no los soporto verles llorar.

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Estos días en la escuela fueron un infierno.

Nadie viene conmigo, todos se suelen burlar de mi solo porque no se jugar deportes, soy más de estudiar y no de estar haciendo esas estupideces como perder el tiempo y jugar cosas que no servirán para nada.

Al menos les va bien a mis hermanitos, Emma consiguió un reconocimiento por sus estudios mientras que Akane va decente, no destaca pero si permanece contento y estudioso.

Mientras que mis padres andan ocupados en lo suyo me quede con la familia de un amigo de mi padre, algo mejor de lo que ya vivía con los míos, los quiero mucho más a estos. Al menos aquí conocí a una chica que sería mi nueva amiga, Chara, una vecina, debo admitir que siempre me gustó estar con ella, era la única que me hacía sentir fuera de mi infierno interno aunque nunca le querría decir lo que vivo socialmente, le hago ver a mi mismo como un chico valiente y con muchos amigos, quiero impresionarla pero sorprendentemente se lo creyó.