I don't like your face © Hyunin

tres.

Justo cuando creí que mi vida no podía ser más
miserable, ahí estaba Jisung cogido de la mano
con Hyunjin, se paseaba como si nada con el amor de mi vida, con mi primer beso.

Era lunes nuevamente y MinHo había prometido
pasar por mi en la salida para comenzar nuestro plan, el cual titulamos "misión separarlos" gran nombre, eh. Al parecer el mayor ya se sospechaba que Sungie había conseguido a Hyunjin después de todo.

No imaginé que al volver a clases me encontraría con
tan desagradable imagen, el colegio estaba hecho un
lio, murmullos y chismes viajaban por cada rincón del
instituto.

"Yo creía que salía con Jeongin"

"Se ven bien juntos, ¿no lo crees?

"Se ven bien juntos, no lo crees?"

"Pobre Jeongin"

"Jisung es muy feo para él"

"Hyunjin es demasiado serio para un chico como el, estaría mejor conmigo"

Tomé un montón de aire antes de pasar junto a ellos y sentir la mirada del paliducho sobre mi. Lo ignoré, y
sé que le dolió, porque al fin y al cabo yo era su amigo, bueno, eso quería pensar.

Las clases pasaron lentísimas, desafortunadamente
ni un maestro había faltado y me sentía abrumado,
jugaba con mis pies mientras esperaba en la salida del gran edificio, el aire lograba que mi cabello se moviera de un lado a otro con gran fuerza, me despeinaba y me molestaba. Estuve más o menos cinco minutos esperando ahí, sin mucha emoción, hasta que escuché una voz muy conocida llamar mi nombre a mis espaldas.

—¡Innie, Innie!—Hyunjin llegaba corriendo atrás de mi,
con la respiración agitada. Le había dicho tiempo atrás que necesitaba mejorar su condición física, incluso me ofrecí a correr con él todas las tardes; era un flojo de

—Hola, Hyun...

—Jeongin, amor. Perdón por tardar, había mucho tráfico. —Mordí nervioso mi labio inferior y cerré mis ojos por inercia, supongo que había comenzado nuestro plan.

—Oh. Hola, soy MinHo, el novio de Jeongin. Tú debes ser Hyunjin, el habla muy bien de ti. —Estiró su brazo para ofrecer un saludo, mientras que el otro lo pasaba por mis hombros. Hyunjin un poco confundido tomó su mano y la estrechó amablemente.

—Hyung, vamos, debemos tomar el autobús. —Quería librarme de esta incómoda situación cuanto antes, no soportaba tener tanta tensión.

—No te preocupes, traigo mi motocicleta. —Abrí los ojos de par en par, jamás me había subido a una moto por temor a caerme o accidentarme, a mamá tampoco le hacía mucha gracia que nos subiéramos a algo así.

—Jeongin, a ti te dan miedo las motocicletas, ¿desde cuándo te gusta ir en eso? Puedo acompañarte yo y de paso...

Su voz fue interrumpida por un (aparentemente) enojado MinHo. O actuaba muy bien o yo lo veía de otra manera.

—Lo siento, es mi novio y viene conmigo, no importa cuánto tiempo lleven ustedes dos siendo amigos, ahora es más mío que tuyo, ¿lo cachas?

—Él no es ningún puto objeto para que lo trates así, puede venir conmigo si así lo prefiere. —Las venas en el cuello de Hyunjin que tanto me molestaban, se habían hecho presentes. Eso sólo daba a entender una cosa; se estaba cabreando.

—Innie, nene, dile qué prefieres.

No podía echarme ahora para atrás, si bien quería que MinHo no se sintiera mal, no podía dejar tirado como si nada nuestro plan. A la mierda el temor por las motocicletas.

—Lo siento, Hyunjin, debo ir con mi novio.

Hyunjin

Apreté mis puños con fuerza y asentí hacia él, restándole importancia.
Giré mi cuerpo en dirección contraria y no me tomé la molestia de despedirme, no estaba de humor.

¿Lo había llamado novio? ¿Hace cuánto se conocían? ¿Por qué nunca me dijo hyung a mi a pesar de llevar años conociéndonos?

Frustrado pateé una lata en mi camino y miré hacia el cielo; en unos minutos comenzaría a llover y debía apresurarme. Me sentía molesto, quería romper la cara de ese chico adonis y correr con Jeongin tomados de la mano, qué puto cursi, pero era mi amigo y no podía estar con cualquiera.

Quería disculparme con él después de lo que le dije hace un par de semanas, no nos habíamos visto hasta ahora y no tuve la oportunidad de hacerlo.

Ciertamente era un chico muy lindo, con una sonrisa preciosa y me gustaba muchísimo su manera de ser, me entendía a la perfección, era la persona que mejor me conocía en el mundo. Pero aún así, yo no lo veía como algo más, y lo único que pudo salir de mi ante esa confesión fueron esas palabras hirientes. Por supuesto estaba consiente de que había metido la pata hasta el fondo.

Bufé al recordar que había olvidado a Jisung en el
instituto, seguro estaría esperándome, pero no tenía
ánimos para estar con él.

Jisung había llegado a mi vida para darle un giro
inesperado de 360 grados, llevándome a la cima de la mierda que llaman amor, o algo así, no estaba seguro. Lo único que sabía era que es muy lindo, el chico más lindo que mis ojos han visto.

Me atreví a pedirle ser mi novio porque realmente me gusta mucho, pero cuando me puso la condición de no hablar más con Jeongin me lo pensé. ¿Realmente valía la pena dejar una amistad de años por una relación que puede terminar mañana? Ahora estaba seguro de que sí, a Jeongin no le había importado y se había ido con ese chico, dejándome solo con mis disculpas.

¿Nuestra amistad oficialmente había acabado? ¿Por qué me sentía mal por eso? ¿Por qué me dolía saber que ya no estaría más conmigo y prefería a su novio?

Jeongin

—Eres demasiado bueno, Jeongin. –Reí mientras volvía a posicionarme para bailar Oppa Gangnam Style de PSY, moví los brazos de arriba hacia abajo al ritmo de la canción, coordinando con mis piernas.

El mayor aplaudió eufozibamente y sonrió al verme hacer mi mayor esfuerzo.

—¡Bravo, bravo! ¡Eres mejor que Hyuna!

Me sonrojé y reí con fuerza antes de dejarme caer sobre el sillón de mi casa, lo había invitado a pasar la tarde conmigo. Mi madre no estaba y mi hermano llegaba muy pocas veces temprano.

-iTe toca, anda! Una de Twice tus patronas. —Lo
señalé después de parar con la risa de ambos, estaba retándolo, bailar al ritmo de esas chicas era un poco difícil si me lo decían a mi.

—Vale, pero si lo logro tendrás que cumplir un castigo. —Se encogió de hombros sin dejar de reir y buscó la canción en el Just Dance. La canción de what is love no era tan difícil como otras, así que lo pensé dos veces, de todas maneras no ganaría.

—Bien, acepto.

Y así pasamos la gran parte de la tarde, riendo, cantando y bailando hasta que comenzó a anochecer, él vivía un poco lejos y tendría que irse pronto para no exponerse tanto.

Nos paramos del sillón después de descansar por treinta minutos y lo acompañé a la salida dando pasos largos, volteó a mirarme y con un puchero lo despedí, mencionándole que lo iba a extrañar y nadie baila mejor que él.
Rió y depositó un pequeño beso en mi frente antes de subirse a su motocicleta y perderse entre la oscuridad, mi corazón se aceleró.