Sé Mi Rey [Simba Y Male Lector]

Epílogo

Hola chicos/as/es, este es el último capítulo definitivamente, aún así hare más historias enlazadas con ésta (claro si ustedes gustan), y dare algo de contexto sobre mi au con el desenlace de éste epílogo.
Espero que les guste, hasta la siguiente historia chicos/as/es 👋🦁.

Perdón por las faltas de ortografía :(

Créditos de la imagen a
su respectivo creador.

Los sonidos de pequeños chillidos y ronroneos se escuchaban en aquella copa del árbol, mirabas con ternura a los pequeños tres cachorros que esperaban ser amamantados cerrando y abriendo sus pequeñas patitas, experimentando la textura de tu pelaje mientras abrían su boquita, cerrandola al momento de no sentir nada que succionar.

En realidad no te molestaría que estos amamantaran pero estabas demasiado adolorido como para no querer moverte hasta que llegara Rafiki o Sarabi, que eran los que estuvieron contigo en el parto, al igual que mirabas ansioso hacia la entrada de aquel lugar esperando la aparición de tu esposo, Simba, el cual ante las exigencias de gobernar aquella sabana estuvo recorriendo todo el territorio junto a Mufasa y Bakari, el último siendo regañado por Scar al momento de dejar a su pequeño cachorro "desatendió", que se podría identificar como reclamos de parejas antiguas ante su cachorro de 6 meses que había empezado a comer carne y querer explorar, oler, hablar con todo los que se le atravesara.

Escuchaste pisadas apresuradas, mientras algunas ramas de aquel lugar eran rotas, sonreiste con algo de gracia como de estas salia Simba, el cual se veía más majestuoso con su larga melena llena de ramitas rotas junto a una respiración irregular, este te miraba con algo de pánico, aunque su mirada se suavizó al ver tu sonrisa y junto a tu tres hermosos cachorros que ante la falta de atención de "madre" habían caído rendidos acurrucados entre tu pecho y patas delanteras.

-Hola... ya te habías tardado- Dijiste con una sonrisa mientras mirabas hacia los cachorros, luego hacia Simba el cual se había acercado con paso rápido.

Al llegar a tu lado empezó a lamer tus orejas junto a tu cebeza, pasando hacia sus cachorros, los cuales al sentir un aroma más fuerte y dominado empezaron a chillar e involuntariamente a buscar refugio en su madre, mirabas con ternura como Simba acercaba su hocico quitandolo instantáneamente al ver que los cachorros se movían, para luego mirarte buscando la aprobación de sus actos, tu solo sonreiste y recargando tu cabeza en tus patas delanteras, relajándote y dándole la seguridad a Simba de que podría acercase a sus cachorros sin miedo alguno de que llegases a atacarlo como en la mayoría de casos en los que la hembra no quería al macho luego de tener cachorros.

Simba empezó a lamer un poco a cada uno de los cachorros siendo recibido por chillidos, pero estos pararon al instante en el que Simba agarró a uno de ellos colocándolo cerca de tus pechos para alimentarse, lo cual realizo al instante, otro cachorro el cual parecía el más relajado fue el segundo en ser cargado cuidadosamente por los afilados dientes de Simba, este fue posicionado en el segundo pecho quedando arriba de su hermano pero paracia no importarle tanto a los dos cachorros como a Simba.

El tercer cachorro estaba algo dormido así que este no tenía la necesidad de alimentarse, por el momento, así que Simba se esmeró en lamerlo dejándolo unos pocos centímetros lejos de sus hermanos, pero este perecia lo suficientemente domido como para no molestarse en los ruidos de succión de los otros cachorros al alimentarse.

-Son hermoso- Dijo Simba mientras apreciaba a los cachorros, mirándote al momento en el que soltaste un pequeño sollozo-. ¿Qué sucede hermoso?