Crucio (Draco Malfoy)

Capitulo 0

En el gran comedor los niños de primer año estaban reunidos para la selección de casas. Incluida Neferet Hassan, una muchacha de cabello negro y flequillo recto. Tenía unos preciosos ojos verdes almendrados. En su ceja derecha surgía una cicatriz que finalizaba en su mejilla surcando todo su ojo. Pansy Parkinson, una chica de rostro duro la observaba con repugnancia, Neferet era su prima, una mestiza. Su padre un nacido de muggles y su madre sangre Pura, en concreto la hermana de Gabriel Parkinson, el padre de Pansy. El hombre le había dicho que si la veía si quiera se atreviera a dirigirle la palabra. Según el hombre aquella chica no era digna.

- ¿A quien miras? - pregunta el heredero de los Malfoy pero si vio interrumpido por Minerva McGonagall.

- ¡Hassan, Neferet! -

El gran comedor se sumergió en un silencio bastante incómodo. O al menos así era para los nacidos de muggle y mestizos. Frente a ellos estaba la hija de Osiris Hassan, un asesino es serie que jamás fue acusado ni arrestado por falta de pruebas. También era conocido como "el diablo".

La chica subió y se sentó en taburete. El heredero de los Malfoy no pudo evitar mirarla y sentir algo parecido a la curiosidad. Sus ojos estaban vacíos y su rostro inexpresivo. Si quiera se inmutó cuando el sombrero grito Slytherin. Aquella casa estalló a aplausos que fueron silenciados cuando Draco Malfoy fue llamado.

[...]

Tras pasar la primera noche en Hogwarts la chica se levanto sin animo alguno. Se dio una ducha rápida y salió de su habitación. Ella no la compartía. Albus Dumbeldore había solicitado aquello puesto que la naturaleza de Neferet era bastante sádica. La chica llegó a su clase de defensa contra las artes oscuras y se sentó en una de las mesas de atrás. Nadie se atrevió a mirarla o sentarse con ella por miedo. Y no podía importarle menos.

Severus Snape entro y mientras Neferet jugueteaba con una daga tallando la estrella del diablo en la mesa. El profesor la miro con bastante recelo, Osiris era un nacido de muggle pero su sadismo era tan sumamente grande que nadie se atrevía a mirarlo. El odio de Snape a Osiris nació el día que el hombre tuvo relaciones con Lily Potter -de soltera Evans-. Ambos habían bebido y ocurrió, a la mañana siguiente ella corrió a los brazos de Severus diciendo que Osiris había abusado de ella. Pero lo cierto es que ella estaba lo bastante consiente para aceptar tener relaciones, es mas, Osiris era el que mas borracho estaba de los dos.

Snape, como Fliwick, comenzó la clase pasando lista y, como el nombrado anterior mente, se detuvo en el nombre de Harry Potter. El niño que sobrevivió.

- Ah, si - murmuro con voz gélida - Harry Potter... Nuestra nueva celebridad -

Neferet lo observo con el rostro inexpresivo nuevamente. Osiris le había hablado del gruñón profesor de pociones, y de los rumores que se corrieron en Hogwarts tras su encuentro con Lily Evans. Miro a Draco Malfoy quien reía en compañía de sus gorilas haciendo que el chico se callara al instante. Intimidado por la pelinegra.

Snape comenzó a hablar - Vosotros estáis aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de vosotros que esto sea magia. No espero que lleguéis a entender la belleza de un caldero hirviendo sutilmente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos. Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte. Si sois algo mas que alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar -

Neferet se limito a seguir grabando su mesa con la daga sin prestarle demasiada atención al mago mestizo que estaba dando clases.

- ¡Potter! - bramó Severus - ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo? -