Waste

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Jean

Llegamos al centro de la ciudad, y nos encontramos con nuestros amigos. Entramos al lugar, todas las luces parpadeaban en diferentes tonos, pero era cálido. Había demasiada gente bailando en una gran pista al centro. Al rededor se encontraban varias mesas y cubículos para varios. Nos sentamos en una de ellas.

- Hey, unos tragos aquí. - Llamó Sergio al mesero.

- Bien, aquí está la fiesta, bailemos hasta el amanecer. - Richard repartió unos shots para brindar.

Yo no bebía, pero sentí la necesidad de un empujón para poder dejar de pensar en todo por completo y simplemente disfrutar.

Todos levantamos nuestros tragos y bebimos.

- ¡Vamos!. - Gritó Nicole. Todos siguieron sus pasos y se dispusieron a bailar. Al igual que yo.
En cambio Michael se desapareció, no pude ver a donde fue. No le di importancia y comencé a bailar, sin duda el trago me había hecho olvidar, sólo me concentraba en mi respiración y la música.

Pronto todos nos esparcimos por la cantidad masiva de personas que habían. Yo me encontraba casi sola, bailando, podía sentir el calor del acohol subía en mi organismo.

Pronto y sin aviso, sentí unas manos rodear mi cintura, Michael.
Lo podía sentir detrás de mi, comenzamos a bailar juntos al par de la música, me junté aún más a él, podía sentir su calor combinarse con el mío.
Tomé sus manos y las entrelacé con las mías, las hice recorrer desde mi cintura, lento a mis muslos, sentí electricidad al chocar nuestros cuerpos, sentí algo que nunca había sentido, solté sus manos, y sin esperalo, el continuó recorriendo mi cuerpo con sus manos, de mi cintura, arriba y abajo. Su respiración pegaba con mi cuello, sus labios rozaban mi piel, bajando el ritmo de mis caderas, el subió más sus labios hasta que podía escuchar su respiración acelerando mi corazón más y más.

Las luces comenzaron a bajar su intensidad volviéndose más obscuras, quedando a ciegas prácticamente, haciendo el baile aún más exitante.

No podía creer la conexión que estaba sintiendo, todo encajaba a la perfección. Había tanto deseo. Continuaba de espaldas, pero mi exitación era tan intensa que volteé a besarlo sin pensar. Antes de besarlo sentí su respiración frente a frente con mis labios, él me tomó de la cintura y me pegó aún más a él, pude sentir su corazón latir tan rápido como el mío de lo cerca que estábamos.

Nuestros labios parecían imanes, queriendo chocar, pero el deseo que teníamos nos hizo jugar con ellos, rocé mis labios con los de él, y pude sentir una chispa, que me hizo querer más, él sin pensarlo hizo lo mismo, rozábamos nuestros labios haciendo rebotarlos. Dándome un fuerte acercamiento a él, me jaloneó pegándome tan fuerte a él, solté un pequeño gemido ante esto, podía sentir lo duro que se encontraba, a unos milímetros de nuestros labios, la excitación, el deseo, por fin nos unió.

Él pegó sus labios con los míos, dejando bailar nuestros labios con intensidad. Había tanto deseo en el beso, no podíamos parar, entre cada segundo que pasaba, quería más y más de él, sus labios eran como un droga, y no podía parar de disfrutarlo.

Dejando el salvaje beso, comenzamos a disminuir la velocidad, dejando que nuestras lenguas se combinaran, podía sentirla y saborearla, dándome pequeños toques. Mis manos se encontraban en su pecho, fui subiendo para tomarle del cuello, y acercarlo a mi para no parar de sentirlo. A un instante mordió mi labio superior, chocando nuestras respiraciones, bajó su mano bajo mi espalda pasando por mi cintura, para llegar a mi trasero, mordiendo nuevamente mi labio, dió un apretón a este. Solté un gemido, y sin pensarlo tiré de su cabello. Él me comenzó a besar lentamente de nuevo, quería tanto de esos labios.

Pero algo me detuvo, su cabello no era lacio. Era curvo. Me separé lentamente del beso, dejando nuestros labios cerca, sintiendo su respiración agitada, dejé mi mano recorrer su cabello, tomando entre mis dedos un riso. Una luz blanca pasaba en círculo, alumbrando por segundo cada espacio del lugar, y cuando pasó por nosotros, pude ver esos ojos verdes alumbrarse y brillar.

Nunca fue Michael.




Era Timothée.

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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora