Night

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Omnisciente





(en él)

Timothée se encontraba en su departamento con Beth, el chico sentado en la esquina de la cama, tomaba de una botella de vodka, quería embriagarse hasta el punto de olvidar con quien se encontraba, y con quién en realidad quería estar.

Tomo a la ebria chica y la tiró a la cama colocándola boca a bajo,  Timothée no dejó de pensar en Jean.

Al pensar esto su ritmo tomó velocidad, dejando a la chica sin aliento.

Entre sus ojos con visión nublada, tuvo una alucinación, en esta, proyectaba la imagen de la castaña que no podía sacar de su mente, estaba en la habitación, y ella se sentó en la cama.

- Ella no es yo. - Le sostuvo descaradamente.

El chico con el alcohol muy por encima de su sistema, creía que aquella alucinación era real, y se dispuso a enfrentarla.

- No, y no te necesito. - Habló en voz alta, Beth ni siquiera podía dar palabra de lo ebria que se encontraba al igual que el chico.

- Claro que si, me deseas. Mírate, te has tirado a esta chica pensando que soy yo. - Burlona se refirió, caminando por el cuarto.

- ¡No te deseo! - Gritó sin dejar de embestir a Beth.

- Vamos, déjala, házmelo a mi. - En la extraña alucinación de Timothée Jean se colocó en el lugar de Beth, haciendo pensar que era ella con quien ahora estaba. 

- Te necesito. - confesó con extrema excitación.

- Dilo más fuerte.- Le dijo su borrosa visión.

-¡Te necesito! - Haciendo que terminara.

Agotado se tiró a la cama, dejando que la sensación terminara, pudiéndose dar cuenta que Jean nunca estuvo ahí y de la extraña alucinación que había tenido.

Pero sobre todo de la confesión que había gritado.

















(en ella)

Por otro lado en la casa de Jean, se contaba otra historia.

Las intenciones de Michael eran claras esa noche, ella las sabía y sospechaba, también sabía que este podía ser un un error, debía parar los sentimientos confundidos que tenía por él. Sin embargo sabía que no podía dejar de pensar en Timothée y esa noche no quería estar sola.

-¿Quieres que ya me vaya? - se puso se pie Michael "dispuesto" a irse.

- No, quédate. - Le susurró la chica.

Michael se giró a verla, la tomo del rostro y comenzaron los besos entre ambos, Jean dejó a Michael subir a su habitación. Ella sabía y estaba consciente que lo que más quería era olvidar a aquel pálido chico, se dispuso a darle todo a su novio para poder olvidarlo de una buena vez.

El rubio, sentado en la cama, volteó a Jean para poder bajar el cierre de aquel vestido rojo que llevaba puesto, al quedar en el suelo el pequeño vestido, Michael pudo mirar la desnuda espalda de Jean, no llevaba sostén.

Giró lentamente a Jean, dejando frente a sus ojos su pecho que se podían apreciar con unas maravillosas sombras debido a la poca luz que la luna regalaba y que entraba directamente a su ventana.

Ella colocó sus manos en los hombros de su novio, este le acercó a su boca, tirando de su cintura, comenzó a besar aquella desnuda parte con delicadeza. Jean pensando aún en el rizado, imaginaba que era él quien la besaba, esto hizo que la excitación se apoderara de ella, por sus pensamientos.

Michael retirándose, dejo caer el semi desnudo cuerpo de la castaña sobre la cama, de pie, se quitó la camisa para regresar a ella. Besó sus labios bajó a su barbilla, su cuello, su pecho, hasta que llegó al abdomen.

Dando pequeños espasmos por la sensación, la chica regresó sus labios de Michael a ella, cambiando su lugar, ahora Jean arriba de él, desabrochó su pantalón para finalmente despojarlo de su cuerpo, se dispuso a sentarse sobre su miembro, para ser ella quién le daría algo de placer a su novio. Quien es su mente era Timothée.

Besó y lamió su cuello dejando gemir a su novio, este tomaba sin misericordia su trasero el cual se encontraba a su perfecta disposición, estrujándolo cada vez que ella bajaba más.

Con rudeza Michael colocó a Jean debajo nuevamente, este movimiento dejó un gran placer en ella, dejando un gran gemido de tras, Michael sin cuidado quitó la ropa interior faltante de ella, sacándose a si mismo sus boxers dejando su miembro a la vista de Jean.

Más no dejó ni un segundo que ella lo tocara, Jean en cambio soltó un gran gemido al sentirlo dentro. Este tomó su muñecas, dejando los brazos de la chica estirados haciendo más provocativo su deseo.

Michael dejando a un lado su extrema excitación bajó su ritmo, acercándose a el oído de Jean.

- No sabes cuanto te deseaba. - Casi susurrando, beso de nuevo su cuello.

Aquello hizo que los pensamientos de Jean colapsaran, tenía que aceptar que Michael su novio es con quien pasaría la noche, pensar en Timothée no iba a solucionar ninguno de sus problemas. No estaba con el chico que ella quería, esa noche no era el pálido y rizado quién dormiría con ella.

Sin esperarlo una lagrima corrió por su mejilla, él estaría con alguien más, al igual que ella, y tenía que superarlo.

Michael tiró de ella, dejando un gran placer dentro de ella. Podría ser que no estuviera con él, pero eso no la detendría el pasarla bien, disfrutar de lo que siempre mereció, Michael era bueno, debía valorar eso, el rubio la estaba complaciendo, y es cuando su pensamiento cambió.
Ahora Timothée sería el espectador, él que la observaría disfrutar.
Se dejó en claro que los impulsos desorbitantes de aquel chico no le afectarían más, pues ahora ella decidía así como lo hizo antes de que Timothée despertara.

Montándose sobre su novio, él y ella llegaron al clímax, soltando respiraciones agitadas. Se tiraron en la cama, Michael la abrazó mientras que ella, no dejaba de pensar en el giro que tomarían las cosas de ahora en adelante. No dejaría que el regreso de Chalamet le quitara su nuevo sentir.

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Ambos tenían algo en común esa noche, ambos no dejaban de pensar uno en el otro. Además, para los dos la historia apenas había comenzado.

𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora