𝜗𝜚 𝐨͟𝐡͟ 𝐚͟𝐧͟𝐚 🎀 senpai x lectora. ♱

♡ ⸝⸝ :: capítulo dieciocho.

Era la madrugada de un jueves, yacías acostada en tu cama, el ruido de la televisión resonaba en tu cuarto pero no le prestabas atención. La silueta de Keith no se iba de tu cabeza. No podías creer nada de lo que ocurría.

Llorabas recordando los momentos junto a él, era en vano intentar olvidarlo. El putrefacto olor seguía presente en tu nariz, simplemente era insoportable.

Después de encontrar su cuerpo, llamaron a la policía. Ambas veían aterradas como sacaban su cuerpo de la casa, lloraban en el hombro de la otra; estaban muy mal.

Después de aquello Cherry y tú no habían hablado ni siquiera por mensaje, tus padres al enterarse de eso intentaban consolarte, te entendían así que te dejaban sola pero eso lo empeoraba. No habías ido a la escuela por una larga semana, mensajes de Alucard llegaban a tu celular pero no tenías ganas de nada; incluso cartas llegaban a tu casa pero simplemente las tirabas.

Saliendo de tus pensamientos, secaste las lágrimas que yacían en tus rojizas mejillas, tus ojos estaban hinchados de tanto llorar. Tomaste el control de la televisión y la apagaste, estabas cabeceando un poco y los párpados te pesaban.

Pero a pesar de intentar dormir no lograbas hacerlo; era inútil. Viste en tu celular que eran las 3:04 de la madrugada, suspiraste profundo mientras abrazabas una almohada y veías sin punto fijo la oscuridad.

Unos minutos después, que habían parecido una eternidad, cerrabas tus ojos lentamente... habías logrado conciliar el sueño. Hace días que no lograbas dormir bien, la cabeza te dolía un montón y estabas más alerta que antes.

. . .

Oscuridad absoluta. No podías ver nada pero de algún modo no te sentías con miedo, o algo parecido. Poco a poco la luz fue esparciéndose y te diste cuenta de que estabas en la azotea de tu escuela. Pudiste darte cuenta de que al lado tuyo estaba Senpai recargado sobre el barandal, por otro lado tú estabas de espaldas ante este pero de igual manera recargada.

— ______. — Susurró él, mientras jugaba con sus manos. Tú hiciste oídos sordos, cruzándote de brazos. — Puedes pretender que soy él, así como tú pretendes que él es "alguien" que conocías.

Lentamente giraba su cuerpo hacia el tuyo, se acercó un poco y tomó tus manos; entrelazándolas con las de él.

— Sueles ignorarme, eso me lastima demasiado. — Senpai te tomó por debajo de los hombros e hizo que te sentases en el barandal. Te asustaste un poco pues parecía que irías a caerte. Ambos hacían contacto visual, sus manos no se separaban de aquél tímido tacto. — Estoy consiente de lo que estoy haciendo ahora mismo... no me arrepiento de ver tus preciosos ojos ahora mismo, combinando con el cielo naranja.

— ¿Haciendo qué cosa?

— Hablarte. Sé que esto no es real. Es un sueño. Tu sueño. — Susurró, en su rostro comenzaba a formarse una sonrisa retorcida. Un miedo comenzó a formarse dentro de tí. Sin aviso te lanzaste de la azotea, impactando tu cuerpo contra el suelo.

...

— ¡______! ¡______! — Alguien decía tu nombre repetidas veces. Poco a poco fuiste abriendo los ojos para darte cuenta de que tu madre estaba tomándote de los hombros y moviéndote repetidamente. Había amanecido, y tú habías despertado. — Levántate, has faltado una semana a la escuela. Además que no le has dicho a tus profesores de que faltarías, ¿verdad?

Ante esto bajaste tu mirada, frunciste un poco el ceño mientras jugabas con tus manos. Recordaste lo que habías soñado; te sentías agitada y abrumada.

— U-Ugh... bueno... ya me levantaré, sal de mi habitación por favor.

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Caminabas por la calle claramente enojada; el ceño fruncido daba el toque especial en tu rostro. ¿Qué le dirías a Alucard? ¿pensará que lo odias? Aún pensabas en lo que habías soñado, pero simplemente no le diste demasiada importancia; era un sueño.