I

25.5K 1.4K 1.1K
                                    

Qué era peor que quedarte solo...

Ser abandonado por tu manada, eso fue lo que te pasó; después de tanto tiempo te dejaron cuendo vieron qué no eras más que un simple lexo y no un lexer como ellos lo esperaban.

¿Lexo?

Si, es un León macho qué pude tener hijos y ciclos de celo, que le pertenecerían a una hembra. Por culpa de un rumor estupido, de que tu estabas saliendo con el esposo de la líder y esperabas un hijo de el; no dudaron en echarte y todo en lo que te habías esforzado se tiró a la basura gracias a la leona con la que no te quisiste casar.

Habías estado caminando sin rumbo durante más de 40 lunas, comiendo lo que te encontraras o el animal herbívoro que se te atravesara; nadie podía dudar que eras un exelente casador como la mayoría de las hembras de tu antigua y odiosa manada la cuál habías olvidado gracias a tu orgullo y el odio acumulado después de que todos te dieran la espalda.

Llegaste a un lugar en dónde había abundante fauna, todo estaba cubierto de verde, árboles gigantes, hermosas flores y plantas, sonidos de un río... quizás un lago y escuchabas animales a la lejanía, saltando o corriendo.

Paz...

Era lo que sentías, era hermoso sentir la brisa en tu melena dorada y tu cola meneandose lentamente en señal de felicidad.

Lexer...

Había uno ... maldita sea lo podías oler a menos de 500 metros, el podría seguramente olerte era normal ya que ese era su territorio.

Caíste en cuenta de qué estabas en un lugar lleno de ese abrumante olor; tus patas se tambalearon. Qué mierda si tu celo ya había terminado porqué tus orejas y cola estaban hacia abajo y temblabas en señal de sumisión, si así te ponías con solo su olor no querías ni saber como sería tener a aquel León enfrente de ti.

Corre.

Te repetias eso pero tu cuerpo no se movía paracia que se había quedado en shock por el olor, el aura o solo porqué querías que aquel macho te dominara...

¡Espara que mierda!

Si estabas demasiado urgido cómo para pensar en eso; incluso tu cuerpo te pedía a gritos tener cachorros y a alguien al que servir. Pff no eras sumiso pero aveces necesitabas a alguien que te guiara.

Pisadas... Lexer.

Aquél Lexer se estaba acercando a paso rápido, sabias que en algún momento vendría ya que por naturaleza tu olor es más fuerte al estar asustado. Pensaste en correr pero en el momento donde ibas a dar un paso hacia atrás para poder huir, algo se abalanzó hacia ti dejándote boca arriba en el verde y acolchonado césped y arriba de ti un hermoso león, de melena roja y ojos cafés.

Temblaste ya que su olor era más fuerte y poderoso al estar demasiado serca de ti; contando de que estabas debajo de el haciendo que al momento de entrar por tu focas nasales te abrumar más y por instinto te sumisaras más de lo que pensabas.

-¡¡Simba!!- Escuchaste una voz aguda y una ranca al unísono, demasiado serca.

Simba...- pensaste bajando más tus orejas y mirando a los penetrantes ojos cafés que no se habían quitado de ti.

-¿Quién eres? Y ¿porque hueles así?- Dijo frunciendo el ceño y dirigiendo su nariz a tu cuello el cual estaba un poco cubierto por tu melena.

-Simba compórtate es solo otro león- Dijo una voz aguda y restandole importancia a tú presencia.

-Si, es solo un león con tú; es normal- Dijo otra voz gruesa y pareciendo estar igual de desinteresado.

-¡¡¡Otro León!!!- Gritaron aquellas dos voces y unos pasos pesados se alejaron poniéndose detrás de algún arbusto; ya sea porque reconociese el sonido o por el olor que encomendaba este al moverse.

Sé Mi Rey [Simba Y Male Lector]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora