Maska (En Edición)

Capítulo 19

Abro los ojos y con mucho cuidado me levanto para no despertar a Alenka, reviso las cámaras de seguridad y veo un mensaje de mi padre en una de las pantallas que dice que todo está en orden y podemos salir.

Miro el reloj y son las 10 am por lo que la cerradura digital ya me permitirá abrir las puertas, despierto a mi hermana y esta se levanta en modo zombi la acompaño a su habitación la arropo y la dejo sumergida en un profundo sueño.

Voy a mi habitación, tomo una ducha rápida y me dirijo a mi armario para elegir mi vestimenta del día. Teniendo en cuenta que vendrán nuestros socios alemanes escojo un pantalón de vestir negro con una blusa holgada color crema que combino con unos zapatos del mismo color y un bléiser a juego con mi pantalón, elijo algunas joyas sencillas pero costosas, mi padre siempre dice que le día que vienen invitados hay que tirar la casa por la ventana pero a pesar de eso, no deseo ser tan ostentosa, me realizo un maquillaje sencillo y peino mi melena rubia, me soy un último vistazo en el espejo y no puedo evitar amar mi aspecto. Busco mi móvil y me hago algunas fotos, elijo la más hermosa y le mando un mensaje a mi amiga Inna.

Alka Mira como me puse para ti, amor de mi vida.

Mi Víbora Favorita Hermosa, diva, perra y pirotécnica, me calientas con solo una foto. Llegamos en unas horas con don gruñón

Río por lo último y tomo una de mis máscaras para salir de mi habitación, me dirijo a la cocina donde me encuentro a mi nana haciendo un delicioso desayuno.

—Buenos días —digo mientras me acerco a una de las ventanas para observar el jardín

—Buenos días mi niña, menuda noche tuvimos, estuvo movidita.

—Así es, por suerte no sucedió nada grave.

—Aquí tienes tu desayuno, voy a la entrada que deben estar por llegar los decoradores

—Justo eso te iba a preguntar. ¿Por qué no está aún listo el jardín? Llevan una hora de atraso.

—El señor Boris ordenó una última revisión a la seguridad esta mañana, por eso los retrasó

—¿Sabes dónde está mi padre? —Digo mientras me siento en él una banqueta para desayunar, dejo en la silla de al lado mi máscara junto a mi celular.

—En el estudio, como siempre

—Ok, gracias —le regalo una sonrisa y observo la apetitosa comida que tengo en frente —esto se ve delicioso

—Lo hice con amor para ti, ahora si me voy que hay mucho por hacer —asiento porque no me gusta hablar con comida en la boca y veo como se marcha, devoro todo lo más rápido que puedo y cuando termino, me encargo de fregar los platos que ensucié. Mi teléfono vibra y luego de secarme las manos, lo tomo y veo un mensaje de mi príncipe perdido.

Falso Fabio: ¿Cenamos hoy?

Sonrío porque obvio quiero decir que sí pero no sé hasta qué hora se alargará la festividad de hoy, supongo que podría escaparme, nunca lo he hecho por ser una hija demasiado responsable, que le evita disgustos a su padre pero al final cuando lo pienso no tendré ninguna historia entretenida que contarle a mis hijos. Mi vida es lo más aburrida que es posible en este mundo en el que me muevo.

Alka: Puedo pero tarde, a las 10:30 te parece bien.

Falso Fabio: Perfecto, te mando la dirección

Recibo un mensaje con la ubicación de un hotel, que por suerte es una de esas zonas donde la guerra de mafias está prohibida, aunque nadie me conoce quiero mantener mi vida a salvo y no quiero ir a lugares donde podría morir por una pelea entre otras organizaciones.