Un viejo enemigo

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A la mañana siguiente nuestros jóvenes viajeros habían preparado todo para su partida, Cristina había marcado el santuario frente al rancho para poder regresar siempre que ellos quieran, mientras que Link había conseguido una balsa y una hoja Kolog para navegar rio abajo hacia los Picos Gemelos.

Los dos juntos desataron los cabos que los mantenían sujetos al rancho y utilizando la hoja Kolog se embarcaron rio abajo, recolectando los tesoros que se encontraban a su paso y también teniendo precaución por los monstruos y con los puentes que se hayan en su camino.

- Cristina: Link, perdemos impulso. Sigue soplando en dirección sureste

- Link: A la orden capitana

Link agitando la hoja Kolog creaba una corriente de aire lo suficientemente fuerte como para hacer que la balsa continuara su rumbo actual y velocidad.

- Cristina: A este paso llegaremos a los Picos Gemelos en menos de lo que canta un Cuco

- Link: Aunque a mí en lo personal no me agradan esas cosas

- Cristina: Link, solo son aves

- Link: Pero tienen miradas muy perturbadoras

Aquel comentario causó gracia en la joven guía.

- Cristina: Es verdad, había olvidado que los Links le temen a los Cucos

- Link: ¿Disculpa?

- Cristina: ¿Recuerdas que te conté acerca de tus vidas pasadas?

- Link: Si

- Cristina: Pues otra característica en común muy poco conocida, es el hecho de que a ninguno le agradan los Cucos

- Link: ¿De verdad?

- Cristina: Sip, supongo que algunas cosas nunca cambian

Mientras que la joven castaña se reía por ese hecho, a su compañero le causaba una pena enorme y se le notaba claramente en el tono rojizo de sus mejillas y orejas. Cristina seguía viendo el mapa de su Tableta Sheikan y la comparaba con el entorno a su alrededor, ubicando de esa manera el puente de piedra frente a ellos y el campamento Bokobling que le seguía.

- Cristina: Link, cambio de dirección hacia el sur. Hay un pilar frente a nosotros y a nuestra derecha hay un campamento Bokobling

- Link: Entendido, cambiando dirección

Link agitó la hoja Kolog cambiando la dirección y pasando por debajo del puente.

- Cristina: Muy bien, ahora según mi mapa al otro extremo del rio hay un campamento Bokobling. Y desde esta distancia lo único que pueden hacer es ver cómo nos vamos rio abajo

- Link: ... Pues tu mapa tuvo razón, pero no veo ningún monstruo

- Cristina: ¿Qué?

Al asomarse al otro extremo del rio sujetándose de la escota, no podía creer lo que veían sus ojos. Un campamento Bokobling completamente abandonado, en la grava de la costa no había huella alguna, armas abandonadas y en la fogata solo residían las cenizas.

- Cristina: Link... acércate, con cautela

- Link: Como digas

Una vez que llegaron a la orilla contraria atracaron su balsa en la grava y comenzaron a inspeccionar el lugar en búsqueda de respuestas.

- Esto es algo que no se ve todos los días

- Link: La grava es muy blanda, si había monstruos aquí no tenían pies o estaban volando

Un juego muy realWhere stories live. Discover now