𝟏𝟏. 𝓦𝓪𝓻𝓱𝓸𝓵

3.2K 422 905
                                    

"Se dice que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad es uno el que tiene que cambiarlas."

La copa de vino se balanceó en sus largos dedos y su lengua se paseó por el borde del vaso de cristal lamiendo una gota, dejando un húmedo rastro que repasó como si fuera un caramelo y tuviera un sabor que le encantara y que no pudiera dejar de consumir.

Se desplazó de un lado a otro moviendo sus caderas y tomó un nuevo sorbo cuidadosamente, intentando no salpicar su camisa y terminar regañándose al día siguiente por aquel desastroso hecho.

Subió el volumen de la bocina, pulsando repetidamente el botón correspondiente, y alzó sus brazos en busca de culminar su emoción con los tonos agudos de las notas chirriantes de la magnífica guitarra eléctrica.

A veces, Harry se imaginaba estando encima de un escenario, bailando y saltando a la música sin preocuparse de si alguien lo juzgaba o si se veía absurdo marcando pasos que probablemente no tenían un nombre como tal y eran producto de su alocada y divertida imaginación. Simplemente le gustaba disfrutar y sentirse feliz ante las melodías que pasaban y se mecían en sus oídos con insistencia.

Un sueño que, por ese instante, tomó forma su sistema de radio estéreo conectado dentro de su estudio.

—Oh, lover, yeah. I wanna be the only one you come for, yeah. —cantó terminando la canción con el agudo timbre de Prince quedando tras su potente voz.

Bailó al momento musical que siguió, balanceando su cabeza y poniendo la mano libre en su cintura, caminando mientras pateaba al aire a cada paso que daba, moviendo sus hombros hasta que la pieza terminó y le otorgó el gusto de reproducir otra melodía del mismo artista.

"Kiss" fue la canción siguiente.

Harry se terminó el contenido de la copa y la dejó cuidadosamente en la mesa en la que sus pinturas se amontonaban en una colección dedicada y que cuidaba como a su propia vida.

Saltó juguetón hacia los bocetos del rostro de Louis, que colgaban de unas pinzas que a la vez se aferraban a un alambre que él mismo había colocado especialmente para sus retratos y los de Shayla. Manteniéndolos alejados de demás pinturas y ayudando a que el papel de grano no terminara arrugado por factores externos que él no podía controlar.

—You don't have to be beautiful to turn me on.

Comenzó a mover sus hombros al ritmo adecuado, con su suéter deslizándose y dejando ver el gran tatuaje de un barco en el exterior de su bicep izquierdo, la tinta haciendo el más bello contraste con su pálida piel, que parecía brillar a la luz de la luna que alumbraba esa noche su, no tan triste, soledad.

Recorrió sus manos por sus caderas, su pecho y lanzó sus rizos hacia atrás dando pequeños pasos hacia el frente. Entreabrió los labios después de pasar saliva y el dejo del vino le pintó la garganta en un agridulce sabor que pareció encantado.

Se aproximó a su mesa y tomó un grueso pincel haciéndolo pasar por un improvisado micrófono.

Sacudió sus brazos y volvió a donde estaban los retratos. Esperó la parte por la parte adecuada y, cuando supo que era el momento correcto, se acercó a uno de los de Louis, para ser más exactos, al que estaba posicionado en el extremo derecho del largo alambre que sostenía a un par de sus posesiones más preciadas.

𝐌𝐄𝐑𝐀𝐊𝐈 ✦ 𝑳.𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora