Fight

5.1K 382 201
                                    

Timothée





No había podido dormir en toda la madrugada, no podía dejar de pensar en lo que dije. Vagaba por mi habitación intentando comprender por qué todo era tan difícil.

Amanecía y como siempre me quedé a esperar el amanecer por mi ventana, amaba ver aquel árbol que ahora se encontraba lavanda. En ese momento se asomó una chica a lo lejos, podría jurar que sabía quién era, la propietaria de aquel árbol, lo comprobé con la segunda persona que se incorporó. Lo merecía.

Me retiré de ahí para tirarme en el suelo, me quedé en silencio y quieto. Ayer había alucinado cosas, tal vez seguía haciéndolo. No lo aceptaré.

Me convencí de aquello, me levanté y fui a vestirme, tomé mis cosas, salí de mi casa, saqué mi auto de la cochera, me dispuse a cerrar todo antes de irme.

- ¡Tim, amigo! - Debe de ser una broma. Michael se acercaba a mi, en su camioneta.

- Michael, que, sorpresa. - Respondí sin ganas.

- ¿Ya te vas? - Preguntó señalando mi auto.

- Si, yo, tengo que ir a mi terapia. - Abrí mi auto en símbolo de mis ganas por irme y no verlo.

Michael apagó su camioneta, salió de ella colocando por último la alarma de esta. - Yo te acompaño. - se subió a mi auto colocándose de copiloto, sin siquiera preguntar.

Estático le miré, sorprendido por su iniciativa, no estaba seguro de qué hablaríamos. ¿Acaso hablaríamos de Jean y lo fabulosa que iba su relación? ¿Acaso nos pondríamos al tanto de nuestras actuales vidas, yo en recuperación de una sobredosis que casi me mata y él de su gran logro al conquistar a la chica que me quita el sueño? Fantástico.

Amaba a Michael, él es como mi hermano, nos conocemos de años, siempre él fue callado músico tímido que tenía novias serias, y yo... Yo era el imbécil con el buzón lleno de mensajes de "No ha llegado mi periodo"

Si a Michael le gustaba alguna chica que estaba en mis contactos, no le hacía caso, le dejaba en claro que jamás tendría algo con ella.

Jamás había llegado el caso que realmente me gustara una persona tanto como a él. Y aún así cumplo con mi palabra, pero definitivamente esto es imposible de controlar.

- ¿Qué esperas? Vámonos, platicaremos en el camino. - Entré al auto, y me le quede viendo, él a mi.

- Así que dime, ¿por qué terapia? No eres un adicto. - Encendí el auto y comencé a manejar.

- Lo sé, solamente, mi familia está preocupada de que pueda llegar a serlo. - Lo miré rápidamente.
Sinceramente yo también lo tenía, además que quería hablar con un profesional y contarle todo lo que estaba pasando en mi vida, un consejo de un intermediario era lo que necesitaba.

- Bueno, si es necesario, adelante, te apoyo. - puso su mano en mi hombro y me sacudió.

- ¿Ayer te la pasaste bien? - tragué seco.

Michael ayer bese a tu novia, después me rompió el corazón.

- Por su puesto, los extrañé mucho, además que veo que ahora somos más. - Rei para aparentar.

- Claro que te la pasaste bien, te vi, coqueto. - Enseguida frené el auto de golpe. - Hey, cuidado ¿Estás bien? - Michael se tomó del tablero, sobando su cuello mirándome fijo.

Sin dejar de mirar al frente y con las dos manos en el volante le miré. - ¿Viste que?

- ¿Qué? - desconcertado respondió.

- Dijiste "Te vi, coqueto". ¿A que te refieres?- Mi corazón latía tan rápido que seguramente él podía escucharlo.

- ¿Por eso te detuviste? - Aún más confundido me preguntó.

- Sólo responde. - Me intenté acomodar en el respaldo de la ventana para lucir más relajado.

- Bien... Si te vi con una chica, bailando... ¿Las luces eran opacas...? - Le miré esperando el resto de la historia.

- Y eso es todo, se miraban muy excitados. - Rio y me dio un guiño.

Rei muy falsamente, pero lo mejor que pude para el momento. - Ah, ella... - Volví a andar el auto.

- Si, seguramente despertaste con ella. - Me codeo.

Abrí los ojos de par en par, y tragué saliva. - No, de hecho no, no pasó.

- ¿Y eso? - Rió sorpresivamente. - No me digas que te bateó.

- Si de hecho eso hizo. - Le sonreí lo mejor que pude.

- De lo que se pierde Tim, ya habrá más. - Volvió a palmear mi hombro.

- Si... Claro. - Apreté mi mandíbula. - Pero dime ¿tú que hacías por aquí? - Le volví a sonreír lo mejor que pude, seguramente lo hacía fatal.

- Pues ya sabes que Jean vive cerca, más cerca de lo que imaginé de tu casa eh, en fin, ayer pasamos a su casa y... - Le miré y pude ver como mordía su labio. Desgraciado.

- ¿Y? - Rei sarcástico, nuevamente.

- Pues ya sabes, pasó. - Una sonrisa inmensa se le formo en el rostro. Yo simplemente de pensarlo comencé a sentir una furia recorrer mi cuerpo.

- Ella fue tan sexy, se quitó el... - Lo interrumpí.

- Amigo amigo, no me cuentes ¿quieres? Es algo... Extraño. - Le sonreí ¿adivinan? Sarcásticamente.

- Pero es que hubieras visto esas piernas bro...

Nos encontrábamos en la carretera ya, sin siquiera pensarlo me orillé abruptamente a el carril de emergencia, sacando de su asiento a Michael para tirarme a este y comenzar a golpearlo, sobre la tierra.

- ¡Hey hey que te pasa! - Cuando pude reaccionar Michael ya tenía sangre en la frente y yo en mis nudillos.

- Ella... - Me miró con temor y confundido.

- ¿Ella qué? - Me comenzó a ver con enojo, sospechando.

- Ella... - ¿Debo decirlo? ¿Le dirás Timothée?

- ¡Habla Timothée! ¡¿Ella qué?! - Me gritó.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- Ella es como una hermana... ¿Entiendes? Es como Pauline, y yo... A mi me incomoda que hables de su sexo. - Demonios.

𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora