"Síndrome de Casandra"; es un concepto ficticio usado para describir a quien cree que puede ver el futuro, pero no puede hacer nada por evitarlo.
¿Y por qué explico el síndrome de Casandra? Es por que nuestra protagonista _____ sufre ese trastorno...
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NARRA _____
"_____"
Es lo único que logro escuchar. No veo del todo bien, pero puedo identificar la silueta de los chicos, están a mi lado. ¿Que diablos pasó? Lo único que recuerdo fue el entrenamiento diario, en el cual utilizaron bombas, como era de costumbre. Según lo que recuerdo, estaba resistiendo bastante bien, pero parece que algo salió mal y termine en cama, otra vez.
- _____...- la voz de Kuri, suena algo preocupado.
- Tranquilo, no es para tanto...- Bren.- se levantará, estoy seguro.- él nunca lo diría, pero esta preocupado.
- ¿Chicos?- poco a poco me levanté de la cama, aunque fue algo difícil por el dolor de cabeza que en ese momento era insoportable.- ¿Que sucedió?- ambos voltearon a verme, el pelirrojo formó una gran sonrisa.
- ¡_____!- gritó el más alto mientras me abrazaba con fuerza.- Nos preocupamos mucho...-
- Sueltala, gorila... ¿no ves que acaba de despertar?- dice el ojiazul masajeandoce el puente de la nariz.- Nos preocupaste, estúpida.- a penas lo pude notar, pero su seriedad desapareció por un momento, dejando ver una pequeña pero hermosa sonrisa.
- ¿Cuanto tiempo pasó?- pregunte mientras dirigía mi mano a la cabeza.
- Al rededor de 5 horas...- contesto el más bajito.
- Casi te llevan al laboratorio, tienes que tener mas cuidado.- dice el pelirrojo mientras me toma por los hombros deshaciendo el abrazo.
- Kuri, déjame hablar con ella, ¿si?-
- ¡Pero...!-
- ¡No te bañaste cuando volviste de entrenar!- interrumpio algo molesto.- ¡Vete o te pateo en las...!-
- ¡No lo hagas!- y así como gato asustado, el ojinegro corrió hacia la ducha. A penas la puerta se cerro, unos brazos me rodearon, Bren estaba llorando.
- No lo vuelvas a hacer... ¡idiota!- grito entre sollozos.
No es la primera vez que lo veo así. Hace tiempo nos había contado cómo se sentía. Kuri y yo éramos sus únicos amigos, ya que donde el vivía no lo tomaban en cuenta o simplemente lo evitaban, aunque tampoco duro mucho tiempo ahí. Desde temprana edad vivió encerrado, solo, el único contacto que tenía era su encargado, Jiro. Y aunque no lo quisiese admitir, en los 6 meses que llevamos juntos el nos ha tomado un enorme cariño, al igual que yo a ellos, con como hermanos, pasamos todo el tiempo juntos. Pero él nunca había experimentado el sufrimiento de perder a alguien, así que, que alguno de los dos salga herido realmente le afecta.
- Tranquilo, estoy perfectamente bien...- intenté tranquilizarlo dándole palmaditas en la espalda, cosa que sorpresivamente funcionó.
- Lo siento, es que...- hizo una pequeña pausa para suspirar.- no quiero que piensen mal y te terminen desechando.-
