15. Susurros

2.3K 241 60
                                    

Disfruten el capítulo.

_______________________________

Alondra no pudo evitar sonrojarse cuando escuchó a su compañera soltar con tanto fervor  una clara e intrépida declaración de amor.

Declaración que ya antes lo había expresado y que quedó como cosa del pasado porque ella había sido “puntual” ante su posición de no querer nada de romance.

Pero…

¿Hasta qué punto conseguiría aparentar algo que intentaba negar?

Con suma calma levantó la cámara enfocando la posición exacta dónde su amiga se mantenía valerosa, despegada —al menos metro y medio— del suelo para posar a la foto anhelada.

Sólo que cuando quiso tomar la foto no consiguió hacerlo porque Mónica —después de hacer lo que hizo— perdió el equilibrio para luego caer de la enorme piedra.

—¡Mónica! —gritó alarmada y a toda prisa corrió para cerciorarse de que se encontrara bien.

Para suerte de la morena no fue tan grave gracias a qué cerca de la roca se encontraba un montículo de hojarasca que amortiguó la caída.

—Auch —se tocó la cabeza.

—¡Mónica! ¡¿te sientes bien?! —la chef se agachó con preocupación revisando que no tuviera algún tipo de lesión.

—Estoy bien. Así bajo yo —levantó ambos pulgares, no parecía perturbada, más al contrario soltó una leve risa para calmar su angustia.

—Deja de bromear. No es gracioso.

—De acuerdo —en su lugar siguió acostada, sin moverse.

—De verdad ¿Te sientes bien?

—Si, creo —comenzó a levantarse.

—Con cuidado. Acabas de caerte. Lo mejor será volver —pidió la chef—. ¿Puedes caminar?

—Si, descuida —esbozó una sonrisa exagerada una vez de pie.

—¿Segura? —arqueó la ceja al notarla extraña.

—Sip.

—Entonces, vamos.

Apenas dió un par de pasos cuando vió que Mónica se quedó muy atrás.

—¿Segura que estás bien?

—Si. Sólo que… estaba acomodando mi cámara —después de apagar la pantalla se preparó para avanzar. No logrando dar ni medio paso correctamente. La chef se percató que Mónica tenía lastimado un pie.

—No sigas —con cuidado le ayudó a sentarse de vuelta, está vez tomó total atención en la pierna que parecía molestarle, notando que comenzaba a inflamarse su tobillo.

—¿Es grave?

—Un poco, pero debemos de desinflamarlo cuanto antes —Se levantó de vuelta para ir a la orilla del río, el agua que corría no estaba tan fría pero al menos le serviría a la morena para sumergir el pie un rato en lo que la otra pedía ayuda. Por desgracia, la señal era pésima así que lo único que les quedaba era volver caminando.

Alondra arrancó un trozo de tela de su blusa para humedecerlo y envolverlo en el tobillo de Mónica.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó nerviosa al ver que la chef se alistaba para caminar de vuelta.

—No podemos quedarnos aquí. Debemos volver.

—Pero ¿Cómo? Apenas puedo… —se detuvo de hablar cuando Alondra se agachó frente a ella para levantarla.

Sonrisas y Sabor (Chicaxchica)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant