𝜗𝜚 𝐨͟𝐡͟ 𝐚͟𝐧͟𝐚 🎀 senpai x lectora. ♱

♡ ⸝⸝ :: capítulo quince.

Estaba en el salón. Mientras el profesor daba su clase yo dibujaba garabatos en mi cuaderno. Mi mente estaba en blanco, no sabía que pensar. Seguía un poco abrumada por lo de la mañana... recordándolo me sentí algo desanimada; llorar en frente de alguien... sentía mi orgullo irse a la mierda, además de las chicas y Senpai ver mi rostro bañado en lágrimas... ¡simplemente humillante al mi parecer!

El timbre que avisaba el segundo receso sonó, me quedé confundida ¿cómo pasó el tiempo tan rápido? daba igual, no tenía nada que hacer así que me puse a escribir palabras que venían a mi cabeza sobre la última hoja del cuaderno. Todos salieron del salón, Alucard se quedó conmigo pero después me dijo que iba ir solo a la cafetería.

Estaba algo extrañada con respecto a eso, pero también intentaba no darle demasiada importancia; me daba gusto ver que Alucard estaba tomando confianza poco a poco.

Dejé la pluma sobre la hoja y miré mis manos, podía recordar todas las lágrimas que habían sido derramadas sobre ellas. Ni siquiera yo sé que es lo que me sucede, ¿por qué ahora me siento bien pero otras veces me siento tan mal? entrecerré los ojos, me dolía la cabeza de nuevo. ¿Debería salir a comprar algo de comer?

— ¡He vuelto! — Dijo Alucard entrando por la puerta, me sacó un susto. Pude ver que tenía entre sus manos dos sopas instantáneas, dos botellas pequeñas de jugo y unas galletas. Se acercó a mí. — ¡Te he comprado esto!

— Alucard... no era necesario... — Murmuré apenada, mi rostro ardía un poco. Él simplemente sonrió poniendo la sopa junto al jugo sobre mi pupitre, después fue a su asiento.

— Esta es la primera vez que como sopa instantánea. — Farfulló, a punto de probarla. Tomé con mucha vergüenza la mía. — ¡Está muy deliciosa!

— Sí... — Respondí cabizbaja, le di un pequeño sorbo mientras que mi rostro no paraba de arder. — Gracias por esto... aunque no era necesario.

— No pasa nada. — Farfulló con la boca llena, yo me dispuse a comer.

Después de un rato, acabamos. Nadie decía palabra alguna; podía ver de reojo a Alucard serio. Jugaba con el tenedor y lo encajaba lentamente en el vaso. El silencio era lo que dominaba todo el salón, no sabía que hacer.

— No permitiré que nadie te diga nada. — Farfulló Alucard de la nada, su tono de voz era serio, me quedé un poco extrañada. — Ni que nadie te toque.

— ¿Gracias...? — Solté junto a una sonrisa nerviosa, él me miró de reojo mientras encajaba un poco más rápido el tenedor; por un momento dejé de pensar que era él. — Aunque... no es tan necesario que digamos, puedo defenderme yo sola.

— No importa. — Murmuró, seguido soltó un suspiro y terminó de jugar con su vaso. — No me gustaría perderte... no me gustaría verte lejos de mí.

Quedé callada unos momentos, nunca había oído a alguien decir eso con un rostro y tono de voz tan serio.

— Tranquilo... no me iré ni nada por el estilo. No debes preocuparte por eso. — Dije mientras lo miraba, en su rostro se dibujó una sonrisa levemente retorcida. — ¿Te encuentras bien?

— No lo has entendido.

El timbre, indicando que el receso ha acabado sonó, poco a poco todos fueron entrando al salón; pero yo sólo veía a Alucard... se comportaba un poco raro.

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Narrador.

Las clases acabaron en su totalidad, caminabas hacia tu casa aún pensando el actuar de Alucard, sentías tu corazón palpitar fuerte, ¿es en serio muy inseguro...? querías pensar que quizá es por eso. Sentiste gotas de agua, miraste hacia arriba... al parecer iba a llover. Corriste para no resfriarte.