8

57 11 2
                                    

Querido Diario;

Jack me acaba de besar.

Jack me acaba de besar.

Jack me acaba de besar.

Dios aun no me lo creo, estoy flipando, besa genial madre mía.

Simplemente se me lanzo y ya, dios dios dios me estoy muriendo, no sé porque, pero una parte de mi deseaba que me besara, pero otra parte de mi se culpa y piensa que se tendría que haber separado. Ese maldito chaval me trae loca y no de sentimientos eh, ojo, que no me gusta. En fin, ya te conté también lo del novio de mi madre, no aparece por casa, cosa que me alivia, mi madre esta rara conmigo últimamente y eso me da miedo.

Ya va a venir la maestra, adiós *corazón*.

Justo cuando cierro el Diario aparece la maestra de historia, se supone que tengo esta asignatura compartida con Jack, pero no aparece por ningún sitio. Dudo en si escribirle un mensaje, no estamos juntos ni somos nada, por lo que creo que se sentirá un poco agobiado si le ando escribiendo a cada rato.

Después de 3 cansadas horas voy a la cafetería y me encuentro al pelinegro que me beso ayer.

Esta con una chica pelirroja, riendo abiertamente, la chica parece menor a él, un año o dos, es bastante guapa y tiene curvas, nada comparado a mí. ¿Ya se ha cansado de mí? Hannah, no estáis juntos, es imposible que se haya cansado de ti. Paso por su lado y finjo no verlo, él no se da cuenta, está demasiado ocupado hablando con la pelirroja. Cojo mi almuerzo y me voy a las gradas, aunque no creo que Jack venga.

He de recalcar que yo nunca, nunca lloro, y si eso pasa es porque algo muy fuerte ha pasado, pero desde que he conocido a ese chico, me he vuelto más sensible, cosa que no me gusta, el amor siempre nos hace vulnerables, pero se supone que yo no estoy enamorada de él. ¿O sí?

Al cabo de un rato Abby me escribió;

La zorra de Abby

Ella: Hola preciosa, ¿puedes hablar?

Yo: Hola bella, claro, ¿qué paso?

Ella: ¿Quedas hoy? Vamos a ir al club unos cuantos, del instituto, dile a tu madre que te quedas a dormir en mi casa, ya que la otra vez no pudiste venir.

Yo: Em... vale, ¿vienes a por mí a las 5:30?

Ella: Me viene genial, chaooo<3

Yo: chao linda <3

Supongo que no pasara nada por ir a una sola fiesta en todo el curso, ya estoy grande, me faltan 2 años para ser mayor de edad, en verano cumplo los 17 por lo que me queda menos de 2 años. ¿Ira Jack? Hannah por dios me das miedo, para de pensar todo el rato en él, por un simple beso no sois nada.

No hay ni rastro de ese chico pelinegro por lo que vuelvo a la cafetería a por más bebida y allí está el, en una mesa sonriendo como un completo gilipollas delante de la pelirroja de ojos claros. Esta vez sí me ve, me ve de lleno, pero me ignora, cosa que me duele. ¿Sera esa chica su novia y no querrá que me vea? Por muchas dudas, no me acerco, no pienso perder mi dignidad por alguien que seguramente no diera ni la mitad por mí. Voy a girarme para subir a clase, pero me choco con Marcus, uno de los muchos capitanes, de los muchos deportes que hay en esta escuela.

- Mierda – maldigo – perdón.

- No te preocupes – responde el con una sonrisa – joder, te he manchado, ¿hay algo que pueda hacer para compensar mi choque?

No me da tiempo a hablar cuando me coge del brazo y me sienta en una mesa frente a él, y que casualidad, al lado de la mesa de Jack.

- Y dime, tú siempre te vas a al campo de futbol ¿no?

- Si – digo incomoda

- Algún día podríamos ir a las gradas, preciosa – dice el rubio con una mirada de picardía.

- Yo... em, me tengo que ir, otro día hablamos.

Marcus me coge del brazo para que no me vaya, pero Jack interviene, como no.

- Te ha dicho que se tiene que ir, ¿qué es lo que no entiendes de eso? ¿Tan poca neurona tienes?

Ataque de celos, ¿querido?

- Tú no te metas, drogadicto.

Ooohh, eso sí que me molesta.

- Oh Marcus, no querrás que empiece que desvelar cosas sobre ti, ¿cierto? - Antes de que pueda decir algo, Jack se adelanta.

- Alexa, vámonos antes de que pierda el control – continua mi querido pelinegro agarrando de la mano a la que parece que se llama Alexa.

Yo lo mato.

35 millones de sonrisas junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora