uno.

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¿Han pasado toda su vida flechados por alguien? ¿Han sentido la necesidad de ser mejor solo para él o ella?

Éste soy yo, creando historias en mi cabeza con la frágil idea de que podemos estar juntos en un futuro no muy lejano.

Ese es él, un chico promedio siendo arrastrado por lo cruel qué es la sociedad hoy en día, guiándose por los prejuicios que impone la gente.

Aquí les cuento cómo fue qué me enamoré de sus ojos, su preciosa nariz, su amor por él arte y su manera tan independiente de ser.

Yo tenía doce años cuando él chiquillo paliducho de más o menos mi edad se acercó a pedirme un par de indicaciones para cómo llegar a su salón de clases.

"Ah, es él mismo salón al que voy justo ahora. Te acompaño si quieres, soy buena guía turística."

Para nada se había negado, de hecho habíamos llegado juntos al salón atrayendo las miradas de todos nuestros compañeros. Él se presentó como todo alumno haría en su primer día de escuela y se sentó a lado mío. Mala idea.

Las burlas no tardaron en hacerse presentes, tarde se había dado cuenta que yo era el patito feo del grupo. Si bien yo no me consideraba feo, para los demás sí lo era y no entendía muy bien el porqué, hoy estaba lindísimo particularmente.

"Ven ya, te has sentado con él raro".

"Déjalo ahí Ryujin, qué seguro es igual de rarito qué el loco ese".

Bufé y dirigí mi vista a otra parte, la ventana y el azul del cielo era más entretenido que aquellos malos chicos. Mi cabeza hizo un "zoom" inmediato cuando escuché al chico nuevo hablar por tercera vez.

"Ya, no sean malos. No le digan así, es lindo".

Mi corazón latió con fuerza por primera vez, claro, que antes ya había latido así, pero por One Direction y SHINEE. Ahora latía con fuerza por el simpático niño a mí lado.

Le sonreí en agradecimiento por su valentía, tenía coraje.

"Oye, ¿te gustaría comer conmigo en él descanso?"

"Claro, puedo convidarte de mi takoyaki, mi madre es muy buena cocinera"

Ese había sido el inicio de mi enamoramiento exhaustivo hacia Hwang Hyunjin. A este punto de mi vida, ya no sabía si era una obsesión o de verdad estaba enamorado y jamás podría superarlo. Maldigo la hora en la qué él me defendió.

Después de eso estuvimos juntos siendo amigos por muchos años más, hasta qué cumplimos 16.

Jisung era un chico presumido, con mucho cabello y poco cerebro. Pedía a gritos atención, atención del chico qué me tenía enamorado.

Lamentablemente sí la recibió.

Después de eso nada era igual, nuestra pequeña amistad de dos, se había vuelto de tres (conmigo más excluido). Hyunjin pasaba de mi innumerables veces para irse con el, también comenzaba a sospechar de qué se traían algo más qué una simple amistad cómo la de él y yo. Me temía lo peor.

Claro, yo y mi poca dignidad no nos podíamos quedar así, así qué me atreví a confesar esos sentimientos qué tenía muy dentro de mí después de convencerme de que era la mejor opción.

Qué tonto fui al creer que él reaccionaria de una manera positiva.

"Oigan, chicos, miren, tengo algo que mostrarles".

Jisung y yo nos encontrábamos en casa de Hyunjin ansiosos por ver aquella cosa tan preciada qué él mayor quería mostrarnos. Según él, había tardado meses en componerla pensando en su amado.

"¿Entonces se llama first love?"

Tenía la pequeña esperanza de qué fuera para mí.

"Es genial, la letra y todo, es perfecto. Hyunjin será grande, ya lo verás"

Me sonrió eternecido y asintió en modo de agradecimiento.
Jisung me miró mal, el sabía qué no estaba familiarizado con la música, menos el rap. El sentía miedo de que yo congeniara más con él.

"Voy al baño, vuelvo en un momento".

Era ahora o nunca, tenía que confesarme, Jisung no estaba y él se encontraba disponible para mi. Es mi única oportunidad.

Di un largo suspiro cogiendo todo el aire que le estaba haciendo falta a mis pulmones y me armé de valor. Jugué un rato con mis dedos antes de llamar su atención y decirle lo que tenía qué decir. Éste era el fin de nuestra no-relación. Seguro me mandaba de paseo, aunque tenía una ligera corazonada de que todo iba a salir bien, nuevamente me estaba dando una mala jugada.

"Hyunjin, me gustas..."

Solté sin previo aviso. El mayor que se encontraba dando vueltas en su silla giratoria paró su movimiento con un pie y me miró intensamente a los ojos.

"¿Estás bromeando? No es gracioso"

"Dd verdad me gustas, lamento habértelo dicho así pero..."

Se acercó a mi y tomó mi rostro entre las palmas de sus manos, yo por inercia cerré mis ojos, esperando el beso que jamás llegó.

"Lo siento, Jeongin. No me gusta tu cara, es fea."

Mis ojos ahora se encontraban repletos de lágrimas, mientras que los de él, repletos de repulsión.

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I don't like your face © Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora