Capítulo 3

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Alexandro Lorenzetti
7 de noviembre del 2142

Camino por el largo pasillo de casa, me dirijo al despacho de mi padre, al parecer está muy molesto desde aquí puedo escuchar los gritos que le da a algún inútil que trabaja para él.Llego a la puerta y entro sin tocar, soy su único hijo varón por tanto todo será mío en algún momento, eso me da vía libre para hacer lo que quiera. Él está a punto de decir algo pero cuando me ve se calla por un momento y luego sigue hablando con sus hombres, seguro pensó que era otra persona. Me sirvo un trago y me siento en un sofá personal y espero a que termine lo que sea que haga.

—Quién se creen ustedes para dar una orden así sin mi permiso —grita mi padre

—Sttocapo dio la orden al señor Alesso de que matara a esa mujer —mi padre mira a los guardias de su puerta y les dice que traigan a Enzo, en poco minutos él entra y se une a esta trama, yo solo disfruto de mi trago y la película, estas escenas son muy normales en mi familia, lo raro sería no verlas aunque sea una vez al día.

—Diga don en que lo puedo ayudar —dice Enzo

—Me puedes explicar quién te crees para mandar a matar a la esposa del mafioso más importante del mundo. Si él tan solo descubre que fuiste tú estamos muertos —mi padre no es un buen hombre, hay que ser estúpido para no darse cuenta, pero nunca ha tenido problemas con una orden dada por el sttocapo, mucho menos por que mande a matar a alguien. Estoy seguro que esa mujer tiene que haber sido muy importante para que él esté tan nervioso. Seguro es alguien ruso, solo ellos están por encima de la mafia siciliana.

—Señor debería agradecerme, ahora el señor Boris ya no tendrá herederos en su lugar estará alguien de que podemos manipular y ese es el señor Alesso.

—Pues déjame decirte que tu plan fracasó miserablemente, la Bratva me obligó a mandar a Alesso devuelta a Rusia o nos declaraban la guerra los veintinueve estados —mi padre da esa risa irónica que solo suelta cuando está muy molesto y a punto de matar a alguien —Como pensabas dominar a un Petrov, explícame cual era tu fabuloso plan.

—Alesso tiene que llegar muerto a Rusia o tendremos graves problemas —Estoy casi seguro de que algo fuerte viene conozco a Dangelo Lorenzzeti y no tolera que le respondan, menos cuando está enojado.

—No, no, no Enzo, Boris pidió vivo a Alesso y así lo recibió hace días, no pensarás que por ti voy a derrumbar mi imperio. —Mi padre saca un arma y le dispara a los inútiles con los que discutía antes y después apunta a Enzo él ni se inmuta. Esta imagen la he visto tantas veces, que ya no me provoca nada.

La primera vez que mi padre mató a alguien delante de mi tenía cinco años y lo hizo porque me negué a matar a un perrito que tenía de mascota, su justificación fue que siempre que se recibe una orden y no se cumple habrán consecuencias, recuerdo que tuve pesadillas por años. Cuando cumplí siete me regalo un arma y fui obligado a llevarla siempre conmigo, ya los ocho ya sabía disparar varios tipos de armas. Nací en este mundo, no lo elegí, pero no puedo rechazar la familia que tengo, esto va más allá de mí, es algo que se decidió por mi mucho antes de que yo naciera.

—Usted no puede matarme, yo no lo he traicionado —Este hombre conoce a mi padre de siempre y aun así osa molestarlo más todavía, verdaderamente es masoquista o se cree muy importante.

—Claro que no voy a matarte, lo harán los perros que tanto odias, me traicionaste cuando diste una orden con semejantes consecuencias —Le hace una seña a sus guardias y estos le ponen unas esposas a Enzo, luego lo revisan y le quitan sus armas mi padre baja su arma y la deja arriba de su mesa

Maska (En Edición)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant