Si le dan mucho amor a este capítulo, actualizo el sábado *Guiño y besotes*
Individuo: Alana Disney.
Fecha de nacimiento: 15 de junio.
Fecha de muerte: El sábado en la fiesta de su crush.
Causa de muerte: Humillación pública.
Testamento: Le dejo mis medias dispares a Etel, mis camisetas de las princesas a Cassie y un mensaje para el Señor Succionador de Almas Alias Espectro del Mal: Deja de meterte a casas ajenas y causar sustos de muerte.
Último deseo: Entiérrenme con mis medias de unicornio, pero primero lávenlas. No son radioactivas, no las van a matar.
Después de mi suicidio público en casa de Adam, demoré tres horas en pararme de la cama y otras dos en tomar el autobús. Cuando entré a la preparatoria, varios me miraron burlones y otros con pena. Me escondí en los baños una vez más y me pasé todo el día ideando un plan para huir del país.
Claramente no funcionó porque Etel y Cassie me sacaron a rastras del baño, una de cada brazo como si fuera una loca.
Y básicamente mi día consistió en dar pena ajena y evitar a Adam.
Hasta que se me ocurrió una idea.
Y hacia ahí iba yo, caminando a zancadas con una sonrisa esperanzada en el rostro. La persona que me daría esperanzas con Adam estaba ahí de pie frente a los casilleros con el cabello oscuro desordenado y una chaqueta de cuero cubriendo sus brazos.
Me planté frente a él sonriendo de oreja a oreja.
—Hola.
Axen ni siquiera me miró. Cerró su casillero y se dio media vuelta en la dirección contraria, dándome la espalda.
—Grosero. —mascullé yendo tras él—. ¡Oye! No se le da la espalda a una persona cuando te habla.
—No me importa. —dijo sin volverse.
Corrí hasta alcanzarlo y extendí los brazos a los lados para cortarle el camino. Axen bajó la mirada hacia mí como quien mira un pedacito de basura.
—¿Qué quieres?
—Necesito tu ayuda.
—No es de mi interés.
Y trató de volver a caminar, pero yo no me aparté de su camino.
—Ni siquiera me has escuchado. —insistí terca como una mula. Él soltó una maldición entre dientes y se quedó de pie en silencio. ¿Eso era una invitación a que hable? Sonreí como una niña y empecé con mi no tan elaborado pero maquiavélico plan—. Necesito tu ayuda para conquistar a Adam.
Esperé a que dijera algo. Una reacción, una mueca de burla o al menos que intentara irse otra vez, pero Axen no dio señales de vida. Su rostro no expresó sorpresa y su postura era indiferente como siempre. Unos mechones de cabello oscuro le cayeron por los ojos cuando se inclinó.
—No. —Fue todo lo que dijo.
Me rodeó sin mirarme y continuó su camino.
—Me lo debes. —reclamé en voz alta. Él se detuvo, pero no se volvió—. Entraste como un ratero a mi casa y te dejé quedarte. Me mojaste todo el piso y te di mi manta favorita. Encima me rompiste un jarrón. Me lo debes, Axen. Por favor.
Creo que pronunciar su nombre funcionó porque al fin se volvió hacia mí y me miró en silencio desde lo alto. Su casaca de cuero se tensó en su cuerpo mientras sus ojos oscuros me miraban fijamente.

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Una Conquista Imperfecta
Teen FictionAlana Disney sueña con tener su romance de cuento de hadas con su crush, el popular y carismático Adam Herty, pero él no sabe que existe. En su último año de escuela crea un plan perfecto para conquistar a su crush sin morir en el intento. ¿El objet...