CANCELADA
𝗜𝗻 𝗺𝘆 𝗺𝗶𝗻𝗱| "Stiles era mi ancla"
Grace Hale es una mujer loba que vuelve a Beacon Hills por venganza.
Stiles Stilinski, un adolescente muy curioso que, sin quererlo, es arrastrado al mundo sobrenatural por su mejor amigo.
Ambos ne...
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Reescrito <3
Entré en la clase de química con aún dolores en el abdomen por las heridas que el Alfa que había ocasionado la noche anterior cuando salí para ayudar a Scott.
—Quizás es mi sangre la de la puerta —escuché decir a Scott mientras entraba por la puerta.
—Quizás es sangre de animal —le dijo Stiles.
Negué con la cabeza, aún sin poder aguantar a la pareja de mejores amigos, antes de sentarme en mi sitio.
El señor Harris movió a Scott a mi lado y rodé los ojos antes de suspirar.
¿Nunca iba a deshacerme del cachorro?
—¿Algún problema, señorita Hale? —me preguntó y fingí una sonrisa antes de levantar la mirada hacia él.
—Ninguno —le dije antes de sentir una punzada en el estómago.
Se me había olvidado que las heridas de un Alfa trataban más en sanar.
—Creo que han encontrado algo —gritó una compañera y todos se levantaron corriendo a la ventana.
El hombre gritó despertándose, así que me acerqué a la ventana y, antes de que se volviera a desmayarse, me miró aterrorizado.
Intentó susurrar algo, pero no pude escucharlo con tanto jaleo de fondo.
Me separé del resto de personas y llamé a mi hermano antes de que Scott me mirara con el ceño fruncido.
—¿Qué pasa, Grace?—me preguntó Derek, sabiendo que algo iba mal.
—¿Recuerdas al hombre de ayer? ¿El del autobús? —le pregunté bajando la voz, intentando que Scott no me escuchase.
—Está vivo, y creo que me ha reconocido de anoche —le dije y suspiró antes de colgar.
Sabía que había hecho lo correcto ayudando a Scott, pero por hacerlo, acababa de poner mi vida en riesgo.
Volví a clase con la atenta mirada de Scott y Stiles encima y, una vez acabaron las clases, me dirigí a la cafetería, en necesidad de algo con azúcar.
Cuando iba a sacar un bollo de la máquina expendedora, Lydia me agarró la mano y tiró de mí hasta la mesa de Scott y Stiles antes de sentarse junto a Scott.
Yo me senté junto a Stiles antes de fruncir el ceño por no haber podido comprar mi antojo.
Stiles pareció notarlo, porque sacó de la mochila una barrita de chocolate antes de darmela, lo que me hizo sonreír como a una niña pequeña.
