Lost in time |Taekook|

Capítulo V

"Las emociones de aquel día siguen en mí, tú último suspiro no desaparece de mis recuerdos. Pero ahora que te veo, tal como un producto de mi imaginación y como si no hubiera pasado nada, me pregunto: ¿Hasta cuándo tendré el placer de ver mi felicidad en la profundidad de tus ojos?"

YeonJun no iba a dejar que los engañaran con eso. Ese hombre tenía la misma cara de su papá, pero de alguna forma no lo era, lucia más joven y olía distinto. Sin embargo su lobo le dijo que no era una mentira y le aconsejo que no se precipitara, por lo que se limitaría a alejar a Sunoo del posible peligro.

—   Lamento lo que hizo mi hermano. —Se disculpa haciendo una reverencia demasiado formal para el parecer de YoonGi.

—   YeonJun, pero... —Intenta de hablar Sunoo hasta que ve la dura mirada que le dedica su hermano, callándose inmediatamente.

—   ¿De qué exactamente te disculpas? —Pregunta irónicamente, levantando a JungKook del piso pidiéndole alguna razón a su actuar, preocupándose todavía más cuando las respuestas no llegan y su mirada es evitada.

Jeon entró en medio de un trance, pensando en que las emociones  que sintió por una sola acción de un muchacho que no parece rebasar ni los 15 años de edad, han conllevado al desconcierto y al acelere de la sangre, el cual su corazón no ha disminuido. Su lobo le pide que se acerque y que los abrace, manteniéndolos a su lado. Sin embargo, es consciente de que no se vería bien de ninguna manera, a penas y los acaba de conocer por lo que tener esos acercamientos diría muchas cosas de sí mismo que no lo caracterizan.

Debido al terrible silencio incomodo, Sunoo comienza a sentirse mal por ello, pensando en que es su culpa y teniendo presente su deber de resolverlo, busca alguna forma que vuelva el ambiente más ameno. Entristeciéndose cuando cae en cuenta que no tiene ninguna idea para solucionarlo. 

—   Les aconsejo que recojan todo el desastre que causaron —Comienza diciendo YoonGi mientras se dirige al sofá de la habitación. Haciendo como si nada hubiera pasado.

YeonJun empieza alzando la estantería que Sunoo tiró al suelo mediante su pelea, en un intento de acorralarlo o asustarlo por el terrible sonido que eso causo. Cree que su hermano sigue sus mismos pasos y que está recogiendo los libros, pero grande es su sorpresa cuando escucha una puerta cerrándose con brusquedad, volteándose rápidamente para ver como el único faltante en el lugar es el pequeño pelinegro. 

—   ¡Sunoo! —Grita, caminando hacia el pasillo por donde desapareció.

Sin embargo es detenido por Min, quien lo hace tropezarse y caer de cara al piso. Su cara no puede mentir, se sintió tan satisfactorio al verlo quejarse.

—   Ah ah, tú te quedas— Lo coge del hombro, arrastrándolo hacia el desorden— JungKook, ve tras el chico.

Jeon se queda por un momento sin entender nada de lo que le dicen, hasta que despierta de su ensoñación. Y recogiendo un poco de valentía, comienza a dirigirse hacia la habitación en la que se encerró el pequeño.

—   Suéltame o te juro que... —Intenta amenazar YeonJun.

—   Sí sí, ahora recoge todo eso. —Le ordena, empujándolo hacia el desorden de los libros.

Con una cara poco amigable, YeonJun fue recogiendo cada uno de los libros. Quería tirarle uno en la cara de YoonGi, pero eso es otra historia.

—   ¿Cómo te llamas, niño? —Pregunta el pelimenta mientras ve su celular, fingiendo desinterés.

Niño, ese adjetivo solo produce ira en el rubio. Desde pequeño escucha como su papá lo sacaba de planes por ser pequeño o cuando no lo dejaba ir a la acción con él, porque "no eran cosas de niños" diciendo que le faltaba aprender y que no estaba listo para el mundo real.