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Era jueves por la tarde y Amina llegó del colegio, dejó las cosas en su habitación y bajó a prepararse la merienda. Con todo listo no terminó de prender la televisión, que oye las llaves en la puerta y entra su madre con varias bolsas del supermercado "¿porque llego temprano y con comida?" se preguntó extrañada que llegara media hora después que ella.

-Te ayudo. -afirmó antes que le dijera nada, agarro dos bolsas y las llevó a la cocina- ¿me compraste algo rico?

-Ay, Amina ya estas grande.

-¿Y porque compraste tantas cosas? ¿quien viene? -preguntaba curiosa.

-Viene tu hermano a cenar y más te vale que comas algo. -le dijo sabiendo que hacía días que su hija estaba comiendo poco y nada.

-¿Marcus? ¿Y que tengo que cocinar?

-Hoy voy a cocinar yo, por eso llegué temprano. -dijo sonriendo al tiempo que a Amina se le borraba la sonrisa quedando con algo de confusión.

-Ah, pero que bonito a él le cocinas y a mi no me compraste ni un caramelo. -quiso quedarse seria y fingir enojo pero no le salió.

-Amina ¿En serio? -pero al ver que no lo era siguió en lo suyo.

-Me voy a la pieza cualquier cosa que necesites decime. 

-Esta bien, anda, anda. -la miro preparando todo y subiendo las escaleras se dijo "¿que me voy a enojar con ella? Después de todo me voy a terminar revolcándo con su hijo favorito."

 Estaba nerviosa porque al fin iba a verlo, ¿que le tenía que decir? ¿como tenía que actuar? entonces se imaginó 35000 diálogos basados en "Si yo le digo, entonces él me dice y yo le contesto", cuando quiso acordar oyó el timbre, su madre ya lo había hecho pasar cuando ella salía de su habitación. No pudieron dejar de mirarse hasta que ella con una media sonrisa lo abrazó, no fue de manera muy estrecha al igual que él.

-¿Cómo estás? No sabía que ya estabas. -ella notaba que esa mirada quería decir más, mucho más pero no se podía.

-Bien, si vengo directo del colegio ¿vos como estas?

-Bien… -su madre los miraba curiosa y feliz de que al fin se lleven bien- pensé que estabas con tus amigas. 

-Pero si tu hermana no tiene amigas. Es una pena. -cortó Debora yéndose a la cocina.

-En realidad ellas tienen que hacer sus cosas después, pero solemos juntarnos los fines de semana un rato en lo de Juliette. -le contaba mientras se iban a sentar en los sillones.

-Ah ¿por qué no le contaste a mamá? Se pondría contenta.

-No me creería. -Marcus alzó una ceja porque no llegaba a entender el tipo de relación que ambas tenían- y no lo intentes porque…

-Buenas tardes noches. -saludó su padre entrando lo más campante, primero saludo a Amina y luego a Marcus. Se puso a hablar con su hijo por lo que la charla con Amina se tuvo que dar por concluida.
¿La cena? Se quemó. 

-Bueno a pedir una pizza y ya sabemos que 'pollo al instagram*' no sale rico. -dijo intentando no reírse.

-Papá no seas malo. -le contestó Amina mientras la mujer lo miraba con un claro enojo.

-Yo conozco una pizzería que además venden unas milanesas espectaculares, si quieren llamo. -todos estuvieron de acuerdo por lo que Marcus llamó y mientras esperaban trato de consolar a su madre pero el enojo de ella no desapareció hasta la segunda copa de vino.
 Amina se encargó de levantar la mesa y lavar los platos, mientras tanto sus padres y su hermano hablaban en en comedor, se sentía frustrada y triste porque le gustaría estar con Marcus, que siempre se ayudaban para los quehaceres, pero ahora estaba en la casa de sus padres y no estaba segura de que lo que quería pase.

-Te ayudo a secar. -y si pasó.

-No, está bien. En un rato termino. -dijo sin sacar la vista del fregadero.

-No fue una pregunta. -le saco el repasador del hombro y se puso a secar- ahora si ¿como estas?

-¿No me ves? Horrible, irritante y con insomnio ¿vos?

-Yo igual… -soltó un suspiro.

-No estás horrible. Siempre parece que estas perfecto. -le dijo refregando la fuente dónde había estado el pollo rostizado.

-Necesitamos hablar tranquilos. Tengo curiosidad con algo -Amina murmuró un "ajam"- ¿cómo te llevas con mamá? No digo que sean unidas pero…

-Marcus los veo una hora a la mañana y dos o tres por la noche. Hoy vinieron temprano porque venias. -contestó secándose las manos, él la miró cruzándose de brazos.

-Entonces estás sola o en el colegio ¿y no te molesta?

-No, ya me acostumbre además ahora tengo a quien ir a visitar.

-¿A mi?

-Lo decía por las chicas, a vos no te quiero ir a visitar porque te extraño tanto que si voy no me voy a querer ir. -a medida que lo decía sentía como se le aguaban los ojos y no quería llorar delante de él.

-Veni. -Marcus suspiro y la abrazó con una mano y la otra la enredó con su cabello acariciándolo levemente- Amina yo te…

-¡Hijita! ¿estas bien? ¿Qué pasa? -interrumpió Debora sujetando y mirando la cara de Amina- Tenes que dormir más mira esas ojeras, tenés que cuidarte no hace falta que te lo diga. 

-Anoche me desvele un poco, nada más.

-Ma me dejas hablar cinco minutos de algo con Amina.

-Eh… si, si… -Deborah se fue mirándolos extrañada.

-Bueno lo que te estaba por decir era que… 

-Tu madre me dijo que estabas muy ojerosa ¿como puede ser que no me haya dado cuenta?- comentó el padre sin prestar atención si interrumpía o no. 

-Es que anoche no dormí bien, es más creo que mejor me voy a acostar. -contestó dándole un beso en la mejilla a Marcus- Buenas noches. Cuando quieras hablamos.

-Esta bien. Que descanses. -se soltaron lentamente como si no quisieran hacerlo.

Deseos ProhibidosWhere stories live. Discover now