34 | Vuelve, aún te necesito

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N/A: Maratón 3/3. CAPÍTULO FINAL. Gracias por tanto. Escuchen Hold on - Chord Overstreet.

Salí corriendo del hospital.

Está debil. Solo queda esperar a que despierte. Lo siento.

Escuché a Adam llamarme, pero no me detuve.

—Pueden entrar a hablarle. Tal vez él pueda escucharlos.

El sonido de coches frenando en seco tampoco me detuvo. Mi cuerpo se sintió pesado, nunca corría con tanta fuerza como ahora.

¿Has pensado en lo que sería morir? Yo sí, muchas veces. Hasta que apareciste tú.

Las lágrimas me comenzaron a nublar los ojos, pero mi corazón insistió en que no dejara de correr. Incluso cuando las personas me veían pasar por su lado preocupadas, yo solo tenía ojos para mi destino final. Él me necesitaba.

—¡Axen! —Me detuve en medio del fin del mundo, mirado a todos lados con desesperación—. ¡Estoy aquí! ¡Axen!

—Si hay una vida después de la muerte, ¿qué harías?

—Te buscaría en cada una de ellas.

—¡Axen! ¿Dónde estás?

—¿Y si no me encuentras?

—Entonces volveré aquí. Y tú me encontrarás.

Busqué llorando entre los arbustos mientras los recuerdos me atacaban sin piedad. Giré mirando alrededor con las manos en mi cabeza hasta que mis ojos se detuvieron en la infinidad del abismo.

—¿Axen?

Me acerqué con lentitud, contemplando el vacío.

—Prometiste que te encontraría aquí —susurré.

Escuché el susurro del viento acariciando mi rostro en silencio. Una vez Axen me contó del reencuentro de un chico con su amada. Se dieron un último beso bajo la lluvia y, aunque él no pudo verla, la sintió cuando una gota cayó en sus labios.

Eso sentí yo con el silencio.

Axen no estaba aquí, pero en medio del silencio había una parte de él.

Sonreí, cerrando los ojos. El sol se empezó a esconder a lo lejos. Era un nuevo atardecer, pero sin él. Miré mi lado vacío con impotencia.

Axen contemplando el atardecer con el cabello oscuro revuelto y yo a su lado, sin poder dejar de mirarlo. ¿Acaso esa fue nuestra última vez?

—El fin del mundo es el recorrido de las almas rotas. Todos van ahí con un motivo: No ser encontrados.

Pero tú me dijiste que te buscara aquí. Tú querías que te encontrara. Y tal vez en este silencio infinito, lo hice sin darme cuenta.

Volví corriendo al hospital. Cuando entré al pasillo, todas las miradas cayeron en mí. Adam me sonrió con tristeza desde la puerta, indicando hacia el interior.

—Te está esperando —susurró.

Entre a la habitación.

Y por un momento, mi corazón se detuvo.

Axen estaba tendido en la camilla con los ojos cerrados. Tenía cables en sus muñecas y un oxímetro en su dedo. Su piel pálida se confundía con las sábanas blancas que le cubrían hasta el pecho, pero la rebeldía en su cabello oscuro me decía que era él.

Era mi chico sumido en un sueño sin fin.

Me acerqué lentamente y me senté en una silla a su lado.

Una Conquista ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora