Deseos Prohibidos

22

–¿Vos te acordas de Pablo? 

–Em…

–Un amigo mio que iba a casa…

–¡Ah, si! Me acuerdo algo, uno de pelo negro, flaco y que papá decía que era inquieto ¿ese?

–Si, tampoco como que haya tenido muchos amigos.

–Y no es como que yo me acuerde mucho de tu vida tampoco. ¿Qué pasó con él? ¿Se pelearon?

–No, peor… –Amina se acomodó para escucharlo mientras tomaba su desayuno– cuando nos egresamos de la secundaria… dijimos de estudiar contabilidad ambos, sus padres estaban muy contentos y por ambos. Siempre me hicieron sentir como un hijo más, Katrina solo pudo tener a Pablo así que yo era como si fuera un hijo para ellos y con Pablo éramos como hermanos. En fin, pudimos estudiar y rendir las materias a la par, que te puedo decir; éramos unos genios –dijo esto último fanfarroneando de manera burlona– eso implicaba no tener muchas chicas ni vida social y menos salidas pero si alguna de vez en cuando de vez en cuando ¿te acordas cuando me mudé de casa?

–Si, como no acordarme...no sabes lo raro que fue.

–Bueno la cosa es que cuando estábamos por recibirnos sus padres nos regalaron el departamento dónde vivimos ahora, –y a Amina no le estaban cuadrando los números "¿dónde carajo está el amigo entonces?" se preguntaba– además de recibir una oferta de trabajo dónde uno trabajaría con Katrina y el otro con Alfredo en sus respectivas empresas, estábamos tan contentos que todo nos venía saliendo bien…

–¿Y entonces qué onda, qué pasó? 

–Un día conoció una chica en esas aplicaciones de citas, muy de su estilo, según él era bonita. Acordaron conocerse en uno de esos bares del centro, te juro que nunca lo había visto tan ansioso por conocer a una chica, se ve que realmente le gustaba, la noche que se vieron me escribió diciendo que aprovechaba que ella había ido al baño para contarme que iba volver temprano, porque no quería que fuera de una sola noche… –suspiró y sus ojos comenzaron a aguarse– según los que estaban ahí, lo vieron acompañarla a tomar un taxi que había a un par de metros del lugar, cuando estaba yendo a su auto un tipo muy drogado le apuntó con un arma, le pidió la billetera y el se la dio…y le disparó en el pecho. –soltó mientras se le caía una lágrima– Se fue corriendo y para cuando llegó la policía no había ni rastro...cuando llegó la ambulancia ya era tarde. Era como si fuese mi gemelo de otra madre y ese tipo en un minuto lo mató, le saco el único hijo a dos buenas personas ¿y la policía hizo algo? No...lo busco los primeros días y después nada… Alfredo movió cielo y tierra para encontrarlo, gastó una fortuna, cuando lo encontró había muerto hacía días de sobredosis en un sucucho. Nunca pagó por lo que hizo, ellos se quedaron sin un hijo y yo sin mi mejor amigo…

–Ay, mi amor no sabía de eso. –en dos segundos estaba sentada en sus piernas dándole un beso y abrazándolo. Él se aferró a ella con fuerza y lo sintió suspirar profundamente, separándose lo necesario él la miró a los ojos.

–Cuando entre a trabajar con Alfredo, tuve unos problemas con mis compañeros de trabajo por que pensaron que era uno de esos acomodados que no hacían nada, y cuando escarbaron en mi vida empezaron a correr el rumor de que me aprovechaba de la pérdida Alfredo, asi consiguiendo lo que quisiera por ser el amigo de Pablo. –ella mientras él hablaba le secaba las lágrimas con su pulgar y luego acariciaba su pelo– Cuando encontré al que empezó eso lo golpeé, Alfredo habló con nosotros, a él lo despidió porque eso se le sumaba a todo su historial y a mi me mando a un terapeuta, la verdad me ayudo muchísimo, no era como pensaba y me ayudó a superar la muerte de mi mejor amigo, algo que todavía esta en proceso, y a volver a hablar con tus padres y también ir a esa casa de vez en cuando…

–¿No hablabas con nuestros padres?

–No, de hecho todavía me cuesta perdonarlos, cuando les conté lo que había pasado tu padre empezó a hablar pestes de Alfredo y su familia y tu madre me dijo "bueno ya está" dándome tres palmaditas en la espalda...aunque más tarde deduje que eran los celos porque técnicamente los reemplace por Alfredo y Katrina.

–¿Y entonces la llamada de hoy?

–Era para saber si los iba a acompañar al cementerio, como todos estos últimos cumpleaños de Pablo. 

 Amina se sintió pésima porque no tenía ni idea de lo que él estaba pasando, no sabía el porqué del diario y si bien ahora le intrigaba saber qué era lo que decían esas páginas antes a su llegada se la iba a tragar y respetar su privacidad. 

 Se quedaron abrazados en silencio un largo tiempo, Marcus abrazado a ella con fuerza y ella correspondiendo al abrazo con una mano y la otra acariciándolo hasta que se animó a hablar

–Marcus, no se que decirte, quiero decirte algo que te haga sentir mejor, que no se… y no me sale nada, soy muy mala con estas cosas…

–Hermosa, no te preocupes, te lo conté porque sé que vas a estar ahí conmigo siempre y porque así vas a entender todo mejor y más cuando los conozcas. –la besó con ternura.

–Momento ¿querés decir que voy a conocer algo como unos suegros postizos?

–Algo así, pero no te pongas nerviosa te van a adorar…

–Pará ¿y le dijiste que soy tu hermana?

–Si, y en un principio como que mucho no les gustó, pero después de una extensa charla sobre genética y otras dudas me dijeron que seamos responsablemente felices, si, responsablemente, eso dijeron.

–Ah, ok...creo que estoy nerviosa.

–¿Por qué? Nervioso tendría que estar yo si algún día me tenés que presentar como pareja a los tuyos. –sonrió al ver como a ella se le escapaba una risa. 

–Vamos a tener algo con que calmarlos… pero si no se lo contamos no creo que se enteren. –y eso era algo que muy pronto tendrían que afrontar. 

–¿Tendríamos que conseguir chalecos antibalas por las dudas?

–Sería una muy buena idea, no me sorprendería...tienen una locura. –cambiando así el tema Marcus se fue animando lentamente, comenzó a acariciar el cuerpo de su hermana con suavidad.

–Amina ¿Querés salir a pasear a algún lado o preferís quedarte acá y frutifantastiquear? 

–Podemos hacer el sin respeto y después quiero ir a escalar el cerro porque vi que se puede hacer caminando así nomás, porque no es tan alto y dicen que hay como una ventana, por lo que vi es un agujero con forma cuadrada y…

–¿Vos me ves a mí como el chico naturaleza o un boy scout?

–No, definitivamente no pero quiero ir, por fi. –le contestó haciéndole ojitos– te prometo que mañana que es el último día elegís vos.

–Bueno esta bien. 

 ¿Fueron? Si. ¿Les gusto? Muchísimo. ¿Se cansaron? X1000 a la respuesta anterior. Solo se quedarían hasta la tarde del día siguiente que sería además el cumpleaños número 18 de Amina...

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Buenas! Como que me sentí inspirada y he aquí otra parte ¿que les pareció? Les comento que estas vacaciones fueron con el fin de conocer un poquito más nuestro protagonista. Espero les haya gustado y ¡nos leemos pronto!💫💫💫