𝟑𝟒. 𝓢𝓾𝓶𝓶𝓮𝓻𝓼

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"Tu cara es preciosa, la dibujo cada noche, en cada cosa. Te dibujo cuando sueño... y te mantengo cerca de mí."

Parpadeó una vez más y extendió la mano para acariciarle. Apenas tocando el material e intentando que sus yemas no fueran demasiado ásperas como para estropearlo por accidente aún y si eso no fuera físicamente posible.

Era imposible porque el barniz estaba seco y los trazos se aseguraban detrás de esa capa espesa e invisible que la mayoría de los pintores usaban para evitar que sus obras se desgastaran con el tiempo y así mantener la vivacidad de los colores que habían usado para crear sus pinturas.

Louis lo recorrió una vez más, atento, con su mirada azulada estando extasiada con el regalo que se había hecho a sí mismo por el simple capricho de querer un retrato que no fuera suyo y que pudiera apreciar en algún lugar que no fuera su imaginación.

En el lienzo frente a él, aquel que irradiaba vigor en los tintes y esmero en las líneas, el bello retrato de Harry se postraba en un caballete deleitándole como el más maravilloso portento que hubiese visto en pintura.

Se veía tan hermoso como en la realidad, como cuando hacía bocetos entre sus cuadernos y se concentraba desconectándose de lo que le rodeaba, siendo que ningún gesto le interrumpía y su semblante se mantenía neutro hasta que terminaba sus trazos y podía volver a sonreír al estirarse y arquear su espalda para no tensarse y seguir normalmente el proceso de trabajo que llevaba casi diariamente.

Sonrió mostrando las pequeñas líneas en las esquinas de sus ojos, con sus dientes superiores mostrándose y queriendo abrazar el lienzo debido a la fuerte ola de emociones que le provocó el finalmente adueñarse de aquello que había ansiado tanto y que le hizo sentirse pleno al figurar no desear nada más en la vida.

Sintiéndose completo.

El modelo se apartó un paso y giró su cuerpo para encontrarse con el verdadero Harry, con una cara parecida a la de la pintura, seria y reflexiva, no siendo severo sino sereno, casi manso. Estando a la disposición de Louis y viéndole admirar su propio retrato con curiosidad.

Le abrió los brazos y el mayor se arrastró hasta él para pasar una mano detrás suya y acariciarle la espalda suavemente.

—¿Te gusta, dulzura? ¿Es lo que tú querías?

Asintió sin borrar su sonrisa y se mordió el labio inferior conteniendo ligeramente su euforia.

—Me fascina. —confesó—Es tan bonita como pensé que sería.

Harry pareció satisfecho y besó su frente para dirigir su propia vista a la pintura.

—Creo que yo la pude hacer mejor.

—Harold. —regañó—Tendrás tu oportunidad después. El trabajo que hizo Zayn es muy hermoso y despreciarlo de ese modo es grosero.

El mayor torció la boca y la abrió ligeramente para dejar ir una crítica más objetiva sobre su retrato, pero Louis le colocó el índice en medio de sus labios y frunció el ceño como una suave advertencia sobre no decir algún otro mal comentario hacia la obra que se le había sido entregada treinta minutos atrás.

Retrocedió cuando Harry abrió la boca para atrapar su dedo entre sus dientes, sin morderlo con mucha fuerza y simplemente reteniéndolo ahí, y rió negando con su cabeza.

Limpió los restos de saliva de su dígito en su pantalón una vez el pintor lo dejó ir, y se recargó en la mesa del estudio alzando ligeramente sus hombros y enarcando una ceja al ver la mirada expectante del rizado.

—Bien, ¿ahora qué tienes?

—Nada. —respondió Harry al batir sus pestañas y pasar las manos hasta su espalda.

𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺Where stories live. Discover now