5.

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Izuku vómito de nuevo.

Su ruido doloroso retumbaba entre las paredes del baño mientras bakugo no podía hacer nada más que estar de pie detrás de él, esperando a que terminara para llevarlo de nueva cuenta a la cama.

Era de noche, y al igual que los cuatro días pasados, era ruidosa y sin descanso.

Como siempre era un problema lograr que al día siguiente Bakugo fuera a trabajar.

Ambos sabían y esperaban no solo fuera el vómito, izuku sufría de fiebres intensas y dolores de cabeza frecuentes, incluso sentía que sus párpados le pesaban acompañando a constantes escalofríos que recorrían cada parte de cuerpo.

Solo había pasado un mes y dos semanas.

Su panza no era grande.

Justo hace dos días la comida le empezó a dar asco, las arcadas no dejaban descansar su pecho ni su garganta.

Bakugo lo ayudó a llegar a la cama después de que izuku enjuagara su boca.

Inevitablemente suspiro al ver lo agotado que se veía.

Le gustaría poder cambiar de papeles.

Bakugo abrió un botella de agua y la acercó a los labios de su esposo, pero este, al igual que hace unos días, alejo su boca.

- deku, solo es jodida agua - soltó enfadado.
- no la quiero..

Katsuki era una persona, de alguna manera, dependiente de izuku, quizá sólo por el hecho de que nunca le negaría nada, lo quiere demasiado.

Pero en los últimos días a entiendo que, aunque lo quiere, tiene que obligarse a hacer cosas que no acostumbre hacer.

Y a Katsuki le cuesta hacerlo.

Sujeto con fuerza las mejillas de izuku y atrajo sus labios a la boquilla de la botella.

Izuku lloro un poco más y trató de alejarse.

- deku, por favor, no quiero obligarte a tomarla
- kacchan.. no..
- no vas a vomitarla
- claro que si, duele.. , kacchan, no quiero vomitar de nuevo, por favor..

- maldición

Bakugo alejó la botella y atrajo a izuku a sus brazos.

- deja de llorar, deku, lo siento

Izuku, aun sollozando, oculto su rostro entre el cuello de bakugo, este se maldijo a sí mismo.

Se sentía mal, odiaba hacerlo llorar, odiaba obligarlo a hacerlo hacer algo que le causaba dolor, odiaba que últimamente cada que lo abraza siente su cuerpo cálido por la fiebre, odia también que ya no pueda dormir bien, y sobre todo, odia verlo sin poder hacer nada.

Bakugo atrajo una manta delgada al cuerpo de izuku y después de cubrirlo acarició intranquilo su cabello.

Vio la hora en el reloj y sólo faltaban dos horas para que sonara su alarma y tuviera otra lucha consigo mismo de sí ir o no al trabajo.

Sin más opciones, tal vez porque no quería buscar más, habló y dijo lo que no quería decir.

- iremos al hospital, deku, necesito llevarte

Izuku negó, ocultando su rostro más.

- nerd, mírame. Estas deshidratado, no has comido nada y tienes fiebre, necesito, necesito llevarte al hospital

Izuku dejo se sujetar con fuerza la manta que tenía sobre su cuerpo, suspiro cansado entre su sollozo y trato de mantener su mirada cerrada aguantando el dolor de cabeza.

Odiaba sentirse una carga para bakugo.

- de cualquier manera, ya sabemos que van a hacer, verdad? - dijo bajo.

Aunque lo dijo para de alguna forma darle seguridad a bakugo y al mismo tiempo dársela a él mismo, lo dicho solamente causó un silencio largo y asfixiante.

"Ya sabemos lo que van a hacer".

Si, bakugo recordó todo en ese momento.

Hace un año también fueron al hospital, exactamente por la misma razón.

Deshidratacion, fiebre y dolor de cabeza.

Recuerda perfectamente que izuku una vez que llegó allá se puso incluso peor.

Terminó siendo dado de alta cuando cumplió dos meses y medio, y como salió del hospital, ambos pensaron que todo estaría bien.

Recién volvían a su rutina normal cuando pasó el accidente. Ninguno entendía como después de tantos cuidados el cuerpo de izuku aun así no aguanto.

El recodar todo, hizo a bakugo preguntarse si necesariamente tenían que ir al hospital, tal vez era una idiotez, pero no quería hacer las mismas cosas que hizo hace un año.

Creía que sí lo hacía igual, terminaría igual.

No quería arriesgarse, no sabía si estaba bien o mal lo que hacía, en ese momento sólo pensó en envolver a izuku mejor entre sus brazos, sintiendolo delgado y débil, y resistir el nudo en su garganta.

Porque bakugo no lloraba.

- kacchan.. no te preocupes.. estaremos bien..

Izuku acarició el rostro de su esposo soltando una leve sonrisa.

- ya no me duele nada, estoy bien, lo juro

Izuku, desde siempre, trata de calmarlo de esa manera, aunque el se sienta mal y su cabeza no deje de palpitar, rara vez se preocupa por el mismo cuando ve como gracias a él, bakugo se pone de esa manera.

No le gusta ver a su soporte romperse frente a él.

Por eso, en ese momento trata de buscar una solución que logre ayudarlos a ambos, porque sabe que necesitan hacer algo antes de que todo se arruine, de nuevo.

Milagrosamente la mente de izuku pensó en algo rápido.

Respiro unos segundos con tranquilidad tratando de distraerse del cansancio y para poder hablar de nuevo.

- kacchan... que opinas de traer una enfermera a casa?

Katsuki lo escucho y enseguida levanto su mirada hacia el.

- una enfermera?

Izuku le sonrió tierno de nuevo y asintió.

- es mejor que ir al hospital, verdad?

- si vamos a un hospital no podremos dormir en la misma cama, yo necesito dormir con kacchan, así que.. busquemos a alguien que venga, si?

- traeré a alguien antes de que salga el sol, voy a hacer que alguien venga - solto firme.

Izuku asintió y se volvió a acurrucar en los brazos de Katsuki.

- gracias kacchan

Bakugo tuvo que llamar a la clínica, no quería pedir cualquier enfermera de cualquier hospital. Ni siquiera se molesto en exigir una a esa hora, simplemente llamó y su tono molesto hizo que lo atendieran sin impedimentos.

Después de aproximadamente media hora llegó alguien a su casa, que después de tener un diagnóstico claro actuó con lo que sabía tenía que hacer.

Incluso aquella chica se sorprendió al ver el brazo en el que colocaría la intravenosa de suero, llena de marcas de antiguas inyecciones.















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En Espera. Where stories live. Discover now