V. Limerencia

130 28 9
                                    

Estado mental involuntario en el que la atracción de una persona hacia la otra le impide pensar de forma racional.

El día que regresó Namjoon de Chile pude sentirme completo,la mayor parte del día. Sin embargo, cuando lo vi llegar en el auto que lo recogió del aeropuerto y al menos una hora luego de eso, no me sentí cómodo del todo. Puedo jurar que yo estaba feliz de que regresara, llevaba sin verlo dos meses, los días previos no pude dormir de la emoción de verle, no volví a pensar en Taehyung hasta ese día, justo cuando recibí a Namjoon en la puerta de nuestra casa.

Sentí... más bien mi lobo sintió una punzada. Estaba abrazando a mi alfa, pero por más que quisiera disfrutar de esa sensación plenamente, algo de mí no estaba ahí, estaba en otro lugar, no sé explicar el porqué. La hora después de su llegada mi lobo se mantuvo inquieto la mayor parte del tiempo, lo sentí llorar y por consiguiente yo empecé a sentirme mal. Nam tuvo que cuidar de mi esas horas, solo me sentí débil y mi lobo sentía un desasosiego extraño, como si su alfa estuviera lastimado, pero mi alfa estaba al lado mio, durmiendo a mi lado luego de un largo vuelo de horas enteras. Esa noche me acurruque en el pecho de Namjoon y su aroma a café pudo tranquilizarme, pero no como antes lo hacía.

Los días siguientes todo fue bastante agradable y doméstico, amo cuando Nam está porque nunca estamos en casa, siempre salimos a lugares nuevos, a caminar, a comprar cosas, a museos, a cenas de beneficencia y eso compensa mucho el tiempo que estoy sin él. Llevamos casi un año de estar juntos, sin embargo más de la mitad del tiempo él lo ha pasado por fuera y yo siento que me faltan tantas cosas por conocer de él, pero no importa, tenemos la eternidad para conocernos, de cualquier forma no me quiero despegar de él ni un segundo, incluso y cuando siento a mi lobo incómodo con la situación, pero Nam solo estaría en Corea unos días, solo dos semanas en realidad y no había tiempo para perder.

Es cierto que el tiempo vuela, dos semanas rápidamente se convirtieron en 4 días faltantes. Hoy pasamos por una veterinaria y pude ver a Yeontan recibiendo un corte de pelo, sonreí cuando lo vi sacudirse y batir para mí su cola, justo en ese momento el rostro de Taehyung apareció en mis pensamientos, negué con la cabeza inconsciente de que me había detenido en el camino y aún tenía mi mano entrelazada con la de Namjoon.

—¿Quieres uno? - Lo escuché susurrar contra mi nuca mientras me abrazaba por detrás, en realidad no, quiero ver a Taehyung.

- No, en realidad me acordé de alguien - Pegué mi palma contra el vidrio donde Yeontan ladró entusiasmado, me reconoció, sentí calor dentro de mi corazón y mi lobo se sintió igual.

- ¿Ah sí? ¿De quíen? - Tomé la mano de Namjoon y lo incité a seguir con nuestro camino rumbo al mercado local, él dijo que me iba a dotar de mandarinas como para mil días antes de irse. Sentí que exageraba, además que ya no tenía ganas de mandarinas, quería fresas, desde que conocí a Taehyung.

- El día de las mandarinas ¿Te acuerdas?- Lo vi asentir - Conocí a un alfa muy amable ¿Sabes?

Namjoon abrió los ojos grandes y frenó su andar - ¿Un alfa?- me tomó de hombros y empezó a examinar todo mi cuerpo.

Empecé a reír y me solté de su agarre para tomar su mano de nuevo y seguir caminando
- ¿No crees que es muy tarde para comprobar si estoy bien? Estoy bien tonto.

- ¿Por qué no me contaste Jungkook?

- Porque no fue tan importante - Mi lobo gruñó y sintió algo de indignación al decir eso, no lo entiendo en realidad no lo fue -Me acompañó a casa.

Afire LoveWhere stories live. Discover now