𝜗𝜚 𝐨͟𝐡͟ 𝐚͟𝐧͟𝐚 🎀 senpai x lectora. ♱

♡ ⸝⸝ :: capítulo veintidós.

— ¿Y si no qué?, ¿todavía lo preguntas? suéltame, me estás lastimando mucho. — En ese momento fue cuando notaste que Senpai se puso tenso y algo frustrado. Su rostro, de un momento a otro, se enserió.

Abrió los ojos como platos al ver cómo te estaba tomando de las manos, así que, al instante las soltó y dio unos pasos hacia atrás. Te miraba de manera diferente.

— Te dije que no quería volver a verte cerca de mí, vete. — Dijiste, tratando de mantenerte firme. Senpai negó con su cabeza mientras seguía caminando hacia atrás. Sus ojos se cristalizaron más y, sin previo aviso, unas cuantas lágrimas rodaron por sus rojizas mejillas.

— N-No... no... — Después de musitar aquellas palabras, levantó la mirada para verte durante unos segundos. Puso ambas manos en su rostro y seguido salió corriendo de allí lo más rápido que pudo.

Por otro lado, tú sobabas con delicadeza tus manos, las miraste y estaban algo rojas. Su agarre sí que era fuerte.

...

Todo estaba tan confuso los últimos días. No lograbas entender nada de lo que sucedía, sólo te hundías cada vez más en la oscuridad. ¿Por qué dejaste que todo eso te sucediera?, ¿cómo?

Yacías sentada en una banca, habían pasado algunos minutos desde que las clases terminaron y, estabas en un pequeño parque cerca de tu casa. No tenías ganas de ir a tu hogar.

Estabas perdida en tus pensamientos, como estos últimos dias lo has estado. Las preguntas inundaban tu mente de manera grave, incluso haciéndote sentir agobiada.

Alucard era el único amigo que te quedaba, no lograbas hallar qué hacer para que no terminase abandonándote como los otros. Preferirías abandonarlo tú antes que él a ti, según tú, para que sea menos doloroso.

De un momento a otro, un pensamiento se puso claro en tu mente; ¿deberías ser tú quién le de fin a su amistad?, para que él te odie y se aleje.

Cerraste los ojos y negaste con la cabeza. Simplemente no podrías hacer tal cosa, te habías encariñado con él y era tu único amigo. Levantaste la mirada hacia el cielo, este tenía un color naranja que, con el pasar de los minutos, se oscurecía cada vez más. Aunque, te hacía sentir agobiada.

— ¿_____? — Oíste una voz al lado tuyo, volteaste a ver con delicadeza para toparte con Alucard. Te sobresaltaste y casi te caías de la banca. No habías oído sus pasos ni lo habías visto. — ¿Qué estás haciendo aquí?

— ...Uh... — Estabas algo apenada, apartaste la mirada. No sabías que responder así que te quedaste callada, el silencio estuvo presente durante unos segundos.

El pelinegro soltó un suspiro, caminó un poco y se sentó a un lado. Justo estabas pensando en él y se aparece..., ¿qué hacía él por allí?

— ¿No deberías estar en tu casa? — Indagó una vez más, tú levantaste ambos hombros algo insegura.

— Siendo sincera, estaba a punto de irme. — Entrelazaste tus manos y mirabas al suelo algo avergonzada. Alucard te miraba de reojo pensando en qué decir.

— Estás demasiado callada, tu mirada luce apagada y ni siquiera me miras. ¿Te pasa algo?

— No me pasa nada. Estoy bien. — Respondiste casi al instante, a la vez sonriendo forzosamente. Él volteó a verte por completo, su semblante estaba serio pero su aura emanaba... otra cosa.