25 | Tres corazones conquistados

108K 12.9K 15.1K
                                    

N/A: Buenas buenas, tomen asiento. A comentar mucho si quieren que todo vaya bien, ya vi que me quieren matar pendejos🗡️🗡️

[Este capítulo va dedicado para Sara_leon. No me deja etiquetarte:(]

El mundo había conspirado en mi contra para dejarme la cabeza hecha un lío.

La cola de la cafetería avanzó y yo con ella. No me podía quitar a Axen de la cabeza, no había parado de pensar en él y para mi mala suerte no dejaba de cruzármelo en los pasillos. Él actuaba como un extraño, pero cuando pasaba por su lado su casaca de cuero siempre rozaba mi brazo.

Y al mínimo contacto con su mano, ya estaba dando brincos del susto.

Como si mi corazón no soportara suficientes paros cardiacos, Adam me había dado la mano frente a todos.

—Entonces, ¿sí es verdad? ¿Te acostaste con él?

Me removí para escuchar el chisme.

—Pero ¿cómo pasó? —insistió una chica detrás de mí.

—Solo pasó lo que tuvo que pasar.

—¿Y qué le dijiste para que cayera?

—Que estábamos hechos el uno para el otro.

Fruncí el ceño. En fin, debería dejar de ser tan curiosa.

—¿Y él te perdonó todo así sin más?

—Sí. Axen me perdonó.

¿Qué?

Giré sobre mis talones. A Diana se le borró la sonrisa cuando notó que yo había escuchado todo y adoptó su expresión de asco.

—Mira hacia otro lado, capricho.

No puede ser. Él no pudo haber hecho eso. Axen no es así, no me diría que siente cosas por mí para después volver con su ex, ¿verdad?

—¿Qué pasa? ¿El capricho está celoso?

—Estás mintiendo —dije con firmeza.

Diana curvó sus labios en una malévola sonrisa.

—¿Por qué crees que miento?

Porque Axen prefiere ahorcarse antes que respirar cerca de ti y tú eres sucio bicho manipulador.

—Porque confío en él —susurré con un nudo en el pecho—. Lo conozco.

Diana se inclinó hacia mí, sin perder su sonrisa.

—¿Lo conoces a él o crees conocer la versión que te mostró?

Sentí como si me hubiera dado una patada.

—¿Qué?

—Ser el chico callado siempre le funcionó. —Ella sacudió la cabeza—. Las chicas no dejaban de acercarse como moscas, pero, a fin de cuentas, él solo me quiere a mí.

No, no, no. Sé fuerte, que no se meta en tu cabeza.

—Te debo una disculpa. —Me miró como si viera un pedazo de basurita a la que puede pisar—. Me sentí amenazada al principio, pero Axen me ha dejado claro que no eres más que un capricho.

Los ojos se me humedecieron. ¿Por qué siento esta rabia creciendo en mí? ¿Por qué me siento tan impotente?

—¿Cómo lo dijo? Ah, sí. En sus palabras, para que me creas.

El pecho se me cerró en un puño cuando se inclinó hacia mí.

—«Disney no significa nada para mí» —repitió sonriendo.

Una Conquista ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora