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Al recostarme en el pecho de Jack, me llega un mensaje de mi madre. No quiero abrirlo.

Mamá <3 : Hija cariño... Abby, ha fallecido hace media hora.

No. No puede ser. Hoy no, no ahora.

Siento como un dolor desgarra mi pecho, me cuesta respirar.

-  ¿Qué pasa, Hannah? – pregunta Jack al ver que estoy blanca como un folio.

Le enseño el mensaje y no necesita ninguna explicación. Me abraza tan fuerte que me deja sin respiración durante unos segundos. Entonces estallo, estallo en lagrimas y gemidos de dolor. Esto no es real.

- V-vamos al médico – le digo a Jack separándome

- ¿Estas segura?

- Si, quiero despedirme de ella.

- Vamos.

Cogemos el coche y ninguno dice nada, Jack me aprieta la mano, tanto que me duele. Al llegar, mi madre nos recibe con los ojos hinchados de llorar.

Me abraza y lloriqueo en su hombro, sintiéndome pequeñita.

- ¿Dónde está? – pregunto mientras me tiembla el cuerpo entero.

- Sus padres están con ella, déjales un poco de privacidad y luego entras tú, cariño – me dice mi madre mientras me abraza.

Miro a Jack con desesperación y tristeza, él esta serio, sin expresión en la cara.

Los padres de Abby salieron de la habitación con la cabeza gacha, su madre, Ada, tenia el rímel corrido, su camisa blanca estaba llena de manchas negras, ¿falta de pañuelos? Lo mas probable.

- Hola Hannah cariño – me saluda ella mientras le tiembla la voz. Ada era una multimillonaria de pelo blanco con una gran carisma y un gran brillo en los ojos, pero hoy le faltaba todo eso. Su pequeña había fallecido.

- Hola, lo siento tanto – corro a abrazarla, ahora mismo no importaba nada.

Caleb, el padre de Abby, era un hombre fuerte que aparentaba no importarle nada y no tener emociones, pero hoy las lagrimas corrían por sus mejillas.

- Van a llevar a A-Abby a la funeraria, despídete de ella allí sí? – intervino él.

- Vale señor, gracias y lo siento mucho.

- Yo también tendría que sentirlo, usted estaba allí con Abby intentando ayudarla, y si no hubiera sido por usted, este momento hubiera pasado mucho más antes – a Caleb le tiembla voz, me extraña que, después de todos los años juntos, me trate por usted. – la misa será mañana a las 10:00 por si te quieres pasar.

- ¿Podría decir algunas palabras? – quiero que todo el mundo sepa la verdad, que Abby no era una puta, que le dolían muchas cosas, pero lo aparentaba bajo una falsa sonrisa.

- Claro que sí, allí te espero, vamos Ada.

Y tal como vinieron, se van. Mire a mi madre, ella se limpiaba las lágrimas. Yo pare de llorar, tenía un dolor más fuerte por dentro, un agujero negro que se comía mis lágrimas. Estoy viendo que voy a volver a caer y no quiero. Pronto haría los 10 meses, y Jack esta a mi lado no creo que vuelva a pasar.

*

- Hannah, tienes que comer algo

Estábamos en la funeraria y mi madre me había insistido mil veces en que comiera algo, pero creo que si lo como, vomito. Jack estaba allí, me abrazaba por la espalda haciendo que todo doliera un poquito menos.

JACK BLAKE

Me dolía en el alma ver así a Hannah, ella era la persona con la que quería compartir mi vida, la persona que mas he amado. Verla así me destrozaba. Intentaba hacerla reír, pero nada funcionaba. Sus brazos. Estaban llenos de cicatrices. Hannah me confeso que se autolesionaba y me daba miedo que ahora que no tenia a Abby, volviera a recaer. Pero yo estaba aquí junto a ella y no iba a permitir que eso pasara.

Estaba enamorado de ella, tanto de sus curvas como de su mente, hacerlo con ella había sido la sensación más fantástica de este mundo, pero su mente compleja era algo que había que trabajar primero. Tenia pensado pedirle salir el día de su cumpleaños, pero con todo esto que esta pasando, mejor en otro momento. Nos queda toda una vida por delante.

- Oye Hannita – ¿me acabo de inventar ese apodo para hacerla reír? Si.

-  Hannita? – se ha reído, bien

- ¿No te gusta? – rio con ella, espero que esto funcione.

- A mí me gustas tú – wao, eso a sido, wao. Siento sonrojarme al instante.

Le doy un beso corto en los labios. Dios, que mal se me da expresar mis emociones. Joder.

- Van a ver a Abby, ¿quieres que vaya contigo? – pregunto a mi querida pelinegra.

- No, esto es una cosa entre ella y yo, tengo que decirle muchas cosas.

Me da un beso en la mejilla y se levanta, dejándome solo, espero que allí dentro todo salga bien.

HANNAH CAMPBELL

Me levanto del regazo de Jack y voy a la habitación donde yace el cuerpo de Abby.

Pregunto a la gente que hay dentro que si me pueden dejar sola durante unos 10 minutos y ellos aceptan. Bien.

- Hola Abby, soy Hannah, te quiero muchísimo y siempre te querré, has sido una de las primeras personas que me han querido tal y como soy, tus abrazos en la secundaria eran curativos. Gracias de corazón por nunca dejarme sola y apoyarme en todo. Pensé que esto te lo iba a decir cuando ambas estuviéramos ancianas, pero veo que no. Como tu dirías, a la mierda todo, eres la mejor amiga que pude desear. Desde el jardín de infancia hasta ahora, todas mis fases te dicen que te aman. Nunca borrare los recuerdos que tenemos juntas. Gracias por quererme.

Lagrimas ruedan por mis mejillas, como desde hace 2 meses. Este verano a sido un completo infierno. Estoy harta de todo.

Le doy un beso a mi querida rubia y me voy, dejando todos los momentos con ella en mi mente. Jack me está esperando, sonríe de medio lado cuando me ve, dios, como lo quiero. El corazón se me rompe cuando viene a abrazarme.

- Shh, cariño, ya paso, te quiero muchísimo y siempre me vas a tener a tu lado – Jack me intenta calmar, pero solo consigue mas sollozos.

- Jack, he perdido a mi mejor amiga, te juro que no puedo vivir sin ella, es la mejor persona que he conocido.

- Yo también perdí a mi mejor amigo de mas pequeño, y te juro que, si se sale de esto, solo tienes que quedarte con los buenos momentos y no estancarte. Sigue a delante.

Me limpia con los pulgares las lágrimas y antes de que pueda decir algo me abraza.

Me va a costar, pero intentare salir de esta. Y sin cortes.

35 millones de sonrisas junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora