Sonrisas y Sabor (Chicaxchica)

1. Publicación

Disfruten el primer capítulo.

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Años atrás

—Aquí estabas, mujer —Mónica tenía rato buscando a su amiga Alondra. Después de la ceremonia (en la que ambas estuvieron invitadas) la encontró sentada cerca del mirador del rompeolas, aislada del bullicio de la fiesta observando sin punto fijo la puesta del sol. 

—Hola, ¿Sucede algo? —la chef volteó apenas observándola de reojo.

—Uhm… no. Sólo se me hizo raro no verte al término de la boda.

Ella prefirió no responder, al contrario siguió observando el atardecer en medio de una calma pacífica como la que brindaba el mar.

En el fondo, Mónica sabía lo que ocurría en el corazón de Alondra. No fue sencillo y seguía siendo doloroso a pesar de haberlo aceptado.

Ver a la mujer que llegó a amar con locura, por las que experimentó emociones que no supo que guardaba, casándose con otra mujer que no era ella.

Si. Lo entendía perfectamente.

Actualidad

Era la tercera vez en que Mónica impacientemente observaba su teléfono para distraerse. Sus pies bailaban nerviosos generando un sonido rítmico que fue pausado cuando la azafata dió las indicaciones para el descenso en el avión.

La morena visualizó al fin la ciudad y se sintió nostálgica de lo que dejó atrás. Aún así, comprendía que era tiempo de tomar un nuevo curso en su vida y qué mejor forma que haciéndolo ahí.

Por otro lado, ya habían pasado algunos años y seguía creyendo que el amor no se hizo para ella.

¿Dónde se encontraba su verdadero amor? Se preguntaba incontables veces.

Aquellas salidas disfrazadas de cariño no fueron más que escapes esporádicos repletos de vacío emocional.

Pero era optimista. Pese a las desventuras amorosas de años atrás siempre conservó una actitud positiva y una sonrisa, que ahora que se encontraría en un nuevo país sería utilizado como un arma a su favor que la ayudaría a enfrentar los futuros desafíos en su camino.

…

Después de salir del andén y una vez tener listo sus documentos, buscó su maleta para ir en busca del auto que la llevaría al hotel donde se estaría hospedando.

Mientras estaba en ello, el timbre la alertó de una notificación en su celular. Al revisarlo, soltó una pequeña sonrisa después de descubrir de quién se trataba. 

Tal vez no era dirigida a ella, pero el hecho de leer la publicación en aquel perfil que tanto gustaba stalkear, la hizo soñar que por una vez en su vida, su amiga Alondra, se fijaría en ella.

Seguía presente en sus recuerdos y fue increíble que a pesar de los años, la morena siguiera conservando fuertes sentimientos hacia esa chef. Estaba de más decir que jamás fue su plan llegar a la misma ciudad en primer lugar y la cosa fue que se encontraba ansiosa desde el momento en que pisó territorios extranjeros.

Y ya no había vuelta atrás, Industrias Kofmant esperaba a su nueva presidente en las sucursales de aquel lejano país por lo que no defraudaría la petición de su prima para dirigir la empresa familiar.

Nuevas experiencias, desafíos y sueños por cumplir era todo lo que rondaba en su cabeza. Y tal vez, con algo más de coraje, intentaría aquello que dejó inconcluso tiempo atrás.

Una confesión de amor.

«Al final de la vida, te arrepentirás más de lo que no hiciste que de lo que sí. No te quedes con las ganas de ser feliz»

Escrito al pie de la fotografía donde la silueta de una mujer con la cabellera atada en una perfecta coleta obscura se mostraba inmersa en aquello que tanta pasión entregaba, la cocina.

Suspiró cautivada y aunque estuvo tentada a darle un “me gusta” a su publicación, no lo hizo.

Las cosas serían distintas y ahora estando en el mismo país necesitaba hacerlo de la mejor manera posible.

¿Conquistar? No, la enamoraría hasta hacer que el primer pensamiento de la chef fuera más que su presencia.

Porque para Mónica Kofmant, si era el destino o la casualidad el volver a encontrarse con Alondra De Gante, entonces tomaría al toro por los cuernos aferrándose a una nueva oportunidad.

Sonrió cómplice de sus sueños y sintiéndose enardecida, se quitó la última gota de timidez antes de realizar una publicación en su perfil.

«He llegado a España»

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Nos leemos luego.