El Alfa Perfecto Para Mi

Pesadilla

—Adiós, Tony— Susurró Steve en su oído.

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18 de Abril de 1986

Tony se levantó de golpe por el aterrador escalofrío que recorrió sus huesos después de que escucho la voz de Steve susurrarle en sueños, lamentando su decisión inmediatamente después cuando la luz de la habitación lo cegó y el tremendo dolor en su cuerpo le hizo caer como peso muerto en su cama.

Cerró los ojos y llevo su mano derecha a estos, notando que había algo conectada a ella, algo ridículamente parecido a una intravenosa. Una vez fue consciente de esto, empezó a notar detalles del lugar en el que se encontraba, como por ejemplo, el hecho de que en su habitación no había tanta luz y ni Rhodey, ni el solían abrir las cortinas a menudo, y en todo caso, no habría tanta luz como había ahora en la habitación. También estaban los murmullos agitados a su alrededor y el movimiento que podía sentir en la habitación, eso, sumado a la rigidez de la cama en la que estaba acostado, le dijo claramente que no estaba en su habitación y que probablemente estaría en muchos problemas.

Trató de recordar el día anterior, pero tenía recuerdos difusos en su mente, lo último que recuerda es haber fumado su último cigarrillo de marihuana, antes de buscar cosas un poco más fuertes, cuando un profundo dolor en la marca de enlace en su cuello le atravesó de pies a cabeza y lo mando al mundo de los sueños. Era extraño, ya que generalmente lo que conseguía en las fiestas le ayudaba a calmar el dolor, sin embargo, en esta ocasión había sido tan fuerte que no podía evitarlo.

Se tomó unos minutos más para recuperarse, antes de abrir los ojos y descubrir que se encontraba en una cama de hospital, conectado a una vía y rodeado de enfermeras, que tomaban apuntes y se movían de aquí para allá, murmurando entre ellas y hablando con un hombre mayor que suponía que era el doctor. Estos, al notar que había vuelto a la consciencia, se acercaron rápidamente a él, empezaron a hacerle preguntas y a moverse inquietantemente a su alrededor, revisando que todo se encontrará bien con él.

El doctor se acercó a él, y pregunto unos aspectos generales, antes de revisar su cuello, murmurar algo acerca de enlace de apareamiento, efecto de tirón, pérdida de vínculo y consuelo, antes de tomar una jeringa que le entregaba una enfermera, poner una inyección de alguna especie de calmante en su cuello, que dolía bastante.

Después de eso, el hombre revisó un poco más su garganta y su marca, antes de anunciarle que su madre estaría con él en un momento, para así tomar sus informes y salir con el séquito de enfermeras detrás de él.

Tony estaba confundido, generalmente, cuando pasaba por este tipo de cosas, se le explicaba la razón por la que se encontraba aquí, sin embargo, esta vez solo lo habían revisado, lo habían medicado y se habían ido sin darle mayor explicación.

Y tal y como lo anunció el médico, su madré entró a la habitación varios minutos después, seguida de Jarvis, ambos con ojeras pronunciadas en sus ojos, así como expresiones de cansancio, fatiga, dolor y profunda tristeza y Tony trago al verlos así, y la culpabilidad se asentó en el fondo de su estómago, ya que se sentía responsable por el estado actual de sus seres queridos.

—¿Como te sientes, Tony?— preguntó la mujer mientras se acercaba a la cama, adoptando un tono cariñoso y maternal, aunque a Tony no se le escapó el tono entrecortado en su voz. Al tenerla a su lado, Tony pudo notar con mayor claridad el enrojecimiento de sus ojos y los rastros de lágrimas que habían tratado de ser ocultados con maquillaje, aquello solo lo hizo sentir peor de lo que ya se sentía.

—me duele mucho todo el cuerpo, siento como si me hubieran dado una paliza y me duele mucho la marca de enlace— respondió con la voz rasposa y llena de dolor, que era notable por la forma en que se entrecortaban sus palabras al hablar.