I. Frenesí

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Exaltación violenta del ánimo, especialmente de una pasión.

Supongo que cuando no crees en algo y de verdad te sientes exceptuado de cualquier regla establecida por el mundo, muy rápido llega la vida a decirte que no es así, que no tienes idea de lo que estás hablando y te ves envuelto en esas reglas que pensabas que no se aplicaban a ti.

Así fue esto. Mi amor hacia Namjoon fue algo que quizá fue pronosticado, pero yo simplemente me negaba en creer en que se podía amar a alguien tan rápido y tan intensamente y lo que era aún más increíble, el hecho de que mi lobo no tuvo nada que ver en esto. Mi lobo jamás decidió sobre la persona con la que yo estaría, sino que fui yo, mi parte racional y mi parte emocional en la misma sintonía escogiendo amarlo a él, nada de olores, nada de instintos animales, solo yo y de eso me siento profundamente orgulloso.

Podrá ser una tontería, pero me avergüenza en sobremanera depender de las emociones de mi lobo, es decir, somos seres humanos ¿Quién en sus cinco sentidos le haría caso a su parte animal? Yo creo tenerlo claro, pero el resto de la población y de todas las personas que me rodean no. Trato de escucharlo de vez en cuando, entiendo el riesgo de ignorarlo, pero si hay alguien que tiene el control de su lobo, ese soy yo.

Namjoon es un gran alfa. Es tan inteligente, es decente, amable y comprensivo. Aún recuerdo el día que nos conocimos: estaba pasando frente a un gran edificio de Derecho en el centro de la ciudad, ya que la oficina de correos está al lado y yo solo quería mandarle un poco de dinero a mis padres de lo que había ganado ese mes. Era mi primera vez viviendo lejos y ellos no estaban muy seguros de que estuviera solo, siendo un omega en la gran ciudad. Es irónico porque hace unos años atrás todos jurábamos que yo sería un alfa y ser omega no me incomoda, solo fue inesperado.

Caminé entre la gente revisando la dirección, la verdad es que yo no tenía idea de dónde estaba parado. Así fue hasta que lo vi salir de aquel gran edificio que tiempo después me enteré que era de su padre. El señor Kim ha sido un gran hombre y le enseñó a Namjoon tantas cosas, lo hizo ser un alfa respetable y bondadoso y por ello le agradezco.

Lo vi salir con tanta calma mientras que, detrás de él, una ola de alfas estresados lo seguía con desesperación. Era dueño de tanta paz que yo no podía creer lo que mis ojos veían, sentí que él era tan... insuperable, se me robó el aliento en el momento en el que sus ojos llegaron a mí. No sé si fue el destino, el magnetismo, el aire, no sé, pero sentí que de ahí yo era... quizá porque nunca antes alguien se había detenido a observarme a mí como si de una obra de arte se tratara.

No pude apartar la mirada, Namjoon iba con su pelo gris arreglado hacia atrás, su traje bien puesto y sus gafas en una montura tan fina que si él decidiera venderla seguro costaba más de lo que yo pagaba de alquiler. Levantó su ceja, intrigado, pues yo estaba a la mitad de su camino, porque así como mi mirada no se movía, mis pies tampoco lo hacían, él era y aún es tan atractivo que perdí la noción de todo, era increíble... Él era el primer alfa en toda mi vida que me había robado el aliento.

— ¿Nos conocemos?— Dijo bajo en confidencia porque detrás, el séquito de abogados que lo acompañaban no se apartó.

Negué con mi cabeza despacio, anonadado en realidad — Creo que no...

Él soltó una risa susurrada — ¿Seguro? Porque para ser un Omega, llevas mucho tiempo mirando a un alfa puro sin pudor alguno, eso te puede meter en problemas a no ser de que nos conozcamos.

¿Cómo supo que era Omega? No tengo idea, suelo regular y mantener a raya a mi lobo en esa clase de momentos, pero supongo que mis feromonas me delataron esa vez, yo no luzco como un típico Omega.

Afire LoveWhere stories live. Discover now