Tarek Fave
Acaricio la espalda de Laisha mientras la escucho llorar, no ha parado desde que le he dicho que probablemente nuestra hija ya debe estar creciendo dentro de ella.
—Ya... No me toques—Dice con dificultad hundiéndose más en la cama.
—Entonces deja de llorar—Dije antes de darle una nalgada.
Lloriqueó y se movió bruscamente.
—Sal de la habitación—Ordenó sentándose en la cama con el ceño fruncido y señalando la puerta.
—No—Solté acercándome a su rostro.
—Entonces me voy a dormir a la sala—Se levantó tomando una sabana.
Sonreí por eso, y cuando pasó a mi lado, la tomé del brazo haciendo que caiga sentada en la cama.
Me miró feo y me aventó la sábana a la cara.
Me reí y tomé sus mejillas con mi mano haciendo que me mire de mala manera.
—Apenas acabas de terminar de llorar y ya estás alterada otra vez—Intenté besarla pero puso la sabana en su rostro para evitarlo.
Empujó mi cabeza haciéndome reír.
—¿De que te ríes? Eres bruto—Frunció su ceño, y me miró mal.
Me reí debido a su insulto.
En otra ocasión me hubiera molestado. Pero estaba vez solo me causa gracia.
Que idiota.
—¿Qué te da tanta risa?—Miré su rostro y me reí nuevamente por su expresión—... Baboso.
Fue lo último que dijo antes de quedarse mirándome.
Dejé de reír y sonreí.
—¿Qué pasa?
—Me voy a la sala, sueltame—Ordenó.
—No—Me acerqué a sus labios.
Antes de alejarse la tomé por las mejillas haciéndola quejarse, sus manos se pusieron en mis hombros.
Moví mis labios contra los de ella con brusquedad intentando sentirme bien en ellos.
Tan patético.
Apenas ella pueda se largará.
No, no lo hará con mi hija dentro.
Se irá con todo y la bastarda.
Y quedaras solo otra vez.
Solo
Solo
—Nunca te iras de mi lado, ¿entendiste? No me importa lo que tenga que hacer, te quedarás conmigo para siempre—Apreté sus mejillas haciendo que me mire con miedo, odio que me mire así.
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Cruel Obsesión [✅]
Mystery / Thriller─Odio a las personas por eso me deshago de ellas, pero contigo, contigo es diferente, nunca te haría daño, no de la manera que debería ─ Susurró acariciando mi rostro, observando cada una de las lágrimas que salían de mis ojos. La crueldad de su ob...