Capítulo 9

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No podía reaccionar, sentía como sus labios húmedos se movían sobre los míos, mi corazón no dejaba de latir ¿Qué mierda es lo que estoy sintiendo? ¿qué es esto? Era como si yo lo reconociera, como si mi cuerpo lo reconociera, todo de él, pero... ¿cómo es posible? O, mejor dicho, ¿por qué no recuerdo? Sus manos estaban aferradas a mi rostro, solté un leve gemido y sentí como se aferraba más a mi cuerpo, demonios esto no está bien, no me puedo detener, Drac es adictivo, me hacía sentir cosas que nunca pensé que experimentaría, se supone que tengo una enfermedad, se supone que no puedo sentir, pero de alguna u otra forma lo hago y solo cuando estoy a su lado, ¿por qué estoy sintiendo cosas extrañas?

Nos separemos por falta de aire y él se encontraba agitado y demonios... sus ojos se miraban más oscuros que nunca, brillaban con intensidad, con perversidad y sus labios ¡Joder! Estaban rojos e hinchados, debo de estar de la misma manera.

No dijimos ni una sola palabra, solo nos observamos en silencio, yo no sabía cómo reaccionar o qué decir, y él...

- ¿Te llevo a casa?

- ¿Eh? Yo n-no- titubeé. Mierda no podía ni hablar bien, me encontraba sorprendida por cómo actué. Mis manos sudaban de los nervios.

- ¿Qué? ¿te dejé sin poder hablar hada oscura?

-No, solo llévame a mi casa- solté molesta caminando a la salida, pero antes de que pudiera salir, me tomó de la muñeca girándome con velocidad quedando frente a él.

-Lo que dije es verdad hada y no me quedaré quieto, no sé qué mierda siento y tengo que averiguarlo- confesó.

- ¿Estás hablando en serio? Mira Drac, yo no soy una propiedad, yo no iré detrás de ti como una perra.

-No hada, el que irá detrás de ti como un perro seré yo... joder, no sé qué carajos sucede conmigo- dijo frustrado jalándose su cabello.

Bueno creo que él se siente de la misma forma que yo, sin embargo, yo no puedo sentir algo, si él se quiere ilusionar solo, que lo haga.

Caminamos en silencio hacia el auto, me subí y abroché mi cinturón, él hizo lo mismo, manejó en silencio en dirección a mi casa. Me encontraba distraída mirando el paisaje, ya era de noche, solo se miraba neblina y algunas luces del pueblo... ¿Cuánto tiempo ha pasado?

-Hada llegamos.

- ¿Eh? ¿Dónde? - pregunté confundida.

-Si no te quieras bajar, por mi estaría bien y duermes en mi cama sin ropa- sonrió guiñándome el ojo.

-Ni lo sueñes, solo estoy algo distraída, bueno... nos vemos Drac- me quité el cinturón, agarré mi mochila y abrí la puerta.

- ¿No te vas a despedir Raven?

-Ya me despedí Drac- bajé del auto parándole el dedo corazón, caminé directo al gran portón y pude escuchar su risa.

Al entrar, pude percibir que no había nadie, solo el silencio y yo. Tenía hambre, no sabía si Maat se encontraba en la mansión, siempre sale a viajes de negocios y tarda en regresar. Aventé la mochila en la entrada y fui directo a la cocina, Neferet dejó comida preparada, me serví y comencé a comer en silencio.

Terminando subí a mi habitación, la mansión era enorme, pero no me molestaba encontrarme sola. Me tiré en mi cama y me quedé observando el techo, sin darme cuenta llevé una de mis manos pálidas directo a mis labios ¿Qué es lo que estoy sintiendo? Es la primera persona que he besado, entonces eso quiere decir que... ¿él fue mi primer beso?

¡En que carajos estoy pensando! Necesito distraerme, no puedo quedarme aquí sin hacer nada. Hace días en la universidad escuché que todos irían a un antro, necesito ir y distraerme de este jodido infierno.
Levanté mi culo y corrí hacia al baño para alistarme.

No sabía que ponerme, nunca he ido a un antro, fui directo al armario y encontré varios vestidos, pero entre todos uno llamó mi atención, era de un color rojo intenso como la sangre, me vestí y me quedaba al cuerpo como una segunda piel, tenía tirantes y un gran escote, mis pechos se miraban enormes con el vestido.

Espero que no se me salga una pechuga y les diga hola a todos, con este jodido vestido.

Terminé de maquillarme y me hice ondas en el cabello, bueno de algo sirvió que Maat mandara a comprar tantas cosas, me miré al espejo y no me reconocía, era como si estuviera otra Raven frente al espejo.
Me puse unas zapatillas ¿Cómo se usan estás mierdas? ¿No se lastiman con esto? Es incómodo, aunque he visto como mujeres las usan.

Cuando estuve lista tomé algo de dinero, mi celular y las llaves. Maat había dejado un lindo auto Maserati de color negro para mí, no tenía ni una maldita idea de cómo iba a conducir, si quería morir creo que lo lograría. San YouTube no me sirvió ni un carajo, me pasé semáforos, altos, caí en enormes baches que estoy segura que le di en toda la madre al auto y como olvidar que discutí con un viejito de boca suelta por el pase, pero lo más difícil fue buscar el maldito antro porque no le entendía al jodido mapa.

Al llegar me estacione y puedo jurar que me subí a la banqueta, pero no me importaba, lo olvidé al instante al divisar la cantidad de gente que se encontraba y solo me ocasiono un tremendo dolor de cabeza, al bajarme me sentí observada ¿Qué me miran? ¿Será por como me estacione? Quería golpearlos, pero llegue sola, no conozco a nadie.


Lo que me faltaba, lo que menos quería era llamar la atención y solo pasar desapercibida.



¡Hola de nuevo! Nuestra Raven se vistió y maquilló bien empoderada.

¿Por qué no recuerda?

Espero que les encante la historia como a mí. De nuevo Gracias por leer, se los agradezco muchísimo.

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