trece.

553 69 7
                                    

Toqué ansioso el timbre de los Hwang, esperando a que su mamá o él salieran cuanto antes.

No pasaron ni dos minutos cuando visualicé la cabellera larga de la señora Hana detrás de la puerta. Me sonrió enternecida.

—¡Innie, muñeco!—Le devolví la sonrisa y se apresuró a rodearme con ambos brazos. —Pasa, pasa. Jinnie salió a comprar un jugo para merendar, pero puedes esperarlo en su cuarto.

Asentí con una leve reverencia.

—Gracias y con permiso, Hana.

Me saqué los zapatos quedando solo en calcetines y corrí a toda velocidad hacia el cuarto de Hyunjin que conocía a la perfección al derecho y al revés.

Aún me traía un poco de nostalgia, la última vez que estuve aquí fue cuando él dijo que yo era muy feo. Suspiré observando cada rincón, esperando encontrar algo nuevo, pero no, todo seguía igual.

Me senté sobre la silla giratoria que tenía frente a su escritorio mágico; decidimos apodarlo así porque ahí era donde él hacía la magia y escribía las letras de sus canciones. Comencé dando leves giros hasta tomar vuelo y falsear, cayendo hacia atrás y dándome un buen golpe en el culo.

—¡Mierda!— Un sollozo junto con jadeos salieron de mi boca, no pude evitar lloriquear mientras me iba poniendo de rodillas sobándome el trasero.

—¿¡Estás bien!?—La madre de mi amigo gritaba desde la parte baja. Solo me limité a contestar de la misma manera con un 'sí'.

Mientras me incorporaba y acomodaba la silla noté que un par de notas estaban en el suelo, quizás por el movimiento brusco se cayeron de algún lugar.

Las tomé entre mis manos para acomodarlas en su área de trabajo, pero algo llamó mi atención. Me apresuré a leer antes de que Hyunjin llegara, pero realmente deseaba no haberlo hecho nunca...

"Para Jinnie:

Lamento tanto haberme acercado así a el, solo quería volver a saber de ti y sentirme cerca.

Me alejaré.

Te prometo que lo haré.

No está bien que solo yo me beneficie de todo esto, el es agradable y ahora entiendo por qué te enamoraste.

Perdón por mis sentimientos, sé que te incomodan. Pero fue inevitable no enamorarme de ti al paso de los años, aunque tú solo hablaras de Jeongin.

Te amo, aún lo hago.

Con cariño, Chan."

Abrí mis labios a más no poder, formando una enorme "o" por lo sorprendido que estaba.

¡Ahora todo tenía sentido!

Hyunjin era aquél pequeño niño regordete de la foto junto a Chan que encontré ese día en su habitación. Menudo día para enterarme de esto. Chan hace días que no me hablaba, evadía mis mensajes y ni hablar en el colegio, ni se dignaba a mirarme.

Todo encaja y entiendo el por qué.

Me sentí triste, creí que realmente quería ser mi amigo. Pero como la mayoría de las personas, solo se acercó a mi por conveniencia. Es catastrófico, pero en la vida siempre hay que estar alerta.

De igual manera no me arrepiento de haberle brindado apoyo y cariño, él me ayudó en su momento y yo a él.

Aunque pensándolo bien...

¿Por qué Hyunjin se puso tan furioso ese día que me invitó a salir?

¿Por él?

¿O por mi?

La puerta se abrió violentamente. Me giré asustado, encontrándome con un rabioso Hyunjin observando mis manos.

—¿Qué haces con eso? ¿No te han enseñado a no meter las narices?—Caminó hacia mi y arrebató el papel de mis manos. —¿Leíste todo?—Lo último había salido de su boca en un susurro. Me sorprendí muchísimo.

Asentí.

—Y-yo... Lo lamento, solo me caí y me dio curiosidad, de verdad no creí...

Me interrumpió tendiéndome su mano para que pudiera levantarme y estar a su altura. La tomé en menos de cinco segundos.

—Discúlpame a mi, no quería que te enteraras así. —Sin previó aviso rodeó mi cuerpo con sus brazos, abrazándome fuertemente. —Él hizo todo con intención de dañarme, y aunque quise decírtelo sabía que no me creerías porque no estábamos bien.

—T-tú... ¿Sentiste algo por él?

Negó repetidas veces y me alejó de su cuerpo sin soltarme de los hombros. Miró directamente a mis ojos.

—Fue un amor no correspondido. —Apartó una de sus manos para acomodarse el flequillo. —Me alejé de él en cuanto lo supe para no hacerle daño.

Claro, tenía sentido por todo lo que me contó Chan. Ahora que me ponía a pensar... ¿Cómo no me di cuenta antes?

Supongo que aún soy muy ingenuo.

—Entiendo.

—No quiero sonar grosero, pero...—Aclaró su garganta. — ¿Qué hacías aquí?

Ahí todo me llegó de golpe.

—Ah, sí. ¡Tú! —Lo señalé— ¡Pedazo de popo! ¿Por qué no me habías buscado?

Su pies dieron varios pasos hacia atrás, alzando las manos y alejándose por completo de mi.

—Yah, tenía que arreglar unas cosas...

—Qué cosas, mira no me quieras volver a rechazar porque yo...

Me vi interrumpido por sus labios pegados a los míos.

¡Chingado!

¡Chingado!

Besaba tan rico.

¿Yo dije eso?

Sí, lo dije.

Se movían al compás de los míos, sin exagerar. Era un roce tan delicado, como si tuviera miedo de romperme. ¿Éste era mi primer beso? Sinceramente, creo que no. Pero vamos, sería el primero de muchos con él, y si me preguntan, diré que definitivamente sí, este fue mi primer beso.

¡Mi primer beso con Jinnie!

Mamá se pondrá eufórica.

I don't like your face © Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora