Maska (En Edición)

Capítulo 1

4 de julio del 2125

—Don, disculpe que lo moleste pero necesito hablarle —Algo grave debe pasar para que interrumpa esta reunión con los japoneses, me disculpo un momento con nuestros futuros inversores y salgo de la habitación.

—Petya Ivanov, yo espero que sea algo urgente —digo en tono severo

—Lo es, la señora Akira mandó un mensaje urgente —Me entrega un papel  y leo lo que dice:

Ya llegaron las flores.

Sé muy bien lo que esto significa yo mismo le dije a mi esposa que usara este código secreto. La felicidad invade mi cuerpo pero me controlo, sé que no lo puedo demostrar. Miro a Petya que una sonrisa ladeada y el asiente, confirmando lo que ya sabía.

—Entra ahí he informa a esos japoneses que un asunto urgente de la Bratva surgió, que mañana regreso para continuar esta reunión. Tráele las mujeres más hermosas y denles todo lo que pidan. —Petya no me pregunta nada, sabe exactamente que hacer  llevamos muchos años en esto, el más que mi consejero, es mi amigo y hermano.

—Como desee, el helicóptero está esperándolo en el techo.

Hago una seña a mis hombres para que me sigan y me dirijo a la salida. El viaje dura una hora y al llegar a casa, paso por la seguridad de la casa, donde siempre revisan mi ropa para comprobar que nadie me haya puesto un micrófono o localizador, en el  pasado dos veces me ocurrió esto, tuve que abandonar la casa donde nací  y la de mis abuelos a causa de esto, la Bratva siempre ha mantenido en secreto tus residencias y por ello mis enemigos se empeñan siempre en encontrarlas.  Cuando me confirman que me encuentro limpio voy directo a la habitación que tenía preparada para este día.

Abro las puertas y ahí está mi hermosa esposa, solo llevo un día fuera de casa y al verla siento que estuvimos lejos un año, camino hacia ella y le sonrío.

—¿Así que llegaron las flores? —digo mientras me le acerco, al estar frente a la cama le beso la frente.

—Si —ella sonríe, mira a la enfermera y le hace un gesto con la mano —Estás listo para saber el sexo del bebé.

—Siempre lo estado, saber el sexo del bebé es una de las cosas que más se extraña del viejo mundo.

—Este bebé será dueño de un importante imperio —sonrío, ella igual

—Lo será, incluso si es niña. —Le digo para tranquilizarla, sé que le preocupa que si tenemos una hija sea víctima del mundo machismo de la mafia, pero eso es algo que yo no permitiré.

La enfermera trae en brazos un hermoso bebé, me lo entrega y le pido que salga. He ansiado tanto saber el sexo de mi primogénito que este momento de espera se me hace eterno, miro a mi esposa.

—Es una niña —me dice, yo veo a la bebé dormida en mis brazos y sonrió, su rostro es tan delicado y pequeño, es la cosita más tierna del mundo. Estoy experimentando por primera vez el amor de un padre, jamás pensé que esto se sentiría al tener un hijo, de pronto siento una necesidad de protegerla del mundo cruel que existe allá afuera, ver como algo tan pequeño e indefenso es producto de mi amor con Akira me provoca sensaciones indescriptibles.

—Es perfecta —dice y sonríe

—Lo es —confirmo —Será tan bella como su madre

—¿Cómo se va a llamar? —Sé que está ansiosa por saber el nombre, ya que lo he mantenido en secreto durante todo el embarazo, si hubiera sido un varón le pondría Anisim, por suerte también pensé un nombre para una niña.