Capítulo 20

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Claudia y Callum habían llegado al los calabozos, afortunadamente antes de Rayla lo cual les daria un poco de tiempo para hablar respecto al pequeño "problemita" que tenian.

-Entonces yo le dije "Te ayudare a escapar" o algo así, la verdad no recuerdo al pie de la letra lo que dije, el punto es que ahora todos tienen sus ojos puestos en ella y ayudarla a escapar de aquí será aún más difícil...

Claudia no dijo absolutamente nada, miraba al vacío claramente pensativa lo cual desespero un poco a Callum ¿Había sido un error confiar en Claudia?

Ojalá que no, de cualquier forma trataría de convencerla de ayudarlo o por lo menos guardarle el secreto.

-Escucha, se que piensas que es una locura y quizás lo es pero hice un trato, además... sabiendo lo que quieren hacer con ella, definitivamente la ayudaré, sin importar que

-Si, es una locura pero en algo estoy de acuerdo contigo Callum -dijo Claudia para después mirar al príncipe sin borrar su seria expresión -lo que quieren hacer con ella es completamente injusto y si ayudarla a escapar le salvará la vida entonces... cuenta conmigo, no le diré nada a mi padre, lo prometo

Callum sonrió un poco, estaba aliviado y por un momento, se contuvo de abrazar a Claudia ya que estaba 80% de que eso volvería a este momento en algo muy incomodo.

-Gracias, sabía que podía confiar en ti... bueno, no sabía al 100% que podía pero quería pensar que si, no es que no confiara en ti o...

Claudia río un poco, Callum era adorable cuando se enredaba en sus propias explicaciones y por más divertido que fuese verlo nervioso, lo mejor era tranquilizarlo un poco.

-Entiendo, entiendo, no tienes porque dar tantas explicaciones -dijo Claudia entre risas.

Rayla quien bajo las escaleras hacia los calabozos inclinó un poco la cabeza.

-¿Interrumpo algo, par de tortolitos? -pregunto Rayla con algo de sospecha, Callum fruncio un poco el ceño ¿Por que eso sonó tan extraño?

-¡Para nada! Eres bienvenida -respondió Claudia sonriente -¿Estas lista?

-Eso supongo, de hecho creo que me emociona un poco salir del palacio aunque no sea muy lejos -dijo Rayla sonriendo un poco.

-En ese caso ¡Empecemos! -exclamo Claudia con una sonrisa.

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Después de mucho tiempo, Rayla por fin salía del palacio y por suerte, no lo hacía sola, estaba acompañada no sólo de los privilegiados hijos del mago oscuro, también de los mismísimos príncipes de Katolis lo cual le daba cierta protección y eso se sentía bien. El grupo de chicos habían llegado a un punto del bosque no muy alejado del río pero si un tanto distante del castillo así que podían tener la certeza de que su picnic era totalmente privado. Ezran jugaba con Cebo mientras Clauidia y Soren hacían una pequeña competencia a quien se comía la mayor cantidad de sándwiches. Rayla reía ante todos estos tontos y graciosos escenarios, sin embargo, no pasó mucho cuando se dio cuenta de la ausencia de Callum, se levanto del pasto y comenzó a caminar hacia el río, no quería acercarse tanto, solo quería revisar si el príncipe se encontraba ahí y así era, ahí estaba el, con una clase de lápiz en su mano derecha y en la otra sosteniendo un libro, por suerte no estaba muy cerca del río así que decidió acercarse y sentarse junto a él.

-Hola príncipe triste ¿Por que tan solo? -pregunto Rayla tranquila.

Por otro lado, Callum dio un pequeño salto ante la inesperada visita de Rayla aunque no era algo que le molestara, sonrió y miró a su libro sin soltar su artefacto para dibujar.

-Hola Rayla, en realidad estoy dibujando este bello paisaje, eso me relaja y hace mucho no salía a algo que no fuera una batalla o algo así -explico Callum, Rayla lo miro con curiosidad.

-Dibujante eh, es interesante saberlo...

-¿Por que? ¿Nunca conociste a un artista? -pregunto Callum con un tono dramático, Rayla rodo los ojos.

-No es eso, solo que no tienes cara de que seas alguien a quien le guste dibujar ¿Y que es lo que haces? ¿Árboles?

-Lo que se me ocurra, dibujo paisajes, objetos, personas, de hecho tengo una amplia colección de ello

-Wooow ¿En serio? ¿Lo puedo ver? -pregunto Rayla sonriente.

-Seguro -respondio Callum entregándole su libro a Rayla, quien lo empezó a hojear con total calma, se veía maravillada de ver todos y cada uno de esos finos trazos.

-Esto es increíble Callum, sabes, sino estuviéramos en la guerra serias un gran pintor

-Supongo que tienes razón, pero esta bien, ser un mago oscuro, guerrero o lo que sea no es tan malo pero ahora yo tengo una pregunta... ¿A ti que te gusta hacer? Quiero decir, si no estuviéramos en guerra... -Callum se interrumpió a si mismo para que la elfa pudiese contestar a su pregunta.

-Yo creo que... explorar, me gusta la aventura y los lugares nuevos, obviamente seguiría entrenando pero será más bien por gusto que por necesidad -contesto Rayla encogiendose hombros.

Callum agacho un poco la mirada, una de tantas desventajas en una guerra era que los participantes no podían elegir el camino que realmente deseaban, solo eran simples piezas en un triste tablero de ajedrez, no tenían voz y voto, solo seguian órdenes; aun así, Callum no estaba dispuesto a que los ánimos bajaran así que decidió hacer más preguntas.

-Y dime ¿Que otra cosa te gustaba hacer en tu casa? Ya sabes, algo de todos los días

-Bueno, había algo que hacía prácticamente todos los días para entrar a mi casa, antes lo odiaba pero ahora creo que extraño hacerlo

Callum la miro curioso, ella solo miro hacia el río y siguió hablando.

-Yo... hacia una especie de baile, era muy lento y raro pero era lindo, creo

-¿Puedes enseñarme? -pregunto Callum, Rayla río un poco.

-No creo que puedas, tienes dos pies izquierdos -respondió la elfa.

-Dos pies izquierdos que aprenden bastante rápido, vamos, estoy seguro de que podre seguirte el paso...

-Bien, de pie -oredno Rayla poniéndose de pie, Callum no tardo mucho en hacer lo mismo -bueno, ahora solo sigue mis pasos...

Rayla empezó a caminar en puntas en círculo con Callum tras ella, quien a diferencia de la elfa, daba pasos torpes y poco coordinados, tanto así que estuvo a punto de caer cuando tomó la mano de Rayla, quien, le sonrió un poco y ambos se detuvieron, nadie se movió.

Rayla jamás había notado el hermoso verde en los ojos de Callum.

Callum jamás había notado la bonita y adorable nariz de Rayla.

Y parece que ninguno de los dos jamás había sentido algo así ¿Que era ese hormigueo en el estómago? ¿Y esos fuertes golpes en el pecho? ¿Y esas vueltas que su mente comenzaba a dar? No podía ser ¿O si? No, no podían estar ¿Enamorados? No.

No así, no aquí, no ahora.

¿Peleamos?حيث تعيش القصص. اكتشف الآن