La llamaban hija del demonio por estar involucrada en un asesinato.
Le llamaban hijo de Lucifer por asesinar.
Raven es fría y distante.
Drac es despiadado e insensible.
Raven no se relaciona con nadie.
Drac no tiene amigos.
Ambos son diferentes pero...
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¿Por qué siempre que tengo a Drac cerca, mi corazón no deja de latir? No sé si sea normal, mi enfermedad no me deja sentir, solo provoca que me salga de mis cabales. Y a unos pasos se encontraba el mismísimo lucifer, con su rostro atractivo, sus músculos se le pegaban en esa camisa negra, las mujeres no paraban de mirarlo y sonreían como estúpidas, creyendo que él les haría caso. Sin embargo... él seguía viéndome, sus ojos se encontraban dilatados, ¿Qué quería que hiciera? Como si leyera mis pensamientos sonrió de nuevo.
- ¿Ahora soy un desconocido? Que extraño, si hace algunas horas nos estábamos follando con nuestras bocas- bromeó.
Dios... díganme que no dijo eso, mi cuerpo actuó por su cuenta, yo ni siquiera podía reaccionar de esa burbuja, ahora me lo recordará siempre. Que frustrante.
-No digas eso por favor, suena asqueroso.
Se burló y por alguna extraña razón no podía dejar de observarlo, era como si fuese una maldita droga... ¿Qué mierda me sucede? No lo entiendo, no lo conozco de alguna parte.
-No dirías eso si estuviéramos follando, pero... sin ropa hada- alzó y bajó sus cejas en modo de diversión.
-Cállate, es muy molesto lo que dices, ahora lárgate de aquí- ladré furiosa, parece que se divierte sacándome de quicio.
Quisiera matarlo.
-Apuesto que estás pensando en asesinarme hada- murmuró cerca de mi oído, haciendo que mi piel se erizara por tenerlo tan pegado a mi cuerpo.
¿Cómo sabe lo que pienso? ¿lee la mente? No lo creo, es un loco psicópata, apuesto que sabe leer a los humanos.
-Créeme que lo estoy pensando y de una manera muy divertida- sonreí.
-Lo que mencioné de que te seguiría era verdad Raven.
Mi cuerpo se tensó por completo, sentí mis mejillas calientes, ¿Tendré fiebre?
- ¡Hola loca! No pensé en encontrarte en estos lugares, naah... la verdad ya no sé qué pensar sobre ti, siempre me sorprendes- intervino Derek, siempre estaba sonriendo, eso me irritaba.
Drac rodó los ojos y pidió un trago, eso me sorprendió no sabía que bebía, Derek se sentó en uno de los bancos sin despegar sus ojos de mí. Escuché algunos pasos acercándose, era otro de los amigos de Drac, no recuerdo bien su nombre, sin embargo, las mujeres los miraban con deseo mordiéndose sus labios. Que repugnantes son, parece que andan en celo.
Perras.
-Bienvenida a mi antro preciosa, ya que no tuvimos oportunidad de presentarnos bien, soy Kronos D' Alessi- dijo tomando una de mis manos dándole un beso.
¿Todos eran así de atractivos? Ya veo porque las mujeres no pueden dejar de observarlos, Kronos tenía una mirada de depredador, sus ojos color azul cielo destacaban, su cabello negro azabache, era un poco largo. Era alto, tenía la piel pálida, llevaba una camisa oscura pegada a su cuerpo y un jean negro, se podía notar que se encontraba en forma.
