4.

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Paso el primer mes. Tan rápido como no se sintió, porque así debía ser, sin contratiempo alguno.

Todo seguía exactamente de la misma manera, para bien o para mal.

Su vientre aún era plano, no había ni una pizca de que algo estuviera creciendo dentro de él, y en esas semanas no había presentado ningún síntoma de qué algo estuviera mal o simplemente distinto, fuera de lo cansado y adormilado que lo hacían estar las pastillas que tomaba a diario.

Últimamente no puede irse a dormir con una mente libre de pensamientos nerviosos.

La mayoría de veces, después de una semana de la implantación, el doctor a cargo pide que te realices una prueba de embarazo hecha por sangre.

Pero izuku no se a hecho ninguna.

Katsuki no lo deja.

Sabe que es por el bien de ambos, bakugo le dice una y otra vez que si hay algo ahí dentro se darán cuanta a los tres meses, cuando vayan de nuevo a la clínica y por obvias razones, cuando se asome en su abdomen, si no hay nada, entonces no hay necesidad de hacer ninguna prueba que lo confirme de forma dolorosa.

No sabe si lo está cuidando a él o si se cuida así mismo.

Pero está de nuevo, apuntó de hundirse en un mar de lágrimas mientras entre las cobijas Katsuki lo abraza por la espalda.

Es de noche y sabe que bakugo esta dormido, hace mucho tiempo que no lo levanta a esas horas con una tontería como su llanto, porque izuku no llora últimamente.

Por eso tapa su boca y cierra su mirada con fuerza tratando de contenerse.

Sabe que no debe sentirse así, sabe que su esposo tiene razón, el lo sabe, pero esperar sin tener una respuesta clara le afecta.

Tanto como la primera vez.

Hace unos minutos había girado hacia el reloj y recién estaban por dar las dos de la mañana, los últimos días a estado pensando en llamar a la doctora y hacer una cita en la clínica solo para saber si todo estaba yendo bien.

Pero solo es una de las muchas cosas que piensa últimamente.

Aún su mirada está borrosa, las ganas de llorar siguen ahí.

Pero decidido, y no queriendo ponerle a bakugo más estrés del que probablemente ya tiene con el trabajo, se aleja con delicadeza de la cama y camina fuera de la habitación.

No ha dormido bien, aparte siente que su boca esta seca y necesitada de agua.

Caminó hacia el grifo y intentó llenar un vaso con agua una vez llegó a la cocina.

Aún no se llenaba ni a la mitad y el vaso pesaba, izuku decidió alejarlo del agua y cerrar la llave, suspirando, mientras sostenía su cuerpo repentinamente mareado a la barra.

Dejó el vaso caer al suelo.

El ruido del vidrio quebrandose ni siquiera lo noto su persona, izuku solo se inclino y abrazo su estómago.

Quería vomitar.

Bakugo abrió su mirada cuando escucho el fuerte ruido retumbar en su casa obscura, apenas distinguió que no había nadie a su lado salió del cuarto.

En Espera. Where stories live. Discover now