Dancing

10.3K 783 218
                                    

Timothée





Al día siguiente llegué a la universidad esperando desde el primer segundo por que terminara el día. Tenía más energía, como si mis ganas de todo renacieran.

-Tim ¡hey! ¡Tim!- Richard me gritaba entusiasmado. -¿Entonces a quién prefieres?
¿Lucy o Ximena?- Dijo en tono serio.

- A ninguna... - Respondí pensando curiosamente en Jean.

-Oh, pero claro, si tú ya has dormido con Lucy. Claramente prefieres a Lucy, tarado. - Respondió Dan

- Chicos hoy le hablaré, hoy será el día. - Saliendo de la conversación Michael nos dijo mientras no apartaba su vista de un lugar lejos del campo.

Miramos a donde el miraba, era ella de nuevo... Mientras que nosotros calentábamos para el partido ella se preparaba para correr.

Miré a Michael, él suspiró y se encaminó a donde Jean estaba con un impulso que nadie pudo detener. Mi sangre comenzó a hervir sin aviso. Apreté la mandíbula y...

-¡Michael! - Salió un grito de mi. Rayos ¿Que estás haciendo? Me dije. Era demasiado tarde.

Michael iba hacia ella a paso veloz, y yo me estaba muriendo de rabia. Se había acabado, ella le haría caso y saldrían, tendría que verlos todos los días besarse y casarse, tener hijos. ¿En que estaba pensando? No podía causarme esto celos, no tenía por qué. 

Risas brotaron de Dan y Richard como si hubiesen visto lo más gracioso en sus vidas hicieron que saliera de mis neuróticos pensamientos.

- Imbécil - Dijo Dan riendo - Ese sujeto es demasiado nervioso como para hablarle.

Me giré a ver lo que sucedía. Michael había pasado de largo junto a ella, sin decirle ni una sola palabra.

Jamás me había sentido tan aliviado. Sonreí al ver esta acción, y creo que no fui muy discreto.

- ¿Timothée? ¿Ahora que tienes tú? - Richard me dijo extrañado.

- Nada nada, sólo me causa risa que no pudo hablarle. - Le respondí lo más disimulado que pude.

- ¿En serio? - Sospechó Dan - Creo que esa sonrisa significa otra cosa.

- Tengo que ir al baño. - Salí caminando de ahí lo más rápido que pude. Habían empezado a sospechar, y eso no tendría nada de malo si no le gustara Jean a Michael.



Salí desgraciadamente temprano de mis clases. ¿Espera que? ¿Cuándo me había enojado por salir temprano?

Me encaminé a la parada al sentir...

Sally, esta chica jamás me iba a dejar en paz.

- Hola mi amor- Hace tiempo que no te veo ¿Has estado ocultándote de mi?- Preguntó insoportable.

- Sí... Eh estado ocupado. - Respondí esperando poder ver a alguien que me salvara.

- Hoy... Tal vez podemos ir a mi casa... Mis padres no van a estar. - me miró.

- No... no lo creo Sally, tengo mucha tarea que hacer y algunos proyectos. - Tragué en seco.

- De acuerdo pero no te vas a escapar de mi Timi. - Respondió algo agresiva.

- Adiós Sally - Me fui lo más rápido que pude. Llegando a la parada y claramente Jean no iba a estar ahí, era demasiado temprano. ¿La esperaré? Eso sería muy loco... Sí, creo que eso haré. Es decir no hay nadie en casa y no tengo planes, intenté excusar mi razón.

Me dispuse a esperar media hora, me coloqué mis audífonos y empecé a leer.

Cada persona que llegaba a la parada hacía que latiera mi corazón con la esperanza de levantar mi cabeza y verla. Algunos eran chicos, otros sólo grupos de niñas que reían entre ellas al verme. Unas intentaban hacerme la platica, pero las terminaba al pensar que Jean podría llegar en cualquier momento.

Eran tantas personas, menos ella. Ni siquiera ya las miraba. No había pasado ni la media hora cuando sentí un movimiento brusco en las sillas.

Giré mi cabeza con enojo al sentir el agitado movimiento. Era ella. No se había dado cuenta que yo estaba ahí...

Y sin despegarle los ojos de encima pude ver sus mejillas coloradas, parecía que había hecho mucho ejercicio, no tenía ni una gota de maquillaje y se veía increíble, no recordaba que fuera tan bonita. Ella volteó a verme provocándome sentir una presión gigante.

Nunca había chocado sus ojos con los míos a tan "corta distancia". Mi sonrisa salió de mi. Ella sonrió también. Tengo que hablarle, pensé, tengo que hacerlo.

Un rayo cayó, empezaría a llover, y sería perfecto para hablarle, reí ante esto. Sin pasar mucho ya había una tormenta sobre nosotros. Un auto pasó sobre un charco nos mojó por completo.

Me levanté de inmediato intentado ver las placas del automóvil. - ¿Estás bien? - Le pregunté sin siquiera pensarlo. ¿Acabo de hablarle? La miré de re ojo, y volví mi mirada a ella, estaba empapada. Pero... Su ropa se había pegado más a su pecho... Se le podía marcar todo.

- ¿Tú que tal? - pude oír a lo lejos.

Salí de mi trance cuando se dio cuenta que su ropa se transparentaba.

Rayos, sentí como una presión emergía de mi pantalón, intenté sacudirlo para disimular, sacudí mi playera igual... Seguía notándose, mejor me gire para que ella no se fijara.

Sin esperarlo, llegó el camión, le di el paso para que no me viera ruborizado.

No había asientos, sólo uno, a su lado.

No había asientos, sólo uno, a su lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 [Timothée Chamalet]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora