DRAC

Capítulo 32

Me desperté somnolienta buscando el cuerpo de Drac, pero no lo encontré. Debió salir temprano y yo debí estar demasiado cansada como para no darme cuenta cuando se fue. Demonios, sigo desnudada. Los golpes a mi puerta y la voz de Neferet me hicieron reaccionar.

- ¡Señorita Raven! ¡su tía la busca!

Lo que me faltaba.

-En un momento voy.

-Apresúrese señorita, tiene que comer algo, ¿Qué hora cree que son?

-Tranquila, ya iré.

¿Tan tarde es? Miro al reloj y ya son las dos de la tarde, ¿dormí tanto? Joder... me levanto y siento dolor en todas partes, si no fuera por todo lo que hice ayer estoy segura que no me dolería el cuerpo, me apresuro a darme una ducha y alistarme.

Ya lista bajo al comedor, Maat como de costumbre siempre llevaba una coleta alta, bien vestida y sus labios de un rojo intenso.

-Hasta que te miro Raven- me mira de pies a cabeza-. Te ves... diferente. ¿Cómo te fue en el viaje?

-Eso debería decirte yo. Ya que nunca te encuentras en la mansión, además ¿Por qué querrías saber sobre un estúpido viaje?

La miro detenidamente, ella frunce el ceño y aprieta uno de los cubiertos.

¿Te hice enojar querida tía?

-Me preocupo por ti Raven- sonríe descaradamente-. En unas semanas llegara una visita importante querida.

¿Una persona importante? No me interesa, así que la ignoro. Llega Neferet sirviendo algunos platos en la mesa.

-Siéntate niña, ya está todo servido. Anda, no pierdas tiempo- me indica. Hago lo que me dice y un olor desagradable llega a mi nariz.

- ¿Qué es lo que huele tan mal? - me cubro la nariz, impidiendo seguir oliendo.

-Langosta señorita Raven, ¿No es de su agrado?

Antes de responderle, el timbre de la puerta suena varias veces, ¿quién será que toca con tanta insistencia? Neferet deja lo que estaba haciendo y se va hacia el salón principal.

- ¡Raven! ¡Raven! - al escuchar cómo me gritan me pongo de pie y lo primero que veo es a Mor con su cara pálida buscándome.

- ¿Qué sucede? - ella se abalanza sobre mí y me estrecha en sus brazos, dándome un fuerte abrazo. Siento una sensación de calidez y nerviosismo al verla.

-M-me alegro que estés bien, antes que nada, tenemos que irnos- dice en un hilo de voz. Me mira con los ojos muy abiertos y luego desvía su mirada hacia otra parte. Nos separamos lentamente y volteo viendo Maat.

- ¿Y está señorita es tu amiga Raven? - ella se acerca a nosotras sonriéndonos amablemente.

¿Qué le importa?

-Si... soy Morrigan, amiga de Raven- estrecha la mano con Maat sonriéndole-. Disculpen las molestias por haber tocado de esa manera, pero necesito de su sobrina. Tenemos que iniciar el proyecto final.

Mor sabe manipular muy bien a las personas y sobre todo mentir tan bien. Con esa cara de ángel, ¿quién no le creería? Maat hace un gesto extraño con sus labios y se dirige hacia mí.

-No sabía que tenías amigas... Raven.

-Hay muchas cosas que no sabes de mí- sonrío perversamente y ella se tensa-. Me tengo que ir, ¿no querrás que salga mal en la universidad?

La dejo con la palabra en la boca y tomo de la mano a Mor, salimos de la mansión en silencio. La sigo hacia su auto.

- ¡Guau! eso estuvo muy tenso- se coloca el cinturón-. Ya veo que tu familia es un poquito... no sé cómo explicarlo.