V

15.3K 926 86
                                    

Simba salió completamente de ti, ya qué el nudo está vez duro un poco más por la antes pelea sexual y por tu tan pronta sumisión.

Te quedaste delirando un poco, ya sea por la gran corrida que tuviste después de simba, solamente pudiste "despertar" completamente al sentir cómo alguien lamia tu entrada la cual estaba un poco hinchada por las recientes embestidas y desbordaba un poco del seme de tú macho.

Simba era quién estaba lamiendote y limpiando, no te molestaba en lo absoluto solamente que no estabas lo suficientemente acostumbrado.

-Para... esta sucio simba- Dijiste sin poner resistencia y incluso exponiendo más tu trasero.

-Es dulce peque, aparte te quiero recompensar por las veces que lo hemos hecho jejej- Río al final haciendo qué te sonrojarse en exceso, odiabas aquella risa que podía hacerte delirar y más después de el éxtasis sexual.

-¿No íbamos a ir al lago?- Dijsite mirando de reojo a aquel leon quién solo se sobresaltó al acordarse del asunto principal.

-Oooh... cierto que a eso venimos, no?- Dijo confundido inclinando su cabeza hacia un lado como todo buen perrito confundido.

-Jajaj, si eso queríamos hacer Rey- Dijiste sin pensar en lo último y sentándose para quedar frente a él, ya que no se te quitaba la idea de un simba como el rey de algún lugar y siendo muy maduro.

-Jeje, rey?- Preguntó con una expresión interrogante, lo que te hizo sonrojarte más al saber qué simba seguramente te molestaría con aquello.

-Yo no dije nada!!- Dijste con un puchero y dándole la espalda a simba empezando a caminar sin importarte el pequeño dolor en tus caderas al igual que espalda, y dándole una vista bastante buena al leon macho detrás de ti.

-Ven aquí peque, no me des aquella viste si no querés que te haga gritar mi nombre otra vez- Dijo en tono de burla comenzando a seguirte y querer lamer tu entrada otra vez.

-Estate quieto simba, aparte fue un error decirte así- Caminaste más rápido tratando de evitar el contacto visual con simba al igual que contacto físico.

-Vamos mi pequeño rey, no te pongas así- Camino hasta emparejarse contigo y poniéndose frente a ti en una posición de juego y de reto.

-...¿quieres jugar mi rey?

-Jejeje, si peque carreras hasta llegar al lago- Dijo moviendo la cola y acercándose para frotar su nariz en tu cabeza, haciendo que por instinto ronroneos salieran de tu garganta y haciendo qué te frotaras más el.

Lamiste su hocico y comenzaste a correr hacia dónde se escuchaba el sonido del agua moviéndose al igual qué el olor a tierra mojada.

No pasó demasiado cuando escuchaste las pisadas de tu rey detrás de ti tratando de alcanzarte,  no habían jugado después del celo de simba, así qué ahora este ya al ser un adulto corría demasiado rápido y no tardo en alcanzarte.

Pero para tu buena o mala suerte estabas a algunos pasos de el lago, haciendo que cuando simba se abalanzó hacia ti calleran directamente en el agua, lo cual a el no le disgustó para nada a comparación de ti que saliste lo más rápido sacudiendite en el proceso, no te gustaba para nada el agua.

-Ven peque jeje- Dijo simba nadando de un lado a otro como un pequeño cachorro jugando.

-No me gusta...- Paro al instante de escuchar esa opinión de tu parte, moviéndose rápidamente hacia ti y como tú al salir sacudiendose.

-¿Qué tal si intentamos algo?- Dijo ganándose una mirada dudosa para ahora tener tu total atención- Hay algo qué Pumba y timón hacían para qué ya no me disgustara mojarme, ¿quieres intentarlo?

No sabias que responder, no conocías muy bien a timón ni a Pumba, y de hecho hace bastante tiempo no los veías, pero no creíste que sus técnicas de enseñanza funcionarán demasiado. Pero no pudiste negarte ante los ojos de el macho que estaba frente a ti con carita de cachorro qué esperaba una respuesta positiva.

-Bien, pero si no me gusta me saldré- Dijsite acercándote y lamiendo su mejilla para luego restregarte en su pecho, ganandote unos ronroneos y lamidas a tu cabeza.

-Entonces te explicaré, tu eres más pequeño que yo así qué súbete a mi lomo y comenzaré a nadar contigo encima- Dijo bastante emocionado y comenzando a caminar hasta estar adentro del lago de nuevo.

Dudaste, ya que en realidad si que eras un poco pesado, pero sabías que simba era un macho fuerte así que no pensaste demasiado y te subiste a su lomo.

No estabas parado, ni sentado, estabas acostado con tu cuerpo en su larga espalda y tu cabeza a un lado mirando cada reacción que tenía.

No tardo mucho en empezar a nadar lentamente, dando vueltas pequeñas para acostumbrarse al agua un poco fría, amabas ese ambiente ya qué las estrellas y la pequeña luna era lo único que los iluminaba. No te habías dado cuenta que había pasado demasiado tiempo desde que salieron de su pequeña guarida, pero te gusto tanto que no evitaste ronronear y lamer a simba, una señal de dando tu aprobación para que no sé detuviera de nadar ya qué te gustaba.

Simba estuvo nadando un buen rato mientras te acurrucabas más en el, ya qué el sueño te estaba ganando. Y no era para menos, aquella sección de sexo te dejo completamente exhausto y mareado.

Lamiste sus orejas con pequeños y sutiles mordiscos haciendo qué te ganaras la atención del León qué nadaba como un pequeño cachorro feliz.

-¿Sucede algo peque?- Preguntó mirándote de reojo y nadando hacia algún lugar un poco menos profundo para poder pisar y saber lo qué te sucedía.

-Estoy un poco mareado, mi rey- Dijiste bajando de su lomo para ahora poder acurrucarte en su pecho y lamieras su barbilla, ganando te un ronroneo y lamidas en la cabeza.

-Entonces iremos a casa peque, no quiero qué te sientas mal mientras estamos aquí- Caminaron hasta salir del lago para dirigirse a un pequeño hoyo entre las hierbas en dónde podrían dormir cómodamente sin preocuparse por si llovía o los rayos del sol molestarán.

Al terminar de acomodarse completamente, quedando en una posición en donde estabas a la completa deriva del macho que podría ver todo de ti, en realidad no te importaba estar en aquella posición con simba pero lo que menos querías es qué viera tu vientre un poco abultado por el antes acto sexual ya qué todavía tu cuerpo no había absorbido completamente aquel liquidó.

Te sentiste extraño al sentir su áspera lengua pasar por tu vientre el cuál se contrajo un poco por el repentino acto.

-¿Qué haces simba?- Tartamudiaste un poco pero no pusiste resistencia.

-Tendras a mis hijos, ¿verdad?- Dijo algo preocupado ya qué quizás pensaba qué te arrepentirías.

-Claro qué si simba, eres mi macho y tendré a todos los hijos qué deseas- Dijiste bajando las orejas y moviendo la cola.

-¿Podiamos... ya sabes... hacerlo?- Dijo con algo de pena mirando hacia otro lado.

-Lo haremos cuantas veces quieras, mi rey.

CONTINUARÁ...

Sé Mi Rey [Simba Y Male Lector]Where stories live. Discover now