Sé Mi Rey [Simba Y Male Lector]

IX

(Buenas, esta será una adaptación en versión humana para que sea más fácil narrar, si les gusta más este tipo de narración que la anterior, póngalo en los comentarios y seguir con este tipo de temática. Bueno disfruten)

Simba era el hombre más lindo y amable que conocías, pero al momento de las relaciones sexuales se combertía en todo lo opuesto, comportándose de una manera salvaje dando a entender que aunque fueran mitad humanos el instinto de reproducción seguía ahí.

Aunque estuvieras en cinta (embarazado), algo que a ninguno de los dos parecía importarles, como para tener sexo cada vez que se les daba la oportunidad, aunque en este caso al tener a aquella chica junto a los padres adoptivos de simba sería demasiado vergonzoso que alguno de aquellos tres se despertara y los viera en un situación tan vulnerable, como apunto de tener sexo por ejemplo.

Las garras de simba interrumpieron tus pensamientos al ver como estás empezaban a dar pequeñas vueltas en tus muslos los cuáles se tensaron al momento relajándose solo cuando sentiste pequeñas lamidas en tu cuello, a pesar de tu ser un leon igual que simba tu melena (cabello) era muy corta y sin rastro de que alguna vez hubiera crecido más que a la altura de tus hombros, era algo que simba no disfrutaba demasiado ya que normalmente el disfrutaba de jalar tu pelo en actos sexuales pero al tu tenerlo corto era un poco más complicado.

Sentiste como éste bajaba delicadamente el taparrabos que cubría tus partes íntimas y desabrichaba una pequeña tela que llevabas en el pecho, más por que no era muy bien visto que un chico que pudiera engendrar se le vieran los pezones con los cuales alimentaría a sus posibles crías, Simba bajaba tus ropas con sumo cuidado repartiendo besos en tu nuca, acariciando sus pies contra los tuyos y frotando su miembro en las mejillas de tu trasero que hacia sentirte demasiado bien pero con demasiada pena al escuchar ronquidos y respiraciones que provenían de terceros en aquel momento tan privado.

Empezaste a dar pequeños gemidos al sentir cómo Simba metío su miembro dentro de las mejillas de tu trasero (sin introducir este) empezando a frotarse en aquel húmedo lugar ya que estabas demasiado excitado, sonrojandote al sentir sus pequeñas lamidas en tu nuca y seguir sintiendo sus grandes manos en tus muslos junto a sus garras, las cuáles dejaban un rastro rojizo al presionar un poco fuerte en tu piel bronceada sin exagerar.

Sin saber que más hacer, empezaste a restregarte en Simba moviendo tu trasero para estimular aquel pedazo de carne el cuál seguía atrapado en tu trasero, haciendo que simba ronroneara por la satisfacción y liberar todo el estrés que le había producido aquel pequeño viaje.

Para ser sinceros simba tenía bastantes ganas de despertar a los demás (en especial a Nala) ya que quería dejar en claro quien era tu dueño algo que te hacía sonrojar demasiado ya que de por si tu aroma abrumada a Nala haciendo que esta se alejará, mientras que simba se sintiera más tranquilo por eso, sin contar que timón y pumba llegaban a oler su aroma el cuál desde hace tiempo estaba impregnado en ti dejando que el olor fuera demasiado fuerte tanto que quizás lo olían a unos metros de distancia.

Sin más solo volteaste a verlo ganando unos besos los cuáles ya no eran cortos y pequeños si no ahora eran más largos y fuertes, algunos eran con lengua haciendo unos sonidos bastante obscenos y dejándolos conectados por un pequeño hilo de saliva el cual volvía a unirlos para seguir besándose.

-Ya... para- Dijiste en un susurro aunque sonaba más como un jadeo pidiendo que simba parara para ya no hacer ruido y no hacer alguna cosa más que aquel pequeño rapidin.

-¿Porque?... solo un rato más... porfavor- Dijo dando pequeños besos en tu mano la cual antes la habías dejado en una de sus mejillas para tratar de calmarlo un poco.