Cruel Obsesión [✅]

Capítulo 37

Laisha

Mastico lentamente mi comida, mi mirada se mantiene perdida en algún punto fijo de la habitación.

Restriego mis manos en mis ojos, van días en los cuáles no he podido dormir bien.

Llevo mi mano a mi abdomen ante un mínimo dolor, el cuál Tarek parece notar, ya que enseguida se acerca a mi.

-¿Que tienes? ¿Te sientes mal?

Lo observo unos segundos, y solamente niego con la cabeza.

Está faceta no te queda.

-Laisha-Su tono de voz ha cambiado, se ha enojado-¿Crees que puedo leer tu mente? Responde cuando te hablo.

Lo miro con fastidio, y enojo al mismo tiempo. Gracias embarazo casi siempre estoy de muy mal humor.

-¿Eres tan estúpido para no entender una seña?-Digo volteando los ojos, y siento mi cabeza palpitar.

Al parecer nota mi malhumor, ya que se queda callado.

-El embarazo te tiene de un humor de la mierda...-Murmura mientras se aleja de mi.

Tú tampoco ayudas, imbécil.

No pelees.

No pelees.

Suspiro intentando tranquilizarme, no tendría sentido pelear, siempre será inútil.

Me siento en el sofá mirando fijamente mis pies, otra vez me vuelvo a perder en mis pensamientos.

Pensamientos fuera de está mierda de realidad.

Siento la mirada de Tarek sobre mi, es tan jodidamente incómodo, pero hago todo lo posible por ignorarlo.

No quiero pensar que está aquí, no quiero abrir los ojos y saber que está a mi lado.

Junto mis dientes con fuerza al sentir el otro lado del sofá hundirse.

Mi mano es tomada, y entrelazada con la mano de él.

Aprieto la suave tela del sofá con mi mano suelta.

No quiero que me toques.

Exhaló intentando tranquilizarme, no quiero hacer ningún movimiento en falso.

Ambos nos mantenemos callados, la tensión entre nosotros es muy fuerte, o al menos así lo siento yo, ya que Tarek pareciera de lo más normal.

Mis pies se empiezan a mover con nervios, intento levantarme, pero él me jala hacía el sofá, prohibiendo que me levante.

Lo miro un momento, el latido de mi corazón es más fuerte.

-¿A donde vas?

-A la habitación, me duele la cabeza.

Por tú culpa.

-¿Qué? -Me mira amenazante y en ese momento me doy cuenta de que había pensado en voz alta.-¿Mi culpa? ¿Crees que todo es no culpa?