LAS VERDADES DUELEN

CAPITULO 5 NO SE MUERA

Betty llego a las ocho de la mañana a Ecomoda, no había pasado muy buena noche, tenia el palpito de que algo no iba bien, ese mal presentimiento todavía seguía atormentándola.

Hoy tendrían mucho trabajo, Doña Marcela esta en Palme Beach, Mario Calderón se había cogido una semana de vacaciones y estaba fuera del país, solo quedaban ella y Armando para dirigir la empresa.

Se puso hacer unos presupuestos y el tiempo se le paso volando, eran las 11 de la mañana y Armando no había aparecido, lo llamo a su celular pero estaba apagado o fuera de cobertura, lo llamo a su departamento y salia la voz del contestador automático.

Betty empezó a preocuparse, no era normal que Armando no hubiera ido a trabajar. Preguntó a sus amigas si Armando había llamado, pero nadie supo darle razón de él.

Betty presintiendo que algo horrible le había sucedido, fue hasta el edificio donde vivía Armando. Le pregunto al portero y este le aseguro que lo vieron entrar el Sábado por la noche, pero no lo habían vuelto a ver. El hombre bajo al parqueadero y comprobó que el coche de Armando seguía allí. Se lo dijo a Betty y esta se asusto, le pidió el favor que le abriera el apartamento de Armando. Antes de eso, el portero llamo insistentemente, pero nadie contestaba.

Subieron los dos hasta el departamento de Armando, habían cosas tiradas por el suelo, fueron a la habitación y encontraron a Armando tumbado en la cama, empapado en sudor. Una botella vaciá de whisky en el suelo. Betty lo zarandeo, pero Armando no despertaba, cuando lo toco percibió que su piel estaba ardiendo. Betty fue hacia una puerta que había en esa habitación y entro en un aseo, toda nerviosa busco por los cajones un termómetro, lo encontró y se lo puso. Armando estaba ardiendo, tenía mas de 40 de fiebre. Le pido al portero que la ayudara a llevarlo a la ducha y allí le quitaron la ropa y lo ducharon.

Armando seguía sin reaccionar, llamaron a una ambulancia y se fueron para el hospital.

Betty lloraba, pues no sabia que es lo que le pasaba. Llamo a la empresa y dijo que hoy no irían a trabajar porque Don Armando no se encontraba bien. No dio ninguna otra explicación. Betty no supo decir que le había sucedido a Armando, no sabia si estaba así por un coma etílico. Betty da todos los datos de él a una enfermera y después se queda esperando. Ha pasado una hora y nadie le dice nada. Betty se mete en la habitación donde esta Armando.

Betty le acaricia el rostro y comprueba que ya no tiene tanta fiebre. Armando se medio despierta en mitad de su deliro febril.

A: Ha venido un ángel. Debo de estar muy mal para que este usted aquí. (Armando solo ve a una mujer hermosa con alas de ángel.)

Betty llorando: ¿Cómo esta Doctor? ¿Cómo se encuentra?

A: Mal mi ángel. Creo que es mejor que este muerto, así todos estarían felices. Mis padres tendrían a sus hijos preferidos, los Valencia, sin tener que preocuparse por ese hijo perdedor, fracasado y basura que soy. Betty no tendrá que escuchar mis neuras y aguantar mi mal humor, y el resto de secretarias tampoco. Dejaría de hacer sufrir a Marcela, pues al no estar yo, no tendría que preocuparse de que le pongo los cachos, el único que se entristecería sería Mario, pues se quedaría sin amigo para ir a cazar. A fin de cuentas ¿Alguien amaría a un perdedor cómo yo? Nadie, ni siquiera mi asistente porque será fea la muchacha, pero es inteligente, brillante, una persona dulce, maravillosa y no sé casaría con un perdedor como yo. Estoy solo y condenado a ello, no quiero seguir viviendo. -A Betty le resbalan lagrimas por la cara.-

B: No diga eso Don Armando, a usted todo el mundo lo quiere. No puede dejar al empresa a Don Daniel, la vendería.

A: Ángel lléveme a las puertas del infierno o del cielo, pero apiádese de mi. Ya no quiero seguir solo y sufriendo en este mundo. Yo sé que soy un miserable, porque no amo a Marcela y estoy prometido a ella, me acosa y yo me vuelo ante tal asfixia. Las mujeres no me llenan. ¿Para qué quiero seguir viviendo? Soy como un objeto que las mujeres quieren poseer y eso me hunde en la soledad. ¿De que sirve vivir? Si uno no tiene amor.