Holocene

2.7K 213 34
                                    


Jean

Algo me decía que no estaba bien... tenía ese raro sentimiento y de verdad no quería que nada empeorara, no sé si Timothée me escuchó cuando le dije que las chicas querían tomarse unas fotos e íbamos a salir. Desde entonces me siento inquieta, pero confío en él, me dijo que estaba bien ¿Cierto? Esta bien. 

Las chicas habían entrado al lugar pero yo decidí quedarme, las olas estaban calmadas y no se podía ver más allá del mar que los rayos que se aproximaban, me paré justo a la orilla pensando en todo, en como mi vida cambió tanto, en como yo cambié tanto. Siento que a veces todos necesitamos estas cosas para poder ver más allá de nosotros mismos. Probablemente mis amigos jamás se hubieran atrevido manejar hasta aquí si no hubieran llegado los amigos de Timothée a nuestras vidas. 

Si nunca me hubiera coincidido con Timothée en ese camión creo que nada hubiera cambiado en mi, mi inseguridad, y mis ganas de vivir seguirían en lo más profundo de ese mar. 

Él llegó a cambiar mi vida sin duda. 

- ¡Jean! - Escuché a lo lejos. 

Intenté girar aún con el viento que impedía que pudiera ver pues mi cabello me tapaba. 

- ¡Jean! - Alguien seguía gritando, y al parecer ahora corría hacia mi. 

- ¿Tim? - Intentaba ver 

- ¡Jean! - No pude evitar ahora si reconocer esa voz. 

- ¡Timothée!- Comencé a correr hacia él. 

Corrimos hasta encontrarnos, él me abrazó cargándome como si hubieran pasado años de vernos, y la verdad es que eso debimos hacer el primer día que volvió. 

- Jean... - Me miró directamente a los ojos. 

- ¿Dónde estabas?.- Pregunté quitando sus chinos despeinados de su rostro. 

- Buscándote. Siempre estoy buscándote. - Respondió con la voz entre cortada. 

No supe que responder a eso, sin duda aquellas palabras que pronunciaron sus labios me hicieron sentir como nunca en la vida. Desde que regresó no lo había besado y siendo sincera ni siquiera había pensado en eso. 

Pero lo tomé de sus adorables mejillas y lo junté hacía mi. 

Había visto miles de películas donde los protagonistas se besan y detrás de ellos hay fuegos artificiales y fuego mientras que ellos giran, bueno pues esto fue mejor. No sólo podía sentirlo a él, podía sentir el aire entre nosotros, podía escuchar las olas del mar tocar tierra y podía escuchar como una tormenta se acercaba... espera... ¡Una tormenta se acercaba! 

Me despegué de Timothée al sentir como comenzaban a caer gotas de lluvia pesada. Timothée comenzó a reír. 

- ¿De qué te ríes?.- Pregunté intentando taparme la cara de la lluvia. 

- ¡De que este día no puede ser mejor!.- Estiró sus brazos y alzó su rostro al cielo para poder mojarse bien. 

Yo comencé a reír también y lo imité. 


- ¡Hey chicos deberían entrar! ¡Se van a enfermar! - Gritó Dan a lo lejos como papá preocupado. 

- ¡Entra tú! - Gritamos los dos. 

Dan entró cubriéndose de la lluvia. 

Timothée se acercó a mi ya con sus chinos completamente mojados. 

- Lo hice por ti. - Me tomó de mi rostro. 

- ¿Qué? .- Intenté comprender. 

- Estuve a punto de hacerlo de nuevo, pero no lo hice por que tú me salvaste de eso, y me detuviste, y me detuve por ti, por ti y por que te amo, te amo, te amo. ¡Por que te amo!.- Gritó en medio de la tormenta. 

No mentiré quería gritarle al comienzo por lo que me dijo pero después. Después no dejaba de pensar él cambio mi vida, y lo amo, lo amo, lo amo. 

- ¿Tú me amas?.- Peguntó tomando mis manos. 

- ¿De qué hablas? ¡Pero claro que si! Lo hago. 

Timothée sólo me miro fijamente por unos minutos 

- ¿No vas a decirme nada? - Dije algo preocupada. 

- Creo que tienes que cambiarte. - Rio mientras que me veía de arriba a bajo

Me di cuenta que todo mi vestido estaba trasparentado y pegado a mi, entonces le regresé el comentario - Bueno yo creo que tú también, pareces de esos perritos chinos que los bañan y parecen ratitas mojadas.- Dije burlona, provocando que Timothée riera. 

Caminamos juntos hasta pedir un taxi, avisamos a todos que iríamos a casa, llegamos más rápido de lo que creímos, aún llovía demasiado pero eso no nos detuvo a jugar que de verdad esa era nuestra casa. 

- ¿Vaya tormenta que nos agarró el día de hoy verdad? Vamos cariño entremos a nuestra casa. - Dijo Timothée dándome el paso. 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora